A algunos políticos: ¡gracias!
Don Pedro es, cada poco, uno de aquellos a los que más agradezco sus palabras. La última ocasión ha sido con su propuesta de un salario mínimo europeo común. ¿Piensan ustedes que don Pedro ignora que las realidades salariales en la Unión Europea son extremas? ¿Que, por ejemplo, ese salario es de 551 euros mensuales en Bulgaria y de 2.704 en Luxemburgo? ¿Que habría que modificar uno a la baja y otro al alza? ¿Desconoce que la realidad de los salarios está en relación con la riqueza de cada país? ¿Ignora que un salario por encima de lo posible significaría la ruina de muchísimas empresas y una destrucción masiva de empleo? ¡Qué va! Entonces, ¿por qué lo dice?
[–>[–>[–>También manifiesto mi reconocimiento hacia el ministro Albares al pedir perdón «por el dolor e injusticia causados por España a los pueblos originarios de México». ¿Es consciente don José Manuel de que, entre los pueblos originarios de México, son los aztecas los primeros que deben pedir perdón a otros de ese territorio, tlaxcaltecas, cholulanes, totonacas…, a quienes esclavizaban y sacrificaban sangrientamente? ¿De que muchos de ellos acudieron en auxilio de los españoles para librarse de sus exterminadores? ¡Cómo va a ignorarlo! Lo mismo que no lo ignoran los instigadores del discurso, los mexicanos Obrador o Sheinbaum. ¿Entonces?
[–> [–>[–>Entre nosotros, algunos también ayudan. Así doña Covadonga Tomé. Ocasión: una propuesta en la Xunta para apoyar la candidatura de la Universidad Laboral como Patrimonio Mundial de la Unesco. Doña Covadonga votó en contra argumentando que el edificio era «arquitectura fascista». ¿Posee la diputada un concepto arquitectónico objetivable sobre lo que es arquitectura fascista? ¿Conceptúa como tales los miles de viviendas de las colominas, tocotes y otros grupos residenciales de la época franquista? No, ciertamente. ¿Así, pues?
[–>[–>[–>
No tengan duda alguna. Lo hacen por suscitar nuestra risa, por procurarnos un momento de alivio en las cargas y preocupaciones de la vida.
[–>[–>[–>Gracias por ello.
[–>[–>[–>
Suscríbete para seguir leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí