A los 50 tener un propósito es clave para vivir más años, según una investigación reciente

Hay un dicho popular que dice que “si te despiertas y no te duele nada, estás muerto”. A partir de cierta edad (algunos lo aplican hasta los 40 años, otros hasta los 50 o 60 años), se acumulan dolores de espalda, problemas, el trabajo es estresante… Pero siempre hay algo que te saque de la cama y ve por ello.
Que este proyecto continúe en tu vida es importante para que tu cuerpo y tu mente también sientan el debemos seguir adelante con la vida. Esto es lo que indica un estudio reciente Universidad de Michigan. Analizaron el progreso de casi 7.000 adultos mayores de 50 años para saber cómo afecta si tienen o no este “propósito en la vida”.


Cumplir con nuestros planes nos ayudará a alargar los años de vida en la vejez.
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Así nos afecta no tener una meta
El resultado fue abrumador: el personas con un propósito los más fuertes tenían un riesgo de muerte significativamente menor que aquellos con la puntuación más baja. De hecho, el grupo con menor sentido de propósito tenía más del doble de riesgo de muerter que el grupo con un objetivo más alto.
Por supuesto, el estudio se ajustó por factores como Hábitos de salud, nivel educativo o poder adquisitivo.para que la comparación no esté sesgada por estos otros elementos. Sin embargo, en todos los grupos equivalentes la diferencia fue significativa.
Lo que vieron fue principalmente en caso de ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. Aquellos que no tenían objetivos tenían más probabilidades de sufrir problemas cardiovasculares. Para los investigadores esto tampoco fue una sorpresa. Desde hace años se considera que, especialmente entre los jubilados, el propósito no sólo “sienta bien” sino que también influye en nuestro cuerpo.
Varios estudios previos reflejaron lo mismo. Un estudio de 2016 situó el riesgo de muerte en 17% más a gente sin rumbo. Pero otros, que datan de 2009, aunque con muchos menos participantes, han planteado este riesgo. hasta 40% y colocó la diferencia en cinco años menos de vida.
EL psicóloga mar amate aseguró en la cadena COPE que incluso podrían ser siete años de diferenciaaunque no se basa en estudios que se refieran específicamente a tener un propósito, sino en una estimación general de una vida sana y con propósito.
Por qué tener una meta prolonga la vida
Ninguno de estos trabajos demuestra una causalidad del 100%, pero sugieren varias formas posibles en las que el objetivo es beneficioso para la salud:
- Cuídate mejor: Las personas motivadas tienden a moverse más, fumar menos, prestar más atención a su dieta y seguir mejor los consejos médicos. Si quieres estar lo suficientemente bien como para seguir cuidando a tus nietos o terminar ese proyecto social, es más fácil decir “no” a lo que te duele.
- Mejor salud cardiovascular: Otros estudios han demostrado que una mayor sensación de utilidad está relacionada con niveles más bajos de Marcadores inflamatorios y mejor regulación del estrés.. Menos inflamación crónica significa menos riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral o diabetes.
- Cerebro y envejecimiento: El propósito también se asocia con un menor riesgo de deterioro cognitivo y demencia. Una investigación reciente sobre la universidad de california sugiere que aquellos que tienen un objetivo claro tienen alrededor de un 28% menor riesgo de desarrollar trastornos cognitivos mayores de 15 años.
El propósito parece funcionar como una especie de sistema operativo que organiza tu energía, decisiones y relaciones para que proteja su salud a largo plazo.
¿Qué significa exactamente tener un propósito después de los 50?
El neurólogo americano Howard Tuckerque sigue activo desde hace más de 100 años, afirmó que “la jubilación es el enemigo de longevidad” y que “hay que tener un propósito en la vida, levantarse por la mañana y saber lo que estás haciendo”.
Los estadounidenses no son los únicos que apoyan esta idea. Aquí en España, el psiquiatra fernando moramuy popular en las redes sociales, afirma que la consecución del bienestar «va ligada a una meta vital» y advierte que, cuando una persona no tiene una meta, «vive a cuestas y en vivir en la incertidumbre”, sin saber muy bien hacia dónde se dirige.
¿Y qué objetivo debería tener? En la práctica, este propósito puede ser muy diferente según la persona y su etapa de la vida. Algunos ejemplos:
- Continuar involucrados en la atención y el apoyo hijos, nietos o dependientes.
- Mantener un papel activo en el barrio o en una asociación.
- verter en un proyecto creativoUn jardín, una causa social.
- Volver a estudiar algo siempre te llamó la atención.
Él Jesús Matos, psicólogo madrileño Lo describe como una “brújula profunda” más que como una meta precisa: es la orientación que da sentido a las metas que elegimos en cada momento.
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