A ver quién encuentra nuevos becerros de oro
Hay una excepción en la esfera europea en medio de la oleada de récords históricos de los índices bursátiles más importantes y seguidos. La Bolsa de Dinamarca ha caído el 23% en lo que va de año, un descenso causado por el desplome de dos de sus valores estrellas hasta hace apenas 12 meses. La farmacéutica Novo Nordisk, que ha caído el 47%, y la empresa de energías renovables, Orsted, que vale un 64% menos respecto a hace un año.
[–>[–>[–>Las expectativas de crecimiento esperadas que había depositadas en el fabricante del medicamento contra la diabetes y la obesidad Ozempic y en uno de los grandes agentes contra la descarbonización no se han cumplido. La competencia, la regulación o el simple pinchazo de una burbuja pueden hundir cotizaciones y arruinar a los accionistas que compraron cuando el valor tocaba el cielo.
[–> [–>[–>Es un aviso a navegantes en plena efervescencia que sirve para todas las empresas y sectores. Es el caso del Ibex 35, índice de referencia español. En 2025 no solo ha roto su récord histórico de 2007, sino que ha superado los 17.000 puntos, erigiéndose en el mejor índice entre los países desarrollados. Su empuje se ha debido al empuje de los valores bancarios. El Santander ha ganado el 122%; el BBVA, el 109%, y CaixaBank, el 97%. Los otros dos valores entre los cinco pesos pesados del Ibex son Inditex, que se ha revalorizado el 13% e Iberdrola, el 36%. Entre los cinco representan el 60% del valor total del índice.
[–>[–>[–>
Que pocos valores sean los responsables de generar experiencias positivas (España) y negativas (Dinamarca) también ha impulsado al mercado más importante del mundo: Wall Street. Las grandes tecnológicas, empujadas por el ansia inversora en inteligencia artificial, han mantenido, con algún susto, el interés inversor en la bolsa estadounidense. Nvidia se ha consolidado como la empresa más valorada del planeta. Vale 4,4 billones de dólares. Le sigue Apple, con 4 billones. La tercera y la cuarta posición se la disputan Alphabet/Google (3,7) y Microsoft (3,6).
[–>[–>[–>¿Están hinchadas las expectativas de crecimiento de los beneficios neto por acción de estos valores? Esta es la pregunta que circula en todas las mesas de contratación y que también se hacen los responsables de las políticas monetarias, sesudos analistas y otros expertos. Nunca las valoraciones de las compañías punteras en bolsa (reflejadas en el PER -price earning ratio-) habían estado tan elevadas. Cualquier cambio de escenario económico o susto geopolítico pueden dar un vuelco al mercado. Si Nvidia tose, el resto del mundo se resfría. Y si se engripa, el resto cogerá pulmonía.
[–>[–>[–>
Si la bolsa va bien, qué decir de las materias primas que han servido históricamente como refugio en momentos de turbulencia. El oro se ha revalorizado el 70%; la plata, el 140%, y el platino, el 145%. Nuevos récords que reflejan la saciedad de los inversores en diversificar sus activos lo máximo posible «por si acaso». En el balance negativo del año, el bitcoin. Salvo recuperación de última hora, la criptomoneda por excelencia habrá perdido el 5% en 2025. Claro que no tanto como el cacao, el 48% menos, y las patatas, el 77% hacia abajo. ¿Lo ha notado cuando ha ido a comprar estos productos y sus sucedáneos? No. Como el precio del petróleo de referencia, que ha caído el 18%, lo que no se refleja inmediatamente en las estaciones de servicio.
[–>[–>
[–>Los inversores, como quiere exponer la portada de este último número del año, miran el próximo ejercicio con cautela, sabedores de que tanto optimismo cara a 2026 empieza a ser sospechoso. Los tipos de interés estables gracias al control de la inflación y los presupuestos expansivos de las grandes empresas aseguran otro año de bienes. Los principales informes afirman que el mundo crecerá alrededor del 3% este año. ¿Alguien se acuerda de las amenazas de la guerra comercial emprendida por Donald Trump y el efecto que debía tener en el contexto económico? El tiempo y la memoria pasan muy rápido.
[–>[–>[–>
El protagonista de La quimera de oro, película dirigida e interpretada por Charles Chaplin, representaba a los pioneros que se dirigían a Alaska para encontrar fortuna. No siempre salieron bien parados de la aventura, llena de sustos y peligros. Para su película, Chaplin se basó en la historia real del grupo Donner, expedición que en 1846-1847 quedó atrapada en la nieve y se vio obligada a comer hasta los zapatos.
[–>[–>[–>El primer cuarto de siglo ha estado lleno de inesperadas tragedias. Los atentados del 11-S de 2001 abrieron el siglo, siguió la gran crisis financiera y económica iniciada en 2008, la pandemia y las guerras, empezando por la invasión rusa de Ucrania, además de Sudán, Gaza y otras guerras más olvidadas. Todo esto ha ocurrido en 25 años.
[–>[–>[–>
Hay que estar amarrados para lo que pueda venir. Como el entrañable Charlot.
[–>[–>[–>
Suscríbete para seguir leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí