ACETAMIPRID CÁNCER | La ‘ley Duplomb’ divide a Francia en la lucha contra los pesticidas potencialmente cancerígenos
«Sois aliados del cáncer y lo haremos saber», gritaba la fundadora de Cáncer en Cólera, Fleur Breteau, presente el pasado 21 de julio en el hemiciclo de la Asamblea Nacional francesa durante la votación a favor de la ley Duplomb. Breteau, sin pelo y con la tez pálida, se ha convertido en un símbolo de lucha contra el cáncer y una figura de resistencia frente a esta norma que prevé, entre otras cosas, la reintroducción del acetamiprid, un pesticida de la familia de los neonicotinoides prohibido en Francia desde 2018 pero autorizado en el resto de Europa hasta 2033.
La aprobación de esta normativa ha levantado una gran polémica en el país galo. Sus defensores argumentan que la prohibición del uso de acetamiprid colocaba a los productores franceses en una situación de desventaja, ya que otros países europeos utilizan este pesticida, generando una competencia desigual entre agricultores del bloque. Sin embargo, entre los detractores también se encuentra una parte de los productores, en especial el gremio de apicultores franceses, que advierte sobre los peligros de la utilización de este producto, calificado como «asesino de abejas». Su introducción en 1990 ya hizo colapsar la producción de miel, puesto que perturba el comportamiento de las abejas, la polinización y la supervivencia de las colmenas.
«Los agricultores que trabajan con certificación orgánica demuestran a diario que es posible producir productos de calidad sin pesticidas sintéticos, ya sea para frutas y verduras, vino, productos lácteos, etc», explica a EL PERIÓDICO, David Ibañez, demandante contra la ley Duplomb, quien insiste en que su uso responde a decisiones personales sobre cómo tratar las explotaciones.
Acción de agricultores contra la ley de DuPomb en Pau, ciudad del suroeste de French, el 28 de junio. / GAIZKA IROZ / AFP
Al rechazo de los apicultores se suma el de los ciudadanos. Varios estudios han demostrado los efectos nocivos que tienen estos pesticidas sobre los seres humanos, motivo por el cual existe una agresiva lucha para derogar esta ley. La Liga contra el Cáncer criticó su adopción definitiva por ser una sustancia «potencialmente cancerígena», apoyada en informes científicos recientes. Su vicepresidenta y profesora en toxicología en la Universidad Paris Cité, Francelyne Marano, declaró para varios medios del país que el texto «va en contra de los principios mismos de salud pública». «Debilita las protecciones existentes, fragiliza los entornos favorables a la salud y envía una señal incomprensible en vista de los desafíos sanitarios y ambientales de nuestra época», añadió.
Explosión del cáncer en las zonas agrícolas
Desde hace años, decenas de familias de la Francia rural luchan para que se reconozcan los efectos negativos que tienen para la salud estos pesticidas, en especial, en niños y ancianos.
Ante la pasividad de las autoridades, en 2018 varias familias de La Rochelle llevaron a cabo un estudio independiente con sus hijos tras una explosión de casos de cáncer infantil en la región de Aunis, zona conocida por sus plantaciones de cereales. Tras realizar análisis del cabello y la orina a los menores, se obtuvieron claros resultados en los que se encontraron restos de pesticidas en más del 15% de los niños, concretamente de ftalimida.
Esta molécula es producto de la degradación del folpet, un fungicida clasificado como cancerígeno, mutagénico y posiblemente reprotóxico por la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas. También detectó acetamiprid y su metabolito en la orina de otros 12 niños (17%). El estudio de estas familias reveló que los niveles de concentración fueron especialmente altos en los niños más pequeños, e incluso en mayores, que vivían cerca de estos campos.
Fleur Breteau, de la Organización del Cáncer en el cólera, durante su discurso en la Asamblea Nacional contra la regla que establece un pesticida controvertido. / GUILLAUME BAPTISTE / AFP
«Cuando estos productos salen de los cultivos debido al viento, la lluvia o los equipos de pulverización utilizados dejan de considerarse productos de tratamiento. Cuando hay zonas residenciales o de trabajo cercanas, las personas están expuestas a los mismos riesgos que los propios agricultores, así como al cáncer o a enfermedades neurodegenerativas. Estamos observando casos de cáncer pediátrico en zonas agrícolas, lo que sugiere una relación entre la exposición en zonas residenciales y el uso de tratamientos en las cercanías», explica Ibañez.
También en 2018, el Hospital Universitario de Poitiers denunció el aumento de casos de cáncer pediátrico en la ciudad vecina de Saint-Rogatien, de 2.400 habitantes. Estos datos fueron respaldados por un estudio posterior publicado en 2021 por Scientific Reports, en el que cuatro hematólogos de un hospital de Tours recopilaron datos de casi 4.000 pacientes y 10.000 controles de varias fuentes internacionales entre 1946–2020. El resultado: una exposición elevada a pesticidas aumenta en un 50 % el riesgo de desarrollar leucemia aguda mieloide en adultos, especialmente en agricultores expuestos profesionalmente.
«Encontramos una correlación estadística entre la exposición a una elevada cantidad de pesticidas y el peligro de leucemia mieloide aguda. (…) Es un riesgo relativo de 1,51, lo que significa que en comparación con la población no expuesta a pesticidas aumenta un 50% el riesgo de desarrollar este tipo de leucemia», explicó uno de los científicos para AFP.
La incidencia de cáncer de páncreas
En Francia, el cáncer de páncreas avanza a un ritmo mucho mayor que en el resto de Europa: aproximadamente un 3% anual, según datos de Salud Pública Francesa. Se trata de un fenómeno epidemiológico que los factores de riesgo tradicionales, como el tabaco, la obesidad, o la diabetes, no pueden explicar adecuadamente.
En este contexto, un equipo de investigadores franceses publicó en noviembre de 2024 un estudio para el European Journal of Epidemiology estableciendo un vínculo directo entre esta patología y la exposición a pesticidas a nivel nacional. Los resultados volvieron a confirmar lo que otros informes ya denunciaron anteriormente: la distribución geográfica de los casos de cáncer no es homogénea, reflejando significativamente la relación con el uso de pesticidas agrícolas.
Campaña de recolección de firma contra la ley de DuPomb en las redes sociales. / THIBAUD MORITZ / AFP
Durante una sesión en el Senado, el representante del departamento de Hérault, Christian Bilhac, expuso el «efecto cóctel» que tiene para la salud de los ciudadanos la presencia de múltiples sustancias consideradas tóxicas. «Existen estudios que demuestran una relación entre el aumento de 2,6 kg/ha de herbicidas durante 11 años y el incremento del número de cánceres de páncreas en un 1,3 %. (…) La ciudadanía está cada vez más expuesta, desde el útero, sin que el Estado cuente con un sistema de monitoreo sistemático y transversal de estos contaminantes y sus interacciones», afirmó y señaló al actual Gobierno como el responsable del aumento de las enfermedades relacionadas con el uso de estos pesticidas.
Más de 2 millones de firmas contra la ley
A pesar de que la ley ya ha sido aprobada por el Parlamento francés, la ciudadanía sigue en pie de guerra contra esta normativa. Gracias a la iniciativa llevada a cabo por una estudiante francesa de 23 años, que tacha esta decisión de «aberración científica, ética, medioambiental y sanitaria», se han recogido más de 2 millones de firmas para solicitar la derogación inmediata de la ley Duplomb.
En su estado actual, la norma sólo puede ser censurada por el Consejo Constitucional o en última instancia, el presidente de la República puede decir no promulgarla. «Debemos esperar la decisión del Consejo Constitucional sobre estas solicitudes, que se refieren tanto a las condiciones en las que la ley se aprobó sin debate debido a la votación de una moción de rechazo por parte de los diputados que apoyaron el texto como, por otra parte, a cuestiones de contenido constitucional, en particular en relación con la Carta del Medio Ambiente, la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea», insiste Ibañez, quien conserva la esperanza en que la presión ciudadana consiga, al menos, mantener el debate abierto sobre la peligrosidad de estos productos. Está previsto que este próximo jueves el Consejo Constitucional se pronuncie.
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