AFP y Al Jazeera denuncian que sus periodistas se están muriendo de hambre
Ayer fue AFP, hoy ha sido Al Jazeera. Ambos medios de comunicación, con periodistas trabajando en Gaza desde el inicio de los bombardeos masivos posteriores al 7 de octubre, han denunciado con firmeza el «genocidio« retransmitido en vivo y en directo, así como la situación de sus propios reporteros sobre el terreno, que no están exentos del riesgo de inanición y muerte que sufre el resto de la población.
El medio catarí, conocido por su rigor informativo en la cobertura del enclave, ha hecho un llamamiento a través de X a la «comunidad periodística, a las organizaciones defensoras de la libertad de prensa y a los organismos legales pertinentes» para que tomen medidas urgentes que detengan el hambre forzada y los crímenes contra periodistas y trabajadores de los medios en Gaza.
«Los periodistas sobre el terreno, que han informado con valentía sobre este genocidio en curso, han arriesgado sus vidas y la seguridad de sus familias para arrojar luz sobre estas atrocidades. Sin embargo, ahora se encuentran luchando por su propia supervivencia«, denuncia el medio.
«Gaza se muere. Y nosotros morimos con ella»
El comunicado prosigue con el testimonio del corresponsal Al Jazeera en árabe en Gaza, Anas Al Sharif, quien publicó un mensaje desgarrador en sus redes sociales: «Hoy lo digo sin rodeos, y con un dolor indescriptible. Me ahogo de hambre, tiemblo de agotamiento y resisto los desmayos que me asedian a cada momento. Gaza se muere. Y nosotros morimos con ella».
La denuncia proseguía evidenciando la vergüenza que acarrea la pasividad internacional. «Si no actuamos ahora, corremos el riesgo de un futuro en el que tal vez no quede nadie para contar nuestras historias. Nuestra inacción quedará registrada en la historia como un fracaso monumental a la hora de proteger a nuestros compañeros periodistas y como una traición a los principios que todo periodista se esfuerza por defender», lamenta.
Además de exigir una acción inmediata a las organizaciones internacionales, el medio catarí ha vuelto a nombrar los nombres de sus periodistas asesinados en el ejercicio su oficio. Samer Abudaqqa, Hamza AlDahdouh, Ismail Al-Ghoul, Ahmed Al-Louh y Hossam Shabat. Nombres que se suman a las más de 59.000 víctimas que se ha llevado por delante la ofensiva de Israel.
El ataque a la verdad
Para el ejército israelí, el chaleco y el casco con la palabra Press parecen más un blanco que un elemento de protección. Más de 200 periodistas han muerto desde el comienzo de las hostilidades y la cifra sigue aumentando. Según Reporteros Sin Fronteras, el enclave palestino se ha convertido en el lugar más letal del mundo para ejercer el periodismo en 2025.
Diversos medios han demostrado que detrás de muchos de estos asesinatos hay intencionalidad y selectividad, ataques orientados a quienes exponen al mundo las atrocidades cometidas por las Fuerzas de Defensa de Israel.
Uno de los casos más representativos fue el de Wael Al-Dahdouh, jefe de la oficina de Al Jazeera en Gaza. Tras años de cobertura bajo bloqueo y múltiples campañas militares, su figura se había convertido en una de las más incómodas para el Estado israelí. Con el inicio de los bombardeos, informaba diariamente de las muertes masivas en la Franja. La respuesta de Israel fue atacar a su familia: un bombardeo en el campo de refugiados de Nuseirat mató a su esposa, dos de sus hijos y su nieto.
Días después, mientras cubría los daños de un ataque en una escuela de la ONU, fue gravemente herido por un bombardeo israelí. Su colega, el cámara Samer Abu Daqqa, falleció en el mismo incidente.
Más urgencia que nunca
Este martes, ambos medios se hicieron eco de un comunicado similar emitido por la agencia francesa AFP, que denunció que sus colaboradores gazatíes corrían riesgo de morir de hambre si no se producía una «intervención inmediata» en la Franja de Gaza.
«Desde que se fundó AFP en agosto de 1944, hemos perdido a periodistas en conflictos, hemos tenido heridos y prisioneros en nuestras filas, pero ninguno de nosotros recuerda haber visto morir a un colaborador de hambre», recoge su comunicado. «Nos negamos a enterarnos de sus muertes en cualquier momento y es insoportable», prosigue el texto, que concluye que «sin una intervención inmediata, los últimos reporteros en Gaza van a morir».
En la misma nota, se adjuntan mensajes que describen las condiciones extremas bajo las que sobreviven los periodistas en el enclave: «Mi cuerpo está delgado y ya no puedo caminar» o «Si esto continua, moriremos todos de hambre».
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