Airbnb pide eximir a las zonas rurales de las restricciones a los pisos turísticos para activar el turismo en esas zonas
Airbnb quiere revitalizar los pueblos de la España vaciada con pisos turísticos para atraer más turistas a estas zonas que todavía tienen un gran margen de crecimiento, sobre todo de turistas internacionales. Para ello, entre otras cosas, la plataforma propone eximir a los municipios de menos de 10.000 habitantes las restricciones urbanas a los pisos turísticos.
“La aplicación de restricciones pensadas para ciudades podría limitar injustamente el potencial de desarrollo que estas viviendas ofrecen a las zonas rurales de nuestro país. Para evitarlo, resulta esencial avanzar hacia un marco normativo adaptado al medio rural que proteja y potencie los efectos positivos de esta actividad, reconociendo su contribución a la fijación de población, la generación de oportunidades y la cohesión territorial”, defiende un estudio elaborado por Analistas Financieros Internacionales (Afi) para la plataforma.
Los municipios muy rurales -aquellos con menos de 5.000 habitantes y con una tasa de población mayor de 65 años por encima de la media (29,2%) y una tasa de crecimiento de población por debajo (4%)- reciben en España a 13 millones de turistas al año. Esta cifra se divide en 5,9 millones turistas nacionales y cerca de 7,1 millones de turistas internacionales, según los datos recopilados por Afi. Sin embargo, apenas cuentan con algo más de 2.500 hoteles, apartamentos o similares, un 10% del total nacional. Y, de hecho, cerca del 75% de estos pueblos no disponen de ningún alojamiento reglado.
Mientras, el número de viviendas turísticas asciende en estas localidades a 11.200, cuatro veces más que la oferta turística tradicional. Y a esto se une que este tipo de lugares aún tienen un “enorme margen” de crecimiento de la demanda turística, especialmente de turistas extranjeros, frente a las zonas más masificadas del resto del país. En 2024, la suma de municipios españoles obtuvo casi 270 millones de turistas extranjeros, de los que apenas un 2,5% corresponden a municipios muy rurales. Mientras que la tasa de turismo interno se eleva hasta el 8%, cuatro veces más.
Por eso, desde la principal plataforma de alquiler turístico ven a estos municipios como un potente nicho de mercado, si se tiene en cuenta que el turismo nacional se ha estancado en el último año y que el gasto de los turistas internacionales (3.874 millones de euros) es mucho mayor que el de los nacionales (1.690 millones de euros). “Este dato refleja el potencial transformador del turismo internacional en zonas tradicionalmente desconectadas de los grandes circuitos turísticos”, sostiene el informe requerido por la plataforma.
En cifras, la incorporación de una vivienda de uso turístico en cada localidad que no dispone de este tipo de alojamientos podría atraer a más de medio millón de turistas adicionales al año (580.000), con un impacto potencial de 135 millones de euros “en gasto directo que va a parar directamente a comercios y ciudadanos locales”, según el estudio.
Por ello, desde Airbnb defienden un marco normativo que potencie el alquiler turístico en estas zonas. Además de plantear eximir a estos alojamientos de las restricciones de las zonas urbanas, proponen facilitar el registro y el acompañamiento legal a propietarios rurales; dándole más “apoyo institucional” a la promoción de las viviendas turísticas en estas zonas, incluso, priorizándoles en ayudas públicas para digitalización, sostenibilidad y vinculación con el comercio local y dotándoles normativamente de un tratamiento diferenciado.
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