¡Al grano con los cócteles! Esta es la medida justa para disfrutar de un trago perfecto
En las fiestas, la línea entre disfrutar y descontrolarse a menudo se desdibuja. Pero si has escuchado ese consejo trillado de «beber con moderación» proveniente de un libro de autoayuda o un influencer de turno, prepárate para oírlo con renovada autoridad de labios de los principales gurús detrás de las barras más visitadas del país, ‘mixing masters’ de Schweppes, que nos desentrañan los secretos de un buen trago y, sobre todo, defienden la necesidad de poner fin a la barra libre improvisada.
Olvídate del «a ojo», la coctelería moderna exige precisión. Todos aconsejan saborear cada trago y altérnalos con agua. El argumento no es moralista, sino científico: el cuerpo humano puede metabolizar solo ocho gramos de etanol por hora, una cantidad que un gin-tonic supera con facilidad.
Los ‘bartenders’ coinciden: el consumidor español ha evolucionado. «Uno de los más sibaritas que existen», afirma Diego Cabrera, propietario de Viva Madrid y fundador de Salmón Gurú, número 23 del mundo en la ’50 BEST Bars List’. «Busca calidad y valora la creatividad», complementa Colo Linari, ‘head bartender’ de Casanis Group en Málaga.
Nagore Arregui, una de las ‘barmaids’ más reconocidas del país, lo describe como un espectro amplio, desde jóvenes que buscan experiencias especiales hasta veteranos que disfrutan del ritual. Alberto Pizarro, ‘head bartender’ de Bobby Gin Barcelona, destaca la accesibilidad del cóctel en la vida cotidiana, mientras que Borja Cortina, propietario de Varsovia Bar en Gijón y Valencia, lo define como un «gourmet» en busca de diferenciación.
¿Y los gustos? «Dulce, fresco y cítrico», coinciden varios, influenciados por el clima. Mojitos, Palomas (con el Schweppes Pomelo en auge), Gin Tonics y Spritz siguen siendo reyes, pero se abre paso la complejidad con toques amargos.
El medidor dice la verdad: adiós a la improvisación alcohólica
Y aquí está el ‘quid’ de la cuestión: ¿debemos abrazar los medidores en los bares españoles? La respuesta unánime es un rotundo sí.
Alberto Pizarro es tajante: «Si en cocina es completamente normal pesar los ingredientes, lo mismo debería aplicarse a la coctelería».
Borja Cortina argumenta que los medidores garantizan «estandarización y constancia», evitando tragos desequilibrados. Además, destaca el beneficio económico para el local: «Si se busca el mejor ‘mixer’, el mejor hielo… y luego se arruina todo por un exceso de alcohol, se está perjudicando tanto la calidad como la rentabilidad».
Nagore Arregui lo resume: «Una buena copa no es la que más alcohol tenga, sino la que más equilibrio, más balanceo tenga».
Diego Cabrera lo eleva a dogma: «El medidor es una herramienta esencial. Si hay algo en lo que debes invertir, es en un buen medidor».
Marc Álvarez, fundador y propietario de Sips, reconoce que «la cultura de no controlar el volumen del destilado» ha existido, pero enfatiza que al cliente «hay que premiarlo con calidad, con cortesía y con técnica».
Colo Linari agrega que «en la coctelería de nivel, el ‘jigger’ es un estándar».
La dosis justa
La cantidad ideal de alcohol también genera debate. Marc Álvarez, prefiere «menos es más» con 45ml de destilado y 175ml de mixer. Diego Cabrera apuesta por 50-60ml, mientras que Nagore Arregui sugiere 50ml con un 40% de volumen alcohólico y 200 ml de mixer. Borja Cortina acota entre 50ml y 60ml, considerando la graduación del destilado. Colo Linari apunta a un ideal entre 50 y 60 ml. La clave, insisten todos, es el equilibrio.
Guía para beber con cabeza (y sin resaca):
Pero el buen trago no se limita a la medida. Nuestros expertos comparten consejos para disfrutar del cóctel sin castigar al hígado:
Hidratación: el agua es tu aliada. «El agua y la hidratación del hígado son parte fundamental», subraya Marc Álvarez. Diego Cabrera lo eleva a «obligatorio en todos los bares». Nagore Arregui menciona que es la manera en que el organismo no sienta tantos estragos.
Comer es clave. «Acompañar el cóctel con comida siempre es una buena práctica», afirma Alberto Pizarro. Borja Cortina recomienda frutos secos y encurtidos, mientras que Colo Linari sugiere frutos secos, aceitunas, quesos, jamón o ‘snacks’ salados. Marc Álvarez desprecia las gominolas.
Tiempo al tiempo. Los cócteles no son maratones. Marc Álvarez recomienda no tardar más de 15 minutos en beber un cóctel. Diego Cabrera sugiere 15 minutos como ideal, mientras que Nagore Arregui da un margen de 20-30 minutos. Borja Cortina recomienda entre 20-25 minutos. Colo Linari un tiempo de 30-45 minutos.
Confía en el ‘bartender’. «Déjate llevar y confía en el criterio del ‘bartender'», aconseja Nagore Arregui. «Que pregunte», añade Alberto Pizarro, animando a los clientes a explorar y descubrir nuevos sabores.
Alterna con bebidas sin alcohol. «La mejor fórmula es alternar una bebida sin alcohol con la copa o el cóctel», dice Borja Cortina.
La coctelería española está en un momento dulce. Pero para seguir creciendo y consolidándose, es hora de dejar atrás la improvisación y abrazar la precisión, según los expertos. Los medidores no son un enemigo, insisten todos, sino una herramienta para garantizar la calidad, el equilibrio y la rentabilidad. ¡Salud!
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