¿alegría o carga? Los pros y contras de tener un compañero canino
Cuidar de un perro puede ser la mejor decisión de tu vida… o la más complicada. Un estudio reciente analiza los beneficios y desafíos de compartir la vida con estos seres peludos.
Tener un perro es una de las experiencias más comunes y emotivas para muchas personas en todo el mundo. Los perros no sólo son percibidos como compañeros leales, sino que también se asocian con un mayor bienestar emocional, gracias a su capacidad de ofrecer apoyo incondicional. Sin embargo, la ciencia advierte que además de las recompensas emocionales, los perros también requieren un compromiso importante, desde gastos económicos hasta desafíos emocionales y prácticos. Este estudio analiza los aspectos positivos y negativos de la vida con un perro para ayudar a los futuros propietarios a tomar decisiones informadas.
La población de perros domésticos ha crecido enormemente en los últimos años, alentada por una imagen positiva que a menudo promueven los medios de comunicación. Es fácil suponer que tener un perro mejora automáticamente la vida de sus dueños, pero los estudios científicos sugieren que esto no siempre es cierto. Investigaciones anteriores indican que los dueños de mascotas no son necesariamente más felices o más saludables que las personas que no tienen mascotas.
En este contexto, investigadores de la Universidad Eötvös Loránd de Hungría se propusieron explorar las percepciones reales de los dueños de perros. Para ello, pidieron a los participantes que evaluaran 33 afirmaciones relacionadas con la convivencia con perros, calificándolas en una escala de -3 (gran desventaja) a +3 (gran ventaja). También se les pidió que describieran, en sus propias palabras, el mayor beneficio y la mayor carga de tener un perro.
Ganan los positivos… entre los que ya tienen perros
Los resultados mostraron que la afirmación más positiva, con una puntuación media de 2,78, fue la creencia de que los perros alegran la vida de las personas. Por otro lado, la afirmación más negativa fue la corta esperanza de vida de los perros, con una media de -1,67. En general, los aspectos positivos superaron claramente a los negativos, con una puntuación media de 2,06 frente a -0,66.
Según Laura Gillet, autora principal del estudio, los resultados se agruparon en tres categorías principales. El primero abarcaba beneficios emocionales, físicos y sociales, como el amor incondicional y la oportunidad de realizar más actividades al aire libre. La segunda categoría incluía desafíos prácticos y emocionales, como el estrés causado por problemas de comportamiento o enfermedades del perro. Finalmente, la tercera categoría se centró en el compromiso a largo plazo que implica tener un perro, desde el tiempo que requiere el cuidado diario hasta su impacto en la rutina del dueño. Este último aspecto generó opiniones divididas: para algunos fue un beneficio; para otros, una carga.
Tener un perro es caro, la carga de trabajo no importa tanto
El análisis de las respuestas abiertas reveló aún más detalles sobre las experiencias de los propietarios. Más del 60% destacó la relación significativa y valiosa que desarrollaron con sus perros. Muchos describieron a sus mascotas como compañeros honestos y leales, capaces de brindar amor desinteresado. Otros mencionaron cómo los perros ayudaron a mejorar su estilo de vida, promoviendo el ejercicio físico y proporcionando estructura a su vida diaria.
Sin embargo, los costos financieros fueron la principal preocupación para la mayoría de los propietarios: el 95% citó los gastos veterinarios, de alimentación y otros como la mayor carga. Sorprendentemente, los costos emocionales y prácticos se mencionaron menos, y sólo fueron notados por un pequeño porcentaje de participantes.
Los autores concluyen que la experiencia de tener un perro es compleja y varía mucho entre personas. Aunque el estudio encontró un sesgo hacia lo positivo, también subraya la importancia de hablar abiertamente sobre los desafíos. Esto no sólo ayuda a ajustar las expectativas de los futuros dueños, sino que también mejora la relación entre humanos y perros, creando una convivencia más sana y feliz para ambos.
Aunque los perros tienen el potencial de enriquecer nuestras vidas de maneras únicas, también es esencial reconocer las responsabilidades que conlleva cuidarlos. Como toda relación importante, adoptar un perro requiere reflexión, compromiso y, sobre todo, amor incondicional.
REFERENCIA
Costos y beneficios percibidos de tener un perro de compañía según una muestra de conveniencia de dueños de perros.
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