Ante un preocupante aumento de la inflación, el Banco de la República de Colombia ha anunciado que está prevista una serie de subidas de tipos de interés. Esto con el objetivo de reorientar la inflación hacia una meta del 3% para finales de 2027, en un esfuerzo por estabilizar la economía nacional.

En la última reunión de política monetaria celebrada hace siete días se decidió mantener el tipo de interés en el 9,25%, aunque se planteó una posible necesidad de elevarlo para cumplir futuras metas de inflación.

Según las últimas estadísticas, la inflación en noviembre se situó en el 5,3%, evidenciando un estancamiento en el descenso de esta tasa respecto al año anterior.

Desde la autoridad monetaria existe una creciente preocupación por los efectos de una política monetaria menos restrictiva. En concreto, temen que un crecimiento excesivo de la demanda interna en comparación con la capacidad productiva del país agrave los desequilibrios macroeconómicos y obstaculice la reducción de la inflación.

Además, el aumento del costo de la deuda externa y el continuo desequilibrio de las finanzas públicas ejercieron más presión sobre la economía. Estos factores se reflejan en un creciente déficit primario y una mayor necesidad de financiamiento, lo que obliga a adoptar un enfoque más contractivo de la política monetaria, especialmente en un contexto donde la disciplina fiscal sigue siendo difícil de alcanzar.

La más reciente reunión de política monetaria reflejó discrepancias entre sus miembros, donde dos votaron por un aumento de la tasa de interés, mientras que cuatro optaron por mantenerla y tres optaron por reducirla.

Este complicado contexto se ve agravado por una emergencia económica declarada por el Gobierno de Gustavo Petro, tras el rechazo de una reforma tributaria crucial que habría ayudado a financiar el presupuesto del próximo año.