Nairo Quintana se prepara para despedirse del pelotón sin bajar el ritmo. El colombiano afronta la que será su última temporada como profesional en 2025 y lo hace con la misma disciplina que ha marcado toda su carrera. “Esta será su última temporada y seguro que nos hará disfrutar”, dijo Einer Rubio a MARCA.Consciente de que el tiempo se acaba, pero también de que Nairo aún tiene cosas que aportar.

No será un año de grandes remontadas. Tal y como adelantó MARCA, en principio Quintana no formará parte de ningún equipo importante en 2025, una decisión acorde con el momento vital y deportivo del boyacense. “Nairo ya lo ha hecho todo a un gran nivel y Eusebio siempre tendrá la puerta abierta para él en el equipo”, explicó Enric Mas. a este medio, destacando el respeto interior hacia una figura que ya forma parte del ADN del equipo Movistar.

Después de alcanzar un hito importante en su bicicleta (recientemente obtuvo un MBA Ejecutivo en Administración de Empresas y Transformación Digital de la Universidad del Norte de Illinois), Nairo tuvo poco respiro. A su regreso de Estados Unidos se incorporó a la concentración del equipo en Valencia para comenzar la pretemporada. Allí volvió a ponerse el maillot azul en pleno invierno, con el frío y la lluvia, como él mismo dijo en sus redes sociales: «Ahora con un poco de frío todavía, pero estamos con los chicos y saldremos a montar a Valencia. Nos esperan semanas con mucha lluvia».

En esta concentración comparte el trabajo con una nómina renovada y presencia colombiana. Además de Quintana, Einer Rubio y Diego Pescador permanecen en el plantel principal, mientras que Jhonatan Guatibonza se suma a la estructura juvenil de la cantera. Un detalle que refuerza el papel de Nairo como referente para los jóvenes, dentro y fuera de la carretera.

Porque su silueta ya trasciende los resultados inmediatos. Ganador del Giro de Italia en 2014, campeón de LaVuelta en 2016, doble podio en el Tour de Francia y símbolo del despegue definitivo del ciclismo colombiano en la élite, Quintana cerrará su carrera con un récord que pocos pueden disputar. Escalador puro, discreto y constante, durante años fue la esperanza de un país entero cada vez que la ruta se hacía más empinada.

2025 será, por tanto, una despedida sin fuegos artificiales, pero llena de significado. Sin los grandes focos ni la presión de la general, pero con la experiencia como valor añadido en un Movistar que vuelve a mirar al futuro. Nairo se marcha como siempre vivió en el pelotón: trabajando en silencio, pedaleando con sentido y dejando un legado que va mucho más allá de las victorias.