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arquitectura típica, pozas y ermitas en el bosque

arquitectura típica, pozas y ermitas en el bosque
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  • Publisheddiciembre 10, 2025



Su casa madrileña en Pozuelo de Alarcón, Valencia –su tierra natal–, Nueva York, su destino recurrente, y ahora el sur de Ávila. Juan del Val y Nuria Roca encontraron en Candeleda el refugio rural que buscaban, un lugar donde desconectar y disfrutar de la vida en familia. Desde que compraron su casa la primavera pasada, se les ha visto con frecuencia en este hermoso pueblo de montaña con sus tres hijos, mientras avanzan en una renovación que se está convirtiendo en su proyecto más emocionante del año. Para hacerlo realidad, invirtieron en esta obra el millón de euros que ganó Juan del Val con el Premio Planeta.

Juan del Val y Nuria Roca compran una casa en la Sierra de Gredos© nuriarocagranell
Juan del Val y Nuria Roca en su refugio en la Sierra de Gredos.

Al sur de Ávila, casi tocando Extremadura, entre la sierra de Gredos y el valle del Tiétar, Candeleda es un pueblo que tiene algo especial: aire cálido -más cálido y húmedo que otras regiones de la provincia- y un aire casi andaluz, con sus casas con balcones floridos y plazas plantadas de palmeras. Con razón se la llama la “Andalucía” de Ávila.

Casa de las Flores, Candeleda, Ávila© José Antonio – stock.adobe.com
Casa de las Flores.

Pasear por su casco antiguo es como regresar a una ciudad que ha decidido no huir. Las calles adoquinadas, la casas con entramado de madera y aleros de madera y maceteros colgantes, los vecinos que aún se saludan por el nombre…, todo tiene un ritmo tranquilo. Nada más empezar a caminar se llega a la Plaza Mayor y se ve la Casa de las Flores, un edificio tradicional que alberga en su interior un curioso museo de juguetes de hojalata, ideal para nostálgicos. Cerca, en una pequeña plaza, la iglesia gótica rural de Nuestra Señora de la Asunción, con su torre cuadrada.

Calle Candeleda. Valle del Tiétar. Ávila
Arquitectura tradicional de Candeleda.

La Casa de la Judería, que conserva el encanto de una casa típica del siglo XV –con sus paredes de adobe, vigas de madera, tejas árabes y aquellas sartenes utilizadas para secar higos, pimientos y flores– y ahora es un espacio cultural, sorprendiendo en la calle de la Amargura, en la antigua judería, que gira en torno a la plaza del Herreñal y se amplía con otros de nombres evocadores: Rosa, Luna, Sol, Fortuna…

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, Candeleda. Valle del Tiétar. Ávila© Alamy Foto de stock
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

Entre las idas y venidas por las calles, los bares parecen detenerse a degustar unas croquetas caseras o las famosas queso de cabra asado con miel de la Vera o las patatas revolcona de La Taberna de la Vera, en la calle Real, aliñadas con el famoso pimentón de Candeleda.

Gargantas de la comarca de Candeleda, Ávila
Las gargantas son el refugio de verano al sur de Ávila.
Santuario de Chilla, Candeleda, Ávila
Santuario de Chilla.

Lo mejor de Candeleda no sólo se encuentra en sus calles. También lo es el entorno natural que lo rodea. Las gargantas bajan recién desde Gredos, formando charcos de agua clara donde hay que bañarse. El de Santa María es el más accesible: atraviesa el propio centro de la ciudad y, junto a él, se conservan edificios antiguos como molinos y puentes de piedra. Camino al santuario de la Virgen de Chilla –una preciosa ermita en medio del bosque y lugar de devoción de los candeledanos – es la quebrada de Chilla, con numerosas pozas y pequeñas cascadas. Más arriba, en plena montaña y menos frecuentadas, se encuentran las Gargantas Blancas; y, aún menos conocidas, las gargantas de Tejea, que requieren una caminata más larga para llegar a sus tramos más bellos.

Un poco más arriba, ya en las faldas de la montaña, se encuentra el Fuerte Celta El Raso, uno de los yacimientos más importantes del Vetón de la región. Para conocer su historia, su origen, su sistema defensivo, su urbanismo y su forma de vida se organizan visitas guiadas (de miércoles a domingo y previa reserva en castroceltaelraso@gmail.com). Además, en el Museo Arqueológico Municipal de El Rasoen el barrio del mismo nombre se exponen piezas encontradas durante las excavaciones: urnas funerarias, ajuar doméstico, monedas romanas, etc.

Sierra de Gredos, Ávila© @nuriarocagranell
Primera nevada de la temporada en la Sierra de Gredos.

A partir de ahí, las opiniones de Almazor – el pico más alto de la Sierra de Gredoscon 2592 metros Son espectaculares: el valle se extiende a lo lejos, lleno de huertas, olivos y senderos que se pierden entre robles y encinas. En verano es una postal verde; en otoño, uno muy diferente en tono ocre.

El Vergel de Chilla, Ávila© @elvergeldechilla
El Vergel de Chilla, Ávila© @elvergeldechilla

QUEDARSE A DORMIR

Como ya hacen Juan del Val y Nuria Roca, venimos a este rincón del sur de Ávila para recargar pilas, respirar el aire puro de la montaña y disfrutar de numerosas actividades al aire libre. Para alojarse, varias opciones combinan el lujo campestre y una magnífica ubicación. El Hotel Nabia (hotelnabia.es) ofrece unas vistas impresionantes y una piscina; La Casa de los Tomillares (lacasadelostomillares.es) es perfecta para desconectar en plena naturaleza; el Hotel Rural El Camino (hotelruralelcamino.es) es un retiro tranquilo con piscina natural; Al lado del santuario se encuentran Las Terrazas de Chilla (lasterrazasdechilla.com); y El Vergel de Chilla (elvergeldechilla.com) ofrece tres acogedoras casas de estilo provenzal que comparten una piscina.



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