El Estado Islámico informa, en su semanario An Naba 525, publicado hoy, que en la última semana ha asesinado a diez cristianos congoleños en la región de Lubero y ha acabado con la vida de los soldados regulares que protegían la zona y quemó las casas e iglesias de los creyentes.

Tres cristianos fueron asesinados en Ituri, mientras que en otra acción atacaron la aldea de Edoho, en la misma región, y mataron a tres creyentes más «en su persecución».

Cuatro cristianos fueron asesinados en Lubero. «En detalle, con la gracia de Dios Todopoderoso, el jueves, los soldados del Califato asaltaron la aldea de Ikobais. En la región de Lubero mataron a dos cristianos por el cuello (…) También asaltaron el mismo día la aldea de Ombol y mataron a otras dos personas de la misma manera (…) También mataron a siete guerreros, capturaron a otros nueve y quemaron 20 casas.»

La misma siniestra letanía de los yihadistas y la misma falta de respuesta a sus continuos crímenes, salvo los intentos de algunos sectores de negar la realidad y atribuirla a “bandidos”. Los terroristas ya están ocupados ofreciendo todos los detalles para exponerlos, lo que no deja de ser un sarcasmo trágico ya que en el medio Hay vidas humanas asesinadas en una «guerra de religión», como dice el propio Estado Islámico.