Así es como estas bacterias inofensivas pueden combatir los tipos de cáncer más mortíferos
Un equipo de investigadores desarrolla una bacteria genéticamente modificada que invade los tumores y evita otras terapias más agresivas
Imagen: La aspirina hace que las BacID (turquesa) expresen flagelos (líneas turquesas), invadan las células cancerosas (contorno de puntos) y administren la terapia intracelularmente (verde). Crédito: Universidad de Massachusetts Amherst
En los últimos años, los avances en ingeniería genética han revolucionado el uso de bacterias como herramientas médicas. Las bacterias genéticamente modificadas están diseñadas para atacar tumores y liberar medicamentos directamente en las células cancerosas, reduciendo los efectos secundarios. Este enfoque aprovecha la capacidad natural de ciertas bacterias, como Salmonelapara localizar tumores, sino que los modifica para garantizar su seguridad y eficacia en humanos.
Un equipo de científicos de la Universidad de Massachusetts Amherst y Ernest Pharmaceuticals ha dado un paso importante en esta área al desarrollar una terapia bacteriana no tóxica, llamada BacID, que podría cambiar la forma en que se tratan los cánceres más mortales, como el de mama. Cáncer de hígado, ovario y mama metastásico.
La clave de esta innovación es la manipulación genética de la bacteria. Salmonelaque ha sido modificado para que sea seguro y eficaz. El sistema desarrollado permite que las bacterias crezcan exclusivamente en tumores y liberen medicamentos directamente en las células cancerosas, todo ello sin dañar los tejidos sanos. Esta terapia utiliza aspirina como un «interruptor» para activar el proceso, asegurando un control preciso sobre cuándo y cómo las bacterias invaden las células cancerosas.
Según Neil Forbes, profesor de ingeniería química en la UMass Amherst y autor principal del estudio, este desarrollo reúne todas las piezas necesarias para avanzar hacia un tratamiento bacteriano eficaz para el cáncer. Los ensayos clínicos con pacientes están previstos para 2027, lo que marca un hito importante en el tratamiento de los cánceres en estadio avanzado.
El funcionamiento de esta innovadora terapia es sorprendentemente simple y eficaz. En primer lugar, las bacterias modificadas se inyectan por vía intravenosa. Una vez en el cuerpo, la bacteria es rápidamente eliminada por el sistema inmunológico en los tejidos sanos, mientras que prolifera sólo dentro de los tumores. Tres días después, el paciente toma una dosis de aspirina, que activa las bacterias para invadir las células tumorales y comenzar la terapia.
El papel de la aspirina en este proceso es crucial. Los investigadores descubrieron que la producción de flagelos, estructuras que permiten a las bacterias moverse y penetrar en las células tumorales, puede controlarse genéticamente mediante un compuesto presente en la aspirina, el ácido salicílico. De esta forma, las bacterias permanecen inactivas hasta que el paciente toma la aspirina, reduciendo los riesgos de invasión de células sanas o eliminación prematura de las bacterias antes de que lleguen a los tumores.
Otra característica notable del sistema es el «circuito suicida» de la bacteria. Una vez dentro de las células cancerosas, las bacterias se autodestruyen, liberando así los medicamentos directamente en las células malignas. Esto aumenta significativamente la concentración del tratamiento en el tumor, algo que las terapias tradicionales, como la quimioterapia, no consiguen por su efecto sistémico.
El Dr. Vishnu Raman, autor principal del estudio y director científico de Ernest Pharmaceuticals, explicó que uno de los mayores desafíos era garantizar la seguridad del tratamiento. Gracias a modificaciones genéticas, el equipo logró hacer que la bacteria sea 100 veces más segura que las versiones probadas anteriormente. Raman también señaló que la simplicidad del tratamiento podría permitir a los pacientes realizar parte del proceso en casa, simplemente tomando una pastilla de aspirina después de la infusión inicial.
En modelos preclínicos con ratones, los resultados han sido prometedores. Las bacterias crecen exponencialmente en los tumores durante los primeros días tras la inyección, mientras el sistema inmunológico elimina cualquier rastro de ellas en los tejidos sanos. El uso de aspirina activa la fase final de invasión y administración del tratamiento, demostrando una eficacia significativa y una reducción notable de los efectos secundarios.
El equipo de UMass Amherst y Ernest Pharmaceuticals está trabajando ahora en los pasos necesarios para obtener la aprobación regulatoria y llevar esta terapia a ensayos clínicos con pacientes humanos. «Estamos viendo un enorme crecimiento en el campo de los tratamientos contra el cáncer basados en microbios», afirmó Raman. «Estamos orgullosos de estar a la vanguardia de este emocionante avance».
Si todo va según lo previsto, esta tecnología podría suponer una revolución en el tratamiento de cánceres agresivos, ofreciendo a los pacientes una alternativa más segura, eficaz y menos invasiva que las terapias tradicionales.
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