Así se ha ‘colado’ en la prensa económica Pinkfong, la pequeña empresa familiar con sede en Seúl que está detrás de uno de los fenómenos del siglo en entretenimiento infantil. Así es ‘Baby Shark’, un dibujo animado sobre una familia de tiburones que gracias a su pegadiza música ha dado con la clave del éxito del algoritmo y ya acumula más de 16.424 millones de visualizaciones en YouTubeconvirtiéndolo en el vídeo más visto en la historia de la plataforma.

El vídeo -de apenas dos minutos de duración- alcanzó ese hito en noviembre de 2020, cuando, en pleno confinamiento por la pandemia -con niños de todo el mundo encerrados en sus casas- desbancó del liderazgo en YouTube a la canción ‘Despacito’, de Luis Fonsi.

De hecho, ‘Bebé tiburón’ (en español) circula en las redes desde 2016 y desde entonces se ha convertido en el sello de la compañía coreana, aunque no en su negocio más lucrativo, explican desde la agencia Bloomberg. Aprovechando el éxito de esta canción infantil, Pinkfong ha pasado en diez años de ser una pequeña startup a un negocio global centrado en contenidos de entretenimiento para prácticamente todas las redes y plataformas sociales.

La empresa fue fundada en 2010 por Kim Min-seok, Lee Ryan Seung-kyu y Park Hyun-woo, tres empresarios coreanos que hasta entonces se habían dedicado al desarrollo de videojuegos. Según explicó el medio coreano Korea JoongAng Daily en 2018, en un principio el trío se debatió entre hacer contenido infantil o videojuegos, pero optaron por la segunda opción dada la competencia que ya existía en la industria del juego en Corea. La ayuda económica del padre de Kim Min-seok, dueño de una importante editorial de ese país (Samsung Publishing Co) donde ya había trabajado Kim Min-seok, fue clave. Según Bloomberg, gracias a su participación en la empresa, la fortuna de la familia Kim se estima actualmente en 169 millones de dólares, «en gran parte gracias a la canción ‘Baby Shark Dance'», afirma el medio estadounidense.