Breve inventario de pros y contras
No soy enemigo de las nuevas tecnologías de la comunicación. Incluso hice literatura futurista sobre ellos. Sólo odio la fascinación mágica que producen y la posterior sumisión, común a toda adicción. Si bien es necesario reconocer que la hiperconectividad y el screenismo alivian la epidemia de soledad que azota al mundo desarrollado, han encapsulado y aislado de la realidad a muchos jóvenes y adultos, así como obligado a personas que no tienen piernas para correr, al imponer la rápida progresión de las técnicas a través de la obsolescencia virtual programada. Sin embargo, para aquellos que buscan algo voluntario "soledad" (diferente del forzado "soledad"según el reciente ensayo de Andrés Ortega, Ed. Nobel 2025), se ve facilitado por el hecho de quedar fuera de la carrera o fingir: un espacio inesperado para una vida consciente y libre de ruido, detrás del ruido digital masivo.
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