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Bruselas fiscalizará las subvenciones a ONG y Mónica García enfurece

Bruselas fiscalizará las subvenciones a ONG y Mónica García enfurece
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  • Publishedjunio 27, 2025




Lo que comenzó como una investigación sobre el uso de fondos europeos para condicionar la opinión pública ya ha resultado en una batalla política de primer orden. Como avanzó Mercado libre, Bruselas ha sido indicada repetidamente para permitir que las ONG teóricamente independientes usen recursos de la comunidad Para promover campañas ideológicas en áreas clave como el medio ambiente, la energía, la migración … y ahora también la salud.

Lejos de ser atenuado, el fenómeno se intensifica. La última controversia gira en torno a las organizaciones vinculadas al campo de la salud, que está viendo que su financiamiento recorta o condicionada Dentro del marco del programa EU4Health. La Comisión Europea, presionada por grupos parlamentarios de centro-derecho y derecho, ha comenzado a restringir que estas entidades usan fondos públicos para actividades de lobby o incidencia política, considerando que esto implica un «riesgo reputacional» para las instituciones de la UE.

La semana pasada, el Parlamento Europeo aprobó la creación de un grupo de trabajo para investigar el financiamiento que reciben las ONG por la Unión Europea, en una victoria clave para los grupos políticos de la derecha.. La iniciativa, promovida por el Partido Popular Europeo (PPE) y con el apoyo de los conservadores y reformistas europeos (ECR) y el grupo de Patriotas en Europa (PFE), representa el último paso en la ofensiva dirigida por las fuerzas del Centro a la derecha de aumentar el control sobre el uso de fondos comunitarios de las organizaciones que, en muchos casos, actúan como un cinturón de transmisión de la agenda institucional. En contraste, las formaciones centrales y extremas de izquierda: socialistas y demócratas, renovan Europa, Los Verdes y la izquierda) votó en bloque contra esta medida de transparencia.

La reacción de la izquierda

Después de la derrota, la izquierda ha ido al rescate de estas entidades que ha financiado tan generosamente a lo largo de los años. En una reciente reunión de ministros de salud celebrados en Bruselas, tres titulares – Mónica García para España, Denis Kordež para Eslovenia y Frank Vandenbroucke de Bélgica, defendieron explícitamente el financiamiento de estas ONG. Según Mónica García, las organizaciones en cuestión son «absolutamente cruciales» para las políticas de prevención de la salud, por lo que pidió mantener o incluso expandir su apoyo económico. Vandenbroucke fue un paso más allá y cargado contra el sector privado, asegurando que estas entidades actúen como «contrapeso necesario contra el creciente grupo de lobbies financiados por la industria».

El ministro español, mientras tanto, omitió cualquier referencia a quejas sobre el uso partidista o ideológico de estos fondos. Tampoco pronunció sobre las advertencias del Tribunal de Cuentas de la UE, que recientemente advirtió sobre la distribución de miles de millones de euros a ONG sin mecanismos de supervisión efectivos. Solo en el marco del programa EU4HealthEl presupuesto asciende a 5.300 millones de euros para el período 2021-2027, aunque ya se han reducido 1,000 millones que se han desviado a otros fines.

Campañas ideológicas con dinero público

Como explicó estos medios en un informe anterior, la Comisión Europea ha promovido —El a menudo a través de programas como Vida cualquiera CuenteCampañas orquestadas que replican su narrativa regulatoria, desplazando cualquier disidencia del debate público. Ahora el enfoque está en el campo de la salud, donde artículos contra productos como Vapeo o Nicotine Bolss se han multiplicado explosivamente, sin voces críticas o contraste informativo. Solo en 2024, se han detectado más de 140 publicaciones sobre este tema en los medios españoles, en comparación con solo cinco en todos los 2023.

En el fondo, organizaciones como Ense, un beneficiario de la red de fondos europeos, aparecen como nodos de los cuales se articula esta ofensiva que no busca informar y condicionar la agenda legislativa. Todo esto justo cuando Bruselas se prepara para revisar las regulaciones de la comunidad sobre productos de nicotina.

Bruselas cambia el paso

Frente a las crecientes críticas, la Comisión ha comenzado a moverse. La Agencia Ejecutiva de Salud y Digitalización (Hadea)responsable de distribuir los fondos, Ha enviado cartas a varias ONG de salud que advierten que ya no pueden asignar dinero de la comunidad para presionar actividades. Reuniones con funcionarios, envío de informes, elaboración de materiales políticos o identificación de Eurodiputados para presionar … Todo esto ahora se considera no financiación.

La decisión llega en un momento delicado. La ONG del sector de la salud ha reconocido ser actividades de reducción y descartar al personal debido a la falta de certeza sobre los fondos de 2025. Algunos denuncian que no han podido pagar salarios durante meses. Uno de los principales afectados, la Alianza Europea de Salud Pública, advirtió que está «explorando todas las opciones legales, políticas y financieras para sobrevivir».

Figuras que se preocupan

A nivel general, La UE asigna 2.400 millones de euros al presupuesto de comunicación y medios en el período 2021-2027, de los cuales una parte cada vez mayor se canaliza a las ONG y plataformas que actúan como vehículos de influencia. En el campo ambiental, 30 ONG recibieron más del 40% del total de fondos comunitarios entre 2014 y 2023, lo que significó un volumen conjunto de 3,300 millones de euros.

Si bien Bruselas ha tratado de justificar este apoyo como una forma de «fortalecer la democracia», el resultado ha sido, en muchos casos, una red de entidades que depende del dinero público que repite el argumento de la Comisión a la carta. Desde campañas contra la energía nuclear hasta la promoción de políticas de migración maximalistasel fenómeno de los «euro-marionetas» descrito por el Instituto de Asuntos EconómicosSe repite con precisión casi mecánica.

La pregunta de fondo

Lo que está en juego no es solo una distribución presupuestaria, sino una concepción de la sociedad civil en la democracia europea. Mientras que los sectores izquierdistas reclaman más dinero para las ONG que, en la práctica, actúan como hablantes de la agenda comunitaria, las voces que exigen transparencia, responsabilidad y pluralismo real crecen.

¿Se puede considerar una ONG independiente si depende casi por completo de los subsidios públicos? ¿Es legítimo que estas entidades usen el dinero de todos para promover campañas ideológicas sin espacio para el debate? ¿Deberían la UE financiar a quienes ejercen lobby a favor de sus propias políticas? Estas son preguntas incómodas que hasta ahora fueron respondidas con silencios o aplausos. Pero algo está cambiando en Bruselas.



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