«No necesitamos realizar ninguna operación ni en España ni en el extranjero. Nuestra intención es crecer de forma orgánica». El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha descartado así que el banco se plantee lanzar una opa a nivel español o internacional, porque «nuestro modelo de negocio actual es muy bueno, ya tenemos oficinas en varias ciudades y ya hicimos los deberes hace mucho tiempo. Nuestra escala actual es correcta en España y BPI también se beneficia de ello en Portugal».

Gortázar Gortázar ha defendido tras la presentación de resultados hasta el tercer trimestre, periodo en el que el banco ganó 4.397 millones de euros, el 3,5%, que es necesario facilitar que los procesos de opas sean «más rápidos para mejorar la competitividad», después de que se hayan ampliado demasiado los plazos de la fallida oferta de BBVA por Banco Sabadell. Por ello, ha defendido recalibrar «la defensa del consumidor a toda costa frente a la creación de grandes empresas» y ha reclamado «más claridad en cuestiones de competencia» a nivel comunitario, dado que cualquier operación que suponga pasar a la «fase dos» en Bruselas puede tardar un año y medio, lo que puede «desalentar un poco» a los potenciales postores.

También ha pedido que, «en la medida en que haya más claridad en cuestiones de competencia, a priori debería ser más fácil, porque cualquier empresa que pueda estudiar una opa y piense que puede pasar a la fase 2 y tardar 18 meses, puede desanimarse, aunque reconoce que es un «problema difícil de resolver», ya que los análisis de competencia «son complejos y no se pueden hacer rápidamente», una situación que afecta tanto al sector bancario como al resto.

También ha afirmado que «tendría sentido aclarar» cómo se fija el precio de una segunda opa al contado en situaciones como la que casi se produce entre BBVA y Sabadell, por lo que también ha subrayado que el fracaso de esa opa no «cambia ni un ápice» los planes de CaixaBank, que no había incorporado a sus proyecciones financieras ninguna ganancia o pérdida derivada del resultado de la operación.

Asimismo, ha apuntado que no ven en el resto de Europa «la misma dinámica de creación de valor que hay en España» y que no hay oportunidades para generar sinergias de costes, además de que para realizar una opa fuera de España hay que pagar una prima «que es difícil de recuperar».

Respecto a la crisis inmobiliaria, Gortázar cree que el mercado hipotecario está «lejos de una situación de sobrecalentamiento» desde el punto de vista de la calidad crediticia de las entidades, a pesar de que «existe a nivel social un problema de acceso a la vivienda». Pronosticó que la alta actividad y la escalada de precios continuarán mientras exista «un mercado desequilibrado desde el punto de vista de la oferta y la demanda».

La concesión por parte de CaixaBank de nuevas hipotecas para adquisición de vivienda se ha disparado un 39% en los nueve primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2024, y el banco mantiene una cuota de mercado del 25,6% en nuevas concesiones. El 93% de los préstamos hipotecarios se han concedido a tipo fijo, el 6% a tipo variable y el 1% son mixtos. En este contexto, Gortázar ha subrayado que los precios de la vivienda usada «siguen en términos reales por debajo del nivel que alcanzaron durante el boom inmobiliario» y la aportación del sector de la construcción al PIB español es la mitad de lo que era cuando estalló la burbuja hace más de una década.

Gortázar explicó que el crecimiento del crédito, especialmente del hipotecario, que está registrando el sector bancario español no «está desarrollando un problema en el futuro», y recordó que el apalancamiento privado en España es 30 puntos porcentuales inferior a la media europea. «Con estos niveles de apalancamiento difícilmente podemos decir que se estén sentando las bases de una burbuja», aunque ha apuntado que eso no significa que no haya un problema de acceso a la vivienda por el aumento de los precios, que ha atribuido a «la falta de oferta». Junto a ello, estima que el buen comportamiento de la economía y el aumento de la renta bruta disponible, junto con la contención de los tipos de interés, contribuyen a que el mercado inmobiliario siga subiendo.

«Al final, más que cuánto cuesta, (lo importante) es cuánto puedes pagar».