CAMBIO CLIMÁTICO Y PRECIO VIVIENDA
El calentamiento global está afectando de forma progresiva a cada vez más ámbitos de nuestra vida cotidiana: el bienestar en las ciudades, la salud, la agricultura o incluso el turismo. Pero lo que no se sabía hasta ahora es que también está afectando al precio de la vivienda, tanto en régimen de compra como de alquiler. Así lo ha demostrado un estudio elaborado por tres expertos españoles en economía.
[–>[–>[–>Analizando los anuncios de venta y alquiler de pisos en 47 ciudades españolas, capitales de provincia, entre los años 2009 y 2024, los autores de dicho estudio confirmaron que el calor extremo afecta al valor de los inmuebles, haciéndolo bajar. En cambio, allí donde las temperaturas se mantienen más frescas (el norte de la Península), los precios tienden a subir.
[–> [–>[–>1,40 euros menos el metro cuadrado
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El estudio, elaborado por Simón Sosvilla-Rivero, catedrático de Análisis Económico de la Universidad Complutense de Madrid; Adrián Fernández-Pérez, del University College Dublín, y Marta Gómez-Puig, de la Universitat de Barcelona, demuestra que por cada día extra con temperaturas superiores a 35ºC, el metro cuadrado baja 1,40 euros en las compraventas, y 0,0059 euros si se trata de alquiler. Aunque pueden parecer cantidades pequeñas, marcan una tendencia ininterrumpida durante el periodo analizado.
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Aviso sobre el calor extremo en la ciudad de Zaragoza / Efe
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“Es decir, en el caso concreto de una vivienda media de 120 metros cuadrados, esta bajada supondría una pérdida aproximada de 117,6 millones de euros al año en ventas y medio millón de euros anuales en alquileres para los propietarios”, señalan los autores.
[–>[–>[–>Lo contrario en las provincias más frescas
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Pero hay provincias en España que salen ganando con esta situación. En concreto, las regiones que tradicionalmente disfrutan de temperaturas más frescas se benefician del calor de las demás. En esos casos, los precios de venta suben hasta 2,80 euros por metro cuadrado, mientras que los alquileres suben en torno a 0,012 euros, lo que supone un beneficio de unos 235 millones de euros al año en ventas, y un millón en alquiler para los propietarios.
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Los autores del análisis no tienen dudas a la hora de augurar una especie de migración climática de la inversión inmobiliaria en nuestro país. “Este desplazamiento de valor, que vinculamos con patrones de migración climática interna, tiene implicaciones profundas para el futuro del urbanismo, la inversión inmobiliaria y la planificación territorial. ¿Estamos ante una nueva forma de gentrificación climática? ¿Se convertirán las regiones más frescas en los nuevos polos de atracción residencial? El estudio sugiere que sí, y que este proceso ya está en marcha”, señalan.
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[–>“Un factor silencioso, pero persistente”
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Y es que, del mismo modo que en Estados Unidos o en China se han documentado caídas de precios en zonas afectadas por huracanes, grandes incendios o inundaciones, en España parece estar sucediendo lo mismo, pero a causa del calor extremo. Este fenómeno “emerge como un factor silencioso, pero persistente: no destruye viviendas de forma inmediata, pero erosiona su atractivo y su valor a medio plazo”.
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Valencia, otra de las ciudades afectadas por la bajada de precios / dreamstime
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El hallazgo demuestra que los mercados financieros e inmobiliarios no son inmunes al clima y, además, cuando los precios de la vivienda caen, los afectados no solo son los propietarios, sino también los ingresos fiscales de los ayuntamientos, la inversión en infraestructuras e incluso la cohesión social.
[–>[–>[–>“El desplazamiento de la demanda hacia provincias más frescas refleja un fenómeno que los investigadores denominan ‘migración climática’. Aunque solemos asociar este concepto a movimientos internacionales, lo cierto es que también ocurre dentro de un mismo país. En España, el calor extremo puede acelerar la salida de población de zonas del sur y del interior hacia regiones del norte o de mayor altitud, donde la calidad de vida se percibe como más sostenible”, señalan los expertos.
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