CASO JUANA CANAL | Episodio 1: «Al entrar en casa estaba todo oscuro y lleno de cuchillos y tenedores tirados por el suelol»
“Recuerdo oscuridad. La primera impresión que tengo de esa casa es la oscuridad. No sé por qué”. Se llama Inmaculada Castro. La escena que describe sucedió en febrero de 2003, más de 20 años atrás. Esa casa, la que describe, es la de su tía, Juana Canal. “Estaba muy oscura y muy desordenada”. Horas antes, se había activado la alarma. Su tía, según encontraron en una nota, se había ido de casa. Sin despedidas y con lo puesto. Lo había dejado todo, incluido a sus hijos.
[–>[–>[–>Uno de ellos, Sergio, vivía con ella en un piso del madrileño barrio de Ciudad Lineal. El joven tenía 18 años recién cumplidos. Junto a los dos vivía también Jesús Pradales, pareja de su madre. Juana había reconstruido su vida tras su separación. “Recuerdo…”, continúa Inma, “que Sergio estaba muy asustado. Él era un crío sin su madre”. Juani no regresaba. Algo chirriaba. Casi de inmediato pusieron la denuncia por desaparición. Tras salir de la comisaría, “fui con Sergio a su casa para que no estuviese solo y a esperar a que Juani, a que mi tía, volviese”. Esperaron durante dos décadas. No regresó.
[–> [–>[–>[–>[–>[–>Se llamaba Juana Canal y durante 19 años buscaron sin respuesta. Desde este jueves 18 de diciembre, y a lo largo de tres episodios, En Paradero Desconocido – el pódcast de PRENSA IBÉRICA que puede escucharse en este medio y en el resto de los diarios del grupo editorial y en las principales plataformas de audio, se adentra en el caso de la mujer desaparecida en Ciudad Lineal en febrero de 2003. Lo disfrazaron de marcha voluntaria pero la realidad descubrió un crimen machista silenciado durante casi dos décadas.
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El primer día, esperando respuestas, Inmaculada se instaló en casa con su primo. “La primera impresión que tengo de esa casa es la oscuridad”, incide, “recuerdo la cocina”, describe, “había como un pequeño aparador. Los cajones volcados. Todo lleno de cubertería, cuchillos, tenedores… todo tirado por el suelo”.
[–>[–>[–>“Tu madre se ha ido”
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“Sergio, hemos vuelto a discutir. Tu madre se ha tomado un montón de pastillas y se ha ido. Ha habido un momento en el que se ha quedado muy grogui y me ha amenazado con beber. Voy a buscarla”. Esa nota, ese trozo de papel, es lo único que encuentra Sergio cuando llega a casa el 24 de febrero del año 2003. Está escrita por Jesús Pradales, el novio de su madre, Juana Canal. Sergio convive con ambos en un piso de Ciudad Lineal en Madrid. La noche en la que Juana desaparece, el joven de solo 18 años, no está en casa.
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“Desde el primer momento, yo veo señales de que algo no va bien”. A la voz de Inma, sobrina de Juani, se suma la de Ana María, hermana de la desaparecida. “Al igual que Sergio también lo sospechó”, afirma. “Juani no se lleva absolutamente nada. Es como si yo ahora mismo estoy aquí sentada y, con lo puesto, salgo corriendo. Yo no cojo DNI, yo no cojo tarjeta de banco, yo no… No cojo absolutamente nada…”, reconstruye.
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[–>“Estábamos muy nerviosos y Sergio muy asustado. No se qué hora sería… De madrugada, ya sobre la una a las dos, suena la puerta… Era él”
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Ana María e Inmaculada reviven a lo largo del primer capítulo del pódcast las primeras horas tras encontrar la nota. Cómo se sintieron. La noche avanzaba y Juani no regresaba. ¿Dónde está? ¿Se habrá ido de verdad? “Tranquilos no estábamos”, recuerda la joven sobrina, “porque fuimos incapaces de dormir en la habitación”. Inmaculada y su primo Sergio esperaban en casa el regreso de la mujer. Si se fue como leyeron, no tardaría en volver. Jamás se iría sin más. “Dormimos los dos en el salón, había dos sillones situados en L. Sergio durmió en uno y yo dormí en el otro porque éramos incapaces de irnos a la habitación… Estábamos durmiendo, agarrados de la mano porque no era una situación agradable”, recuerda. “Estábamos muy nerviosos y Sergio muy asustado. No sé qué hora sería, era de madrugada, ya sobre la una a las dos suena la puerta… Era él”. Él, a quien se refiere Inmaculada, es Jesús Pradales. Entonces pareja de Juani -como la llaman en casa-, la última persona que estuvo con ella en casa cuando se perdió su rastro y autor de la nota que alertó a todos de la desaparición.
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Ante los micrófonos de Prensa ibérica, a lo largo de los tres episodios que ocupa el caso de Juana, se sumarán las voces de Ángel, cuñado de la desaparecida, y Juan Manuel Medina, abogado que ha defendido a la familia 20 años después. En tres entregas, el pódcast ahondará en la desaparición y la fallida investigación inicial que dio por buena la marcha voluntaria (primer episodio); narrará el hallazgo que cambiaría todo, 19 años después, en la segunda entrega; y el juicio, en la tercera, que dictó culpable de homicidio a Jesús Pradales, autor de la nota, y pareja en aquel momento de Juana Canal.
[–>[–>[–>Inmaculada, Ana María y Ángel, familia de la mujer, trazan un perfil de Juani. Su historia, su vida, su forma de ser. Hablan a corazón abierto de la dureza de esperar, de buscar durante 20 años y el dolor ante la dejadez policial.
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Para añadir más dolor al dolor, los restos de la mujer fueron hallados en 2019, este hecho no se notificó a la familia hasta 2022, momento en el que Prensa Ibérica lanzó un reportaje recordando su desaparición.
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Durante casi 20 años la familia de Juani vivió con la hipótesis policial única de la marcha voluntaria. La realidad era otra. Esa misma madrugada había muerto asesinada por el autor de la nota. Su cuerpo, repartido en dos maletas, apareció en una finca familiar de él, dos décadas después.
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En Paradero Desconocido camina junto a su familia por esos casi 20 años de desaparición.
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