China acaba con la trampa mortal de los tiradores enrasados de los coches eléctricos
Los tiradores enrasados en las puertas de los coches han sido uno de los símbolos más visibles del diseño en la era de los coches eléctricos. Ocultos a la vista durante la marcha y desplegables solo cuando el coche se abre para dar acceso al habitáculo, estas soluciones han servido para mejorar la aerodinámica y, con ello, ganar autonomía. Pero la búsqueda del diseño perfecto se ha topado con una cuestión fundamental: la seguridad.
[–>[–>[–>El Gobierno de China ha decidido actuar, poniendo el foco esta tecnología. A partir del 1 de enero de 2027, todos los vehículos nuevos vendidos en su territorio deberán cumplir una norma que obliga a rediseñar por completo los sistemas de apertura. Esto se debe a varios accidentes recientes en los que estas manijas invisibles se han convertido en una trampa mortal para los ocupantes del vehículo siniestrado.
[–> [–>[–>Manija empotrada Kia EV4 / Kia
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El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT) ha presentado un borrador normativo que, por primera vez, clasifica los tiradores de las puertas como un elemento de seguridad obligatorio. El texto afecta a todos los vehículos ligeros de las categorías M1 y N1 —es decir, turismos y furgonetas de hasta 3,5 toneladas—, y detalla con precisión cómo deberán ser los nuevos sistemas.
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No se trata de prohibir directamente los tiradores enrasados, sino de garantizar que funcionen sin depender de sistemas eléctricos. Tras un accidente, una descarga de batería o un fallo electrónico, todas las puertas deberán poder abrirse desde el exterior y sin herramientas. Además, se exigirá una apertura mecánica clara e intuitiva desde el interior, identificada con señales visibles incluso en condiciones de baja visibilidad.
[–>[–>[–>Otro punto clave es el espacio de agarre. Las manijas deberán permitir introducir la mano para tirar físicamente de ellas, con unas dimensiones mínimas establecidas: 60 mm de largo, 20 mm de ancho y 25 mm de profundidad.
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Accidentes que han marcado un antes y un después
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[–>La gota que colmó el vaso fue el accidente de un Xiaomi SU7 en Chengdu, en octubre de 2024. El coche se incendió tras chocar contra una mediana. Varios testigos intentaron auxiliar al conductor, pero las manijas retráctiles no se desplegaron y las puertas permanecieron bloqueadas. No hubo forma de abrir el vehículo a tiempo.
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Unos meses antes, en marzo, otro caso similar en la provincia de Anhui dejó tres víctimas mortales. En este caso, los rescatistas no pudieron acceder al interior tras una colisión debido a que el sistema de apertura dependía de la electrónica del coche, que falló con el impacto.
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Manijas empotradas en el Denza Z9 GT / Denza
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Las estadísticas respaldan la decisión. Según la Asociación de Consumidores de China, las quejas por los pomos de las puertas crecieron un 47% en 2024, y un 82% de ellas estaban relacionadas con diseños ocultos o retráctiles. En el norte del país, además, se han reportado numerosos casos de manijas eléctricas congeladas, que impedían a los usuarios abrir sus vehículos en condiciones de frío extremo.
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Un problema global
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China es el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo, y cualquier decisión que se tome allí tiene consecuencias globales. Tesla, que ha liderado el uso de pomos enrasados con modelos como los Model 3 y Model Y, podría ser uno de los fabricantes más señalados.
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China suele anticipar lo que acaba llegando a Europa. Y esta nueva normativa tiene todos los ingredientes para hacerlo. Fabricantes globales tendrán que rediseñar sus vehículos para cumplirla, lo que podría acabar trasladando esos mismos cambios a otros mercados, aunque no sean obligatorios de forma inmediata.
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Además, con un debate creciente sobre la seguridad pasiva en los coches eléctricos, y tras varios incidentes también en Europa y Estados Unidos, no sería extraño que los reguladores occidentales sigan los pasos de Pekín.
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