cirugía bariátrica, fármacos como ozempic o dieta?
En pleno «boom» de nuevos fármacos para adelgazar y a pocos días de que Estados Unidos aprobara la primera pastilla diaria para adelgazar sin pinchazos, un equipo multidisciplinar de la Clínica Universidad de Navarra publica un estudio en el que compara … la efectividad de tres tipos de intervenciones en pacientes obesos: cirugía bariátrica, tratamientos farmacológicos con agonistas del receptor GLP-1 (fármacos de la familia Ozempic, Wegovy o Mounjaro) y modificaciones del estilo de vida (dieta y ejercicio físico).
Los resultados de la investigación, publicados en la revista “Obesity”, revelan que La pérdida de peso lograda por los pacientes que se han sometido a cirugía bariátrica es mayor. que aquellos que habían recibido uno de los nuevos medicamentos para bajar de peso o que habían cambiado su estilo de vida mejorando su dieta y haciendo más actividad física.
El estudio, publicado en colaboración con especialistas del Imperial Weight Centre de Londres (Imperial College Healthcare NHS Trust), incluye datos de ensayos clínicos aleatorios en los que participaron más de 20.000 pacientes con obesidad y evalúa parámetros como el porcentaje de pérdida de peso total, el índice de masa corporal (IMC) y la composición corporal.
La pérdida de peso que logran los pacientes sometidos a cirugía bariátrica es mayor que con medicación o dieta.
El metanálisis incluye dos técnicas quirúrgicas –gastrectomía con sonda y bypass gástrico– y tres fármacos (liraglutida, semaglutida y tizepatida). Los resultados muestran que aunque los agonistas de GLP-1 provocan una pérdida de peso clínicamente significativa, la cirugía bariátrica sigue siendo la estrategia más eficaz para reducir el peso (el peso inicial de cada paciente) al menos dos años después del inicio de la cirugía, el tratamiento farmacológico o el cambio de estilo de vida.
Pero ¿Cuándo se recomienda la cirugía bariátrica? «Está indicado en pacientes con un IMC superior a 40 o en aquellos con un IMC de 35 con comorbilidades (colesterol, diabetes, hipertensión, problemas articulares). En IMC inferiores a 30, sólo si el paciente tiene diabetes tipo 2 que no está suficientemente controlada con medicación», explica a ABC el doctor Lucas Sabatella, especialista formado en el Departamento de Cirugía General y Digestiva de la Clínica y primer autor del trabajo.
En pacientes obesos que toman medicamentos como liraglutida y semaglutida, las pérdidas de peso son «muy modestas». «Es raro perder, a dosis máximas, más del 10%. » «Con tirzepatida, la pérdida puede llegar al 20%, pero con cirugía puede llegar al 40% del peso corporal“dice el experto, quien asegura que la mayoría de los pacientes que ahora se presentan al quirófano ya han sido sometidos a estos medicamentos sin éxito.
efecto rebote
El doctor Víctor Valentí, codirector del sector de obesidad de la clínica, destaca que “la cirugía bariátrica es una intervención con un índice de complicaciones muy bajo”. «Es la mejor opción en pacientes adecuadamente seleccionados. Los fármacos actúan sobre las hormonas intestinales que regulan el apetito, el metabolismo y la glucosa, aumentando así la saciedad, pero tienen un alto índice de abandono que redunda en la recuperación del peso perdido», advierte.
De hecho, estudios de pacientes que no cuentan con ese apoyo profesional continuo revelan que más de la mitad de ellos interrumpen el tratamiento dentro de los primeros meses, lo que limita su eficacia. Sin embargo, con la cirugía “es muy raro recuperar todo el peso si se toman las medidas necesarias y se hace un seguimiento”, especifica el doctor Sabatella.
Según los expertos, en algunos casos también se pueden combinar con éxito medicamentos y cirugía. «Podemos utilizar los fármacos como arma en pacientes superobesos que necesitan adelgazar antes de la cirugía para hacerla más segura, así como en pacientes que ganan peso después de la cirugía. Debemos usar todas nuestras armas a nuestro favor», concluye el doctor Sabatella.
El trabajo de los especialistas de la Clínica también incluye un subanálisis en personas con diabetes tipo 2donde se observó que la pérdida de peso, la reducción del IMC y de la circunferencia de la cintura fueron aún mayores en quienes se sometieron a cirugía bariátrica. Sin embargo, los autores destacan que los agonistas de GLP-1 también mejoran significativamente el control glucémico y constituyen una herramienta terapéutica eficaz, especialmente en pacientes que no son candidatos a una intervención quirúrgica.
«La obesidad es una enfermedad crónica en cuyo tratamiento las expectativas del paciente son un punto central y definen la mejor opción en cada caso. Sin embargo, para personas con mayor acumulación de tejido adiposo o para quienes la obesidad limita aún más su vida diaria, la cirugía es un tratamiento significativamente superior y es fundamental que evalúen todas las alternativas de tratamiento. Los especialistas pueden y deben personalizar al máximo el tratamiento», explica el Dr. Manuel Landecho, especialista en medicina interna en el área de obesidad y unidad de control de la clínica.
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