colas para comprar sus deliciosas, y milagrosas, rosquillas
La candelaria es seguida por San Blas. El monasterio de Pelayayas alberga cuatro masas hoy, por la tarde serán a las 5:30 p.m. y a las 7 p.m., para recordar a este médico y mártir. El segundo de la Eucaristía tuvo lugar alas del mediodía y fue presidido por el pastor de La Tenderina, José Manuel García, quien a lo largo de la homilía recordó la figura de este traumatólogo que fue uno «de los santos con más devoción durante la edad media». «Su vida fue entregada hacia los demás y útil. Dada la debilidad y el dolor de los demás, tenemos que poner nuestra parte para aliviar ese sufrimiento».
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Entonces, llegó el momento de la veneración de la imagen. Las docenas de fieles: muchos niños fueron unas vacaciones en las escuelas, remitidas para acercarse al altar principal y ver esta reliquia, que las monjas mantienen desde 1854. De hecho, en el monasterio de La Vega, creó una creada. Hermandad de San Blas Destinado a fomentar la piedad y la caridad entre sus miembros y en 1588, el Papa Sixto v Grant Jubilee a las hermandades y otros fieles que visitaron el templo y rezan ante el santo el 3 de febrero.
Afuera había La venta tradicional de las donas. Un manjar vendido por los familiares de las monjas por un precio de 7.50 euros, Cincuenta centavos más que el año pasado. «Las materias primas han aumentado mucho costo y era necesario hacer este aumento porque si no fuera imposible hacerlas», dijo Amparo Fernández-Miranda, quien plantó que «estamos fijos discontinuos». La venta se produce durante todo el día y se acentúa a salidas masivas. La cuenta de esto son las largas colas después de la Eucaristía de doce de la mañana. «Hay años en que este dulce estaba agotado». Es por eso que las monjas hacen una producción más grande cada año y si hay alguna sin vender, se lleva a la tienda para que puedan comprarse en los próximos días. «Mucha gente no puede venir hoy y para que puedan aprovechar
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