Colombia dice que la «presencia militar desorbitada» de EEUU es «una amenaza» para América Latina
MADRID, 19 de noviembre (EUROPA PRESS)-
La ministra de Asuntos Exteriores de Colombia, Rosa Yolanda Villavicencio, ha destacado este miércoles que la «exorbitante presencia militar» de Estados Unidos en la región representa «una amenaza para América Latina y el Caribe» y ha acusado a Washington de utilizar «argumentos falsos» sobre la lucha contra las drogas para justificar sus recientes operaciones en la zona, incluidas amenazas de intervención militar.
«Hemos advertido que la exorbitante presencia militar en la región constituye una amenaza para América Latina y el Caribe», afirmó durante una Tribuna EFE-Casa de América celebrada en Madrid, antes de recordar que esta región «es un territorio de paz», ya que «los conflictos están en otros hemisferios».
Así, insistió en que «América Latina se ha declarado desde la plataforma de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) (…) como un territorio de paz y queremos seguir siéndolo, a pesar de que hay problemas internos, que tenemos todos los países». «Desde esa autonomía y no injerencia ofrecemos las mediaciones que puedan darse para resolver algunos problemas internos y, en caso contrario, respeto a las propias naciones para resolver (…) y tramitar las contradicciones que tienen», añadió.
Villavicencio ha sostenido que, por ello, «es una agresión y una afrenta que Estados Unidos tenga un argumento falso, porque la lucha contra el narcotráfico se ha hecho de manera muy decidida desde Colombia y no ha sido necesario violar el Derecho Internacional Humanitario para realizar una intervención en aguas internacionales», aunque ha reiterado que Bogotá «tiende la mano» a Washington para un «diálogo político y diplomático para resolver cualquier disputa o cualquier opinión diferente que tengan sobre el trabajo de lucha contra el narcotráfico que hace Colombia».
En este sentido, ha expresado las sospechas de Colombia de que «puede haber alguna acción encubierta contra Venezuela» por parte de Estados Unidos, aunque ha apuntado que esa posibilidad es algo «incierto», al tiempo que ha insistido en la necesidad de que «haya respeto a la soberanía, en lo que se tiene en cuenta el pronunciamiento de la ONU, que ha dicho muy claro y ha advertido que no se pueden permitir estas muertes extrajudiciales en un concierto internacional donde todas las naciones han aceptado convenios y normas que todos debemos respetar».
El jefe de la diplomacia colombiana ha advertido que optar por otro camino alejado del respeto al Derecho Internacional para afrontar esta situación implica «barbarie» y «que cada uno haga lo que quiera porque tiene más fuerzas o porque practica un unilateralismo que hoy ya no es eficaz para resolver ningún problema, que es sobre todo global y compartido».
De esta manera, señaló que Colombia espera que Washington «realmente pueda considerarlo, ya que el impacto en la región sería muy negativo». «Le corresponde a Estados Unidos reconsiderar la pertinencia de seguir manteniendo esta actitud», ha afirmado Villavicencio, quien ha sostenido que Washington «está un poco solo en el apoyo, en la simpatía, eso también es importante para las naciones, para ser respetado y admirado, y no temido».
Además, ha advertido que «cualquier acción encubierta, cualquier acción que desestabilice a Venezuela va a producir un éxodo (de población a Colombia) muy grande» y ha insistido en que «económicamente también sería muy perjudicial». «Habría un impacto económico muy grande y una crisis humanitaria», reiteró.
DESTACA EL TRABAJO DE COLOMBIA CONTRA EL narcotráfico
Villavicencio también ha defendido el trabajo de las autoridades colombianas en la lucha contra las drogas y ha sostenido que «quizás no hay suficiente información y conocimiento, pero los resultados de la lucha contra el narcotráfico van por dos caminos, uno abordando directamente a las poblaciones y las causas más directas que es que el campesinado se siente obligado por su abandono a sembrar la hoja de coca para luego convertirla en droga».
«En la medida que hemos atendido y se han implementado los acuerdos de paz de 2016 -con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)-, hemos avanzado en más de 12.000 hectáreas en procesos de sustitución de cultivos», elogió, antes de explicar que eso implica que esa parte del campesinado «pasa a una economía legal», algo que «tiene que hacerse con políticas públicas».
Así, destacó que el Gobierno de Gustavo Petro trabaja para abordar la «profunda injusticia en el despojo del campesinado y en esta exclusión de la participación en la sociedad, especialmente en términos de igualdad de oportunidades entre el campo y la ciudad», con el objetivo de garantizar que estas comunidades tengan «condiciones de vida aceptables» y cuenten con vías, conectividad, escuelas, salud y medios de producción legales, entre otros.
Villavicencio ha sostenido que estos planes han permitido que en algunos lugares ya no se siembre hoja de coca, donde han sido sustituidas por «café, cacao o quinua y otros productos industriales», para lo que ahora es necesario «entrar en una nueva fase» en la que la industria agroalimentaria ayude a impulsar este proceso a través de la venta y exportación de estos productos.
“Hay que tener en cuenta que en los últimos períodos el sector agrícola es el que más ha crecido dentro de la economía del país, lo que significa que los esfuerzos que se han realizado (…) han ido surtiendo efecto”, afirmó. «Lógicamente, 200 años de injusticia son demasiados para corregirlos en tres años de gobierno, pero se han dado saltos cualitativos en ese sentido», defendió.
EE.UU. «ROMPE LA DINÁMICA» DE LAS RELACIONES BILATERALES
«La economía de Colombia es más real y menos irrigada por temas de narcotráfico», subrayó el ministro, quien añadió que el país sudamericano, «a pesar de todas estas incertidumbres», está creciendo «entre un 3 y un 3,5 por ciento, algo que resulta extraño en las economías actuales». «Las cifras evidencian que existe una política tanto macroeconómica como a nivel de atención y redistribución de la riqueza que llega a la población», ha apuntado.
En esta línea, destacó que Colombia ha logrado «resultados muy evidentes», entre ellos el hecho de que actualmente vive «el período en el que más toneladas de cocaína han sido incautadas, más laboratorios han sido destruidos y más personas vinculadas a estos delitos han sido extraditadas».
Por todo ello, lamentó que Estados Unidos «ha roto la dinámica» de unas relaciones que, «con sus más y sus menos, han sido cordiales». «Siempre les pedimos que vuelvan al diálogo político, con respeto mutuo y cara a cara, pero de momento no», indicó, antes de subrayar que la cooperación militar con Washington «se mantiene», incluido el intercambio de información en relación con la lucha contra el narcotráfico.
Villavicencio ha criticado la inclusión de Petro y su familia en la ‘lista Clinton’ -que incluye a personas u organizaciones acusadas de tener vínculos con el narcotráfico o el crimen organizado-, algo que ha calificado de «bastante injusto» y un paso destinado a «aislar» a Colombia al dar a entender que el presidente «no podrá moverse tanto en visitas oficiales».
«No hay ninguna evidencia que se argumente para que (Petro) esté en esa lista», explicó, antes de confirmar que Colombia ha pedido a Estados Unidos «que explique las razones por las que incluye al presidente allí», además de pedir abiertamente a Washington «que sea excluido de esa lista».
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