Comer más del 45% de calorías diarias después de las cinco de la tarde altera los niveles de glucosa
El momento en que ingerimos nuestras comidas es esencial para nuestra salud. Nuestro cuerpo, todas nuestras funciones, están guiadas por una serie de relojes biológicos. Estos relojes no se pueden cambiar tan fácilmente porque tienen miles de años de evolución a sus espaldas.
Todos hemos oído que deberíamos comer más por la mañana y la cena debe ser ligera y no demasiado tarde. Los expertos en sueño recomiendan dejarse llevar al menos dos horas entre la cena y la hora de acostarse.
A investigación hecho por el Universidad de Columbiaen Estados Unidos, y el Universidad Abierta de Cataluña (UOC) ha verificado esta afirmación con bases cientificas.
Una gran cena dispara el azúcar
Una de las principales razones por las que se consideraba necesario cenar temprano era crecer más grande. La razón propuesta es que en estas cenas tardías comes peor. Hay malas decisiones que tomar Más alimentos ultraprocesados.
Otra razón fue que las hormonas que regulan La sensación de saciedad y deseo se altera. a estas horas de la noche. El estudio demostró que, efectivamente, las personas que cenan tarde consumen más carbohidratos y grasas.
Sin embargo, este estudio sugiere que la razón principal es diferente. «Consume más del 45% de las calorías. del día a partir de las cinco de la tarde se asocia con un aumento de los niveles de glucosa» explica el Dra. Diana Díaz RizzoloCatedrático de estudios de ciencias de la salud de la UOC y director del estudio.
La importancia del estudio es que destaca que el factor calendario por sí solo ya puede Afecta muy negativamente a nuestro metabolismo del azúcar.; Es decir, cómo procesamos la glucosa, que es nuestra fuente de energía y también se convierte en el almacén de grasa del cuerpo.
Cómo afecta nuestra salud
Esta alteración en el metabolismo todavía ocurre. Independientemente de la cantidad de calorías consumidas a lo largo del día, el peso de la persona y su índice de grasa corporal (la relación peso-envergadura).
Al anochecer, el secreción de insulinaque es la hormona responsable del metabolismo de la glucosa en la sangre y su transporte a las células, disminuye. Este reloj interno que tenemos le indica al páncreasdonde se crea insulina, se debe reducir la producción.
¿Y por qué es malo para nosotros acostarnos con un pico de azúcar en sangre? «Las cifras elevadas mantenidas a lo largo del tiempo pueden tener implicaciones tales como mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2o riesgo cardiovascular“, recuerda el doctor Díaz Rizzolo.
De hecho, los niveles altos de glucosa pueden dañar los vasos sanguíneos. «También causan inflamación crónicaque empeora el daño cardiovascular y metabólico», añade el experto.
¿Qué pasa después de las cinco?
Los resultados del estudio establecen que los mayores aportes calóricos deben realizarse en desayuno y almuerzomientras el sol todavía brilla. Y que reducimos mucho lo que comemos merienda y cena. Se trata, sobre todo, de alimentos bajos en calorías.
«Hasta ahora los programas nutricionales se basaban en qué alimentos comer y en qué cantidades. Con este estudio La hora en la que comes se vuelve importante para prevenir riesgos cardiometabólicos», subraya el Dr. Díaz Rizzolo.
Para llegar a sus conclusiones, los investigadores siguieron 26 voluntarios entre 50 y 70 añostodos con sobrepeso, prediabetes o diabetes tipo 2. Se formaron dos grupos en función de la hora de la cena.
cenamos después de las cinco y abundantemente. El otro tomó su plato principal al mediodía. Se controló a ambos grupos para que consumieran la misma cantidad de calorías al final del día.
El principal hallazgo fue que aquellos que comían tarde peor tolerancia a la glucosa. Siempre era igual, sin importar su peso o la composición de su dieta. No es sólo porque hay menos insulina por la noche. »También la sensibilidad de las células a esta hormona disminuye por el ritmo circadiano, determinado por el reloj central del cerebro que se coordina con las horas de luz y oscuridad», subraya el médico.
Este no es el único estudio que plantea la importancia de la cronobiología. Son muchas las publicaciones científicas previas que reafirman que todo el cuerpo funciona mejor si seguimos los tiempos de nuestros relojes internos.
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