Competencia sacude a las eléctricas y propone pagarles por sus redes 2.800 millones menos de lo que exigían
Sacudida en el sector eléctrico. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha presentado por fin, con seis meses de retraso (estaba previsto para finales del pasado año), su propuesta de lo que deben cobrar las compañías energéticas por el negocio regulado de las redes eléctricas durante los próximos seis años.
El organismo presidido por Cani Fernández ha lanzado la esperada consulta pública con una propuesta de fijar la tasa de retribución en el 6,46% para los próximos seis años (para el periodo 2026-2031), lo que supone un incremento desde el 5,58%, pero que se queda muy por debajo de la subida que exigían las compañías eléctricas para garantizar las inversiones necesarias en redes eléctricas para asegurar la transición energética.
Las grandes eléctricas españolas venían reclamando elevar la tasa de retribución al menos hasta el 7,5%, en línea con otros países europeos. La propuesta de Competencia supondría que la retribución que recibirán las compañías estará en torno a 2.800 millones de euros por debajo de lo que pedía el sector eléctrico, según apuntan fuentes empresariales a EL PERIÓDICO.
La propuesta de la CNMC afecta a la retribución que recibirán tanto a la red de transporte (la de alta tensión, gestionada por Red Eléctrica de España) como a las redes de distribución (en manos fundamentalmente de las grandes eléctricas Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP, aunque hay 300 compañías operando en el sector). El negocio de las redes es una actividad regulada, en el que las compañías ejecutan las inversiones con un tope fijado por ley y por las que se les retribuye a través de los peajes de acceso que se cargan en la factura eléctrica que pagan todos los clientes.
La modificación al alza de la tasa de retribución financiera que propone la CNMC supone un impacto económico sobre el total que cobrarán las empresas que gestionan las redes eléctrricas y, por tanto, sobre los costes regulados que soportar por el conjunto del sistema y que se carga en el recibo de la luz. La CNMC plantea dos escenarios posibles en función del nivel final de inversiones que se acabe realizando durante los próximos años para poder integrar el despliegue masivo de nuevas renovables y para conectar nuevos proyectos industriales consumidores de electricidad.
En el primer escenario, que plantea que las inversiones se mantiene en un nivel similar al actual, la CNMC calcula que Red Eléctrica recibiría con la nueva tasa 427 millones más que hasta 2031 y que las distribuidoras percibirían 1.355 millones más. Bajo esta hipótesis, las inversiones estimadas en redes de transporte ascenderían a 2.933 millones y en redes de distribución eléctrica a 9.961 millones en el conjunto del periodo 2026-2031.
El segundo de los escenarios, que anticipa que las inversiones en redes prácticamente se duplican en los próximos años para poder cumplir con los objetivos energéticos del Gobierno, contempla que Red Eléctrica percibiría 507 millones más hasta 2031 y las grandes eléctricas elevarían su retribución total en unos 2.053 millones. En este escenario, las inversiones totales en el sexenio de Red Eléctrica ascenderían a 6.557 millones y las grandes eléctricas con redes de distribución eléctrica invertirían 18.973 millones.
Las compañías eléctricas calculaban que elevar la tasa de retribución hasta el 7,5% como reclamaban implicaría elevar su retribución sólo de la distribución en torno a 670 millones de euros cada año, lo que conllevaría una remuneración extra de 4.000 millones para el próximo periodo regulatorio hasta 2031 si el nivel de inversiones se mantenía como hasta ahora (equivalente al escenario 1 de la CNMC). Esto es, la propuesta de la CNMC implica una retribución total en seis años de 2.800 millones menos que lo que reclamaban las eléctricas, según confirman fuentes del sector eléctrico. Y en el caso de que las inversiones se incrementaran, la diferencia entre la propuesta de Competencia y la aspiración de las eléctricas sería aún mayor, y podría rondar los 3.000 millones.
Golpe al sector
Desde el sector eléctrico se alerta de que la tasa propuesta por la CNMC del 6,46 supone que se quedará por debajo de la tasa de retribución española para inversiones reguladas en otros sectores como las telecomunicaciones o el aeroportuario. Por ello, fuentes del sector energético advierten de que los inversores trasladarán su interés a otros países con retribuciones mayores para sus redes eléctricas o a otros sectores, “frenando en seco la electrificación de la economía y de la industria española”.
La tasa de retribución aprobada en 2019 y que se mantien hasta ahora es del 5,58% y ahora la propuesta de la CNMC la sitúa en el 6,46%. Esto es, la tasa sube. Pero las compañías energéticas subrayan que hay que tener en cuenta que los tipos de interés estaban en 2019 casi al 0% y actualmente están entre el 2 y el 3%, por lo que “en realidad estamos hablando de una bajada de rentabilidad”. Según los cálculos de los expertos, la tasa de retribución debe compararse con la tasa de inversión sin riesgo (el bono español a 10 años) y en esa comparativa la tasa de 2019 tenía un diferencial de 435 puntos básicos, mientras que la tasa que ahora propone la CNMC se produce una rebaja hasta los 320 puntos básicos, de forma que la rentabilidad de la tasa de retribución cae un 26,4%, lo que evidentemente no es atractivo para los inversores.
La expansión y modernización de las redes eléctricas se han convertido en imprescindibles para hacer posible la transición energética e impulsar la electrificación del consumo. La columna vertebral del sistema eléctrico resulta vital para integrar el despliegue masivo de nuevas energías renovables y para conectar los grandes proyectos industriales, por el ‘boom’ en ciernes de nuevos centros de datos o a la espera de las futuras plantas de hidrógeno verde. Harán falta más y mejores redes eléctricas. Harán falta inversiones millonarias en los próximos años para desplegarlas. Y las compañías encargadas de construirlas y gestionarlas ahora alertan de que una tasa muy por debajo de lo esperado pueden poner en peligro esas inversiones.
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