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A partir del 1 de julio y hasta el 31 de diciembre de 2025, el Bono Social eléctrico –una de las principales ayudas para consumidores vulnerables– reducirá el nivel de descuentos que ofrece a sus beneficiarios.
La medida llega tras la eliminación progresiva de ayudas excepcionales aplicadas durante la crisis energética de años anteriores. Sin embargo, el ajuste afectará especialmente a las regiones con mayor pobreza estructural, donde el Bono Social tiene un papel esencial en la economía de miles de hogares.
¿Qué cambia a partir de julio?
Los descuentos actuales del Bono Social pasarán a ser los siguientes:
- Para consumidores vulnerables, el descuento bajará del 50 % al 42,5 %.
- Para consumidores vulnerables severos, la rebaja será del 65 % al 57,5 %.
Con la tarifa regulada PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor), cuyo precio medio se sitúa actualmente en 22,74 €/mes, esto se traduce en una pérdida mensual de 1,71 €, o lo que es lo mismo, 10,26 € menos de ayuda hasta fin de año, según estimaciones de la plataforma Roams, especializada en ahorro energético.
¿Dónde impacta más este recorte?
La reducción del Bono Social no afectará por igual a todas las regiones. Extremadura, por ejemplo, lidera la concentración de beneficiarios:
- Badajoz: 84 beneficiarios por cada 1.000 habitantes.
- Cáceres: 78 beneficiarios por cada 1.000 habitantes.
- Les siguen Jaén, Albacete, Ciudad Real, y provincias de Castilla y León como Salamanca, Zamora y Ávila.
Estas provincias no solo cuentan con mayores tasas de pobreza (AROPE) —hasta un 36,9 % en Badajoz—, sino también con rentas medias por hogar muy por debajo de la media nacional (unos 27.000 € frente a los 33.500 € de media en España). “La correlación entre pobreza, renta y Bono Social demuestra que su necesidad en estas regiones es estructural, no temporal”, explica Sergio Soto, experto en energía de Roams.
Bono de luz social: menos ayuda para aquellos que más lo necesitan desde julio / Archivo
¿Y en las grandes ciudades?
Pese a que Madrid (184.527 beneficiarios) y Barcelona (127.601) concentran el mayor número total de ayudas, su peso relativo es mucho menor: apenas 25,8 y 21,4 por cada 1.000 habitantes, respectivamente, debido a su elevada población.
En comunidades con mayor renta y menor pobreza, como el País Vasco, Navarra o Cataluña, la incidencia del Bono Social es aún menor.
¿Se está desaprovechando esta ayuda?
Sí. Un preocupante 22,4% de la población aún desconoce la existencia del Bono Social, lo que pone de manifiesto un problema de accesibilidad y difusión del programa. “La normalización de los descuentos es un buen momento para replantear el mecanismo y hacerlo más accesible”, añade Soto. “Podría abrirse a más beneficiarios que hoy siguen desprotegidos.”
El recorte del Bono Social llega en un momento en el que muchos hogares aún lidian con las secuelas económicas de los últimos años. Aunque la medida responde a una vuelta a la normalidad tras las crisis energética e inflacionaria, su impacto será desigual y profundizará la brecha territorial, especialmente en aquellas zonas con pobreza estructural.
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