CORRUPCIÓN EN ARGENTINA | Milei reconoce que el Gobierno «roba» a los que antes «robaban»
Los argentinos, en especial los psicoanalizados, aquellos que formaban parte de una cultura de la indagación propia de la clase media en sus años de bonanza, suelen prestarle especial atención a los equívocos de quienes hablan. «Furcio» es la palabra que remite a un acto fallido o una traición del inconsciente. Si es un jefe de Estado el que la pronuncia, el tema adquiere mayor relevancia política. Es lo que sucedió con Javier Milei en la noche del martes cuando, en medio del escándalo de la trama de sobornos que involucra a su hermana Karina, no solo salió en su defensa, sino que hizo un sorprendente autoelogio del Gobierno de ultraderecha. En la oposición peronista, dijo en un lenguaje coloquial, muy del argentino de la calle, «están molestos porque les estamos afanando (robando) los choreos (robos)». No pasaron demasiadas horas para que la frase ocupara un lugar preferencial en los portales de noticias. Varios analistas coincidieron en que el anarcocapitalista no hizo más que incriminarse en momentos que la justicia investiga con celeridad la red de corrupción en la Agencia Nacional de la Discapacidad (ANDIS).
Existe una suerte de consenso en que el de los Milei es un cogobierno donde la hermandad se reparte roles. Karina, quien hace siete años se desempeñaba como repostera, hace un uso indisimulable de su poder. Y ese ejercicio también la ha ubicado en el centro de otros casos de sospecha de ilícitos como el ‘criptogate’. Sus más estrechos colaboradores, Eduardo y Martín Menem, también son señalados en distintos casos de presunto dolo contra el Estado. «Quiero agradecer al Jefe, Karina Milei, por haber llevado la titánica tarea de organizar al partido a nivel nacional», dijo no obstante el presidente, en un acto de campaña en la ciudad bonaerense de Junín.
Para ‘La Política Online’, Milei se ha incriminado en dos ocasiones. La primera, al cesar a Diego Spagnuolo de la ANDIS. Nada menos el hombre que en sus audios revelados por la prensa da cuenta del «choreo» en ese organismo a través de los sobornos en la compra de medicamentos. «Al echar a su propio abogado confirmó la veracidad de los audios y dejó suelto a una de las personas que más cercanía habían conseguido, al punto que fue 48 veces a visitarlo a la Quinta de Olivos (residencia presidencial), donde permanecieron juntos en muchos casos hasta las tres de la mañana».
De acuerdo con Carlos Pagni, columnista de ‘La Nación’, las grabaciones revelan «una cantidad de irregularidades, vicios y miserias del Gobierno» cuando a la par reverbera el escándalo del fentanilo contaminado que mató a más de 100 personas y colocó en la mira al Ministerio de Salud por su negligencia. «¿Cuál es el marco general en el que hay que leer estos episodios oscuros? La Argentina tiene un problema de corrupción con rasgos crónicos».
Los pasos de la justicia
La justicia tiene en su poder dos móviles de Spagnolo. Según ‘Página 12’, «habría decenas de mensajes borrados». Esos teléfonos «son claves para la investigación que lleva adelante el fiscal Franco Picardi. No solo por el papel que podría tener el propio exfuncionario, sino también otros integrantes del Gobierno» que formarían parte de la red. Spagnuolo describe el porcentaje del soborno y cómo se divide. La droguería Suizo Argentina llamó a los proveedores para avisarles de que debían abonar un 8% de lo vendido. Un 3% de esa suma iría a parar a «El Jefe» Karina. Un dato que habría despertado profundo interés habría sido la revelación de ‘La Nación’: Los contratos de la Suizo Argentina con la actual administración de ultraderecha pasaron de los 2,5 milllones de euros en 2024 a 68,5 millones de euros.
La frase de Milei en el acto político deja a los Menem, uno de ellos presidente de la cámara de Diputados, y el otro mano derecha de la Gran Hermana, en una situación incómoda porque fueron los primeros en proclamar de viva voz la inocencia y referirse a una aviesa maniobra opositora. Para ‘La Política Online’, a pocos días de desatarse el escándalo «la justicia federal no cree que los sobornos de la ANDIS sean un caso aislado, sino que exponen el modus operandi de una corrupción extendida en otras áreas del Gobierno». Esa es la sospecha «que empieza a tomar cuerpo a medida que avanza la investigación del juez Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi», quien pidió al magistrado que bloquee las cajas de seguridad bancarias de Spagnuolo y su entonces número dos, el también destituido Daniel Garbellini, así como a los dueños de la Suizo Argentina, Jonathan, Emmanuel y Eduardo Kovalivker. Casanello y Picardi tienen en su poder ordenadores y los celulares de los otros sospechados. Por el momento no ordenaron ningún tipo de arresto.
‘Ámbito Financiero’ recordó no solo que siguen brotando los audios de Spagnuolo. El tema ha comenzado a impactar en los mercados y puede resentir las opciones electorales de la ultraderecha.
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