“Cuando pintas una puerta no solo cambias un color. Cambias cómo te recibe tu hogar cada día”
Si quieres darle un toque decorativo a tu hogar, pocas cosas son tan transformadoras y a la vez tan sencillas como cambiar el color de la puerta de entrada de la casa o de las habitaciones. Puedes mejorar la forma de percibir un espacio, la luz que lo inunda y, en definitiva, la energía que sientes cuando cruzas el umbral. Así lo explica la interiorista y experta en pintura Gema Muñoz: “Cuando pintas una puerta, no sólo estás cambiando un color. Estás cambiando la forma en que tu hogar te recibe cada día”.
De cuerpo-mente Hablamos con ella para que nos dijera. Cómo nos influye el color de las puertas y su simbolismocuales son los colores más adecuados Sentirnos más cómodos cuando entramos o salimos de casa o de una habitación y cómo pintar puertas tú mismosin ser demasiado complicado y utilizando pinturas naturales.
El color tiene el poder de cambiar la energía del hogar
Gema Muñoz, @chalkpaintdetiza en Instagram, defiende la dimensión emocional del color como elemento decorativo. “El color tiene un influencia directa en nuestro estado de ánimo y en la energía de los espacios», afirma. Para ella, cada vez que abrimos una puerta «No entramos simplemente en una habitación, sino que entramos en una emoción».
En las puertas que dan acceso a los diferentes alojamientotonos neutros y suaves – como lino, arena o gris piedra: ayudan a crear ambientes tranquilos y luminosos: “Son perfectos para interiores porque transmiten calma, equilibrio y orden visual”, explica a Físico.
Los verdes, por otro lado, conectan con la naturaleza. «Aportan armonía, frescura y renovación. Son ideales para puertas estancias o espacios donde buscamos el bienestar.”
En cambio, el azul -especialmente los polvorientos o los más profundos- “tener un efecto relajante y estabilizador, “Promueven la concentración y te ayudan a desconectar mentalmente”.
Para la puerta de entrada, colores cálidos
En cuanto a la puerta de entrada, el experto recomienda generalmente colores cálidos, aunque también depende de las sensaciones que queramos transmitir.
«Él terracota, ocre o verde oliva Proporcionan seguridad y bienvenida», explica. Funcionan muy bien en una puerta de entrada porque Simbolizan protección y bienvenida.“Te invitan a entrar y hacer de la casa un refugio”.
Pero si buscas una nota de carácter o una dosis extra de energía, sugiere optar por tonos más intensos: «Los tonos más vibrantes, como un azul petróleo o un rojo envejecido, ellos contribuyen personalidad y energía; “Son perfectos cuando queremos que una puerta se convierta en un punto focal lleno de carácter”.
Un cambio visible… y también emocional
Por tanto, pintar una puerta no es sólo un cambio estético: es una forma de cambiar la energía del lugar y reflejar cómo queremos sentirnos al entrar a la casa o habitación.
Se trata de construir un entorno que apoye nuestras rutinas, que danos la bienvenida todos los días con el sentimiento adecuado. Renovar el aspecto de una puerta puede ser el primer paso hacia un hogar más armonioso, más personal y más vibrante.
Pintar una puerta es más fácil de lo que parece
Si te atrae la idea de pintar tus puertas, Gema Muñoz asegura que no necesitas un profesional. Al elegir la pintura adecuada, podrá hacerlo con el mínimo esfuerzo.
Incluso si una de las especialidades del experto es pintura de tiza o pintura a la tiza, especificar que este tipo de producto no se utiliza para pintar puertas. “Para puertas, una pintura al agua que ofrece alta resistencia y acabado, mate o satinado, duradero.
Estas pinturas, de fácil aplicación, No requieren lijado ni aplicación de imprimaciones, barnices o ceras.. Además, no desprenden malos olores y se secan muy rápidamente.
Pinta tus puertas sin lijarlas
Uno de los mayores miedos a la hora de emprender una reforma son los trabajos previos a realizar: lijado, retirada de capas de pintura, aplicación de imprimaciones… Pero Gema desmitifica el proceso: «En la mayoría de los casos basta con limpiar bien la superficie con un desengrasante o producto de limpieza preparativo para eliminar restos de suciedad o grasa. Si la pintura anterior se ha adherido bien no es necesario retirarla.»
Entonces el siguiente paso es tan sencillo como aplicar la pintura. directamente con rodillo o brocha. “Por lo general, dos capas son suficientes para conseguir un acabado perfecto”, explica. En tan sólo unas horas, una puerta vieja, opaca o amarillenta puede volver a la vida y a su lugar. «Una vez pintada, la puerta Se limpia fácilmente con un paño húmedo y jabón neutro.», añade Gema.
De la misma manera que se podría pintar marcos, muebles y zócalos. Pintar es una manera de reconciliarse con la propia casa, de volver a sentirse dueño. Cuando terminas y ves el cambio, sientes que has participado en algo creativo y también transforma la forma en que vives en tu hogar.
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