DERECHOS LABORALES | Cómo reclamar a tu empresa sin cometer errores: los consejos de un abogado laboralista
Reclamar a tu empresa puede ser uno de los momentos más delicados de tu vida laboral. Muchas personas sienten malestar por ciertas situaciones en el trabajo, pero pocas se atreven a dar el paso por miedo a represalias, al despido o a quedar señalados. Sin embargo, reclamar de forma correcta y con fundamentos es tu derecho, y hacerlo bien puede marcar una gran diferencia. El abogado laboralista responsable del canal de Instagram «Un Tío Legal» ha ofrecido una serie de recomendaciones esenciales para hacerlo de forma segura y efectiva.
“Bajo ningún concepto reclames así a tu empresa”, advierte el letrado, en referencia a conductas impulsivas, mal planteadas o sin respaldo. Según su experiencia, el mayor error que cometen los trabajadores es reclamar sin pruebas, de manera verbal o dejándose llevar por la emoción. Por eso, insiste en que si vas a reclamar, “hazlo bien o no lo hagas”.
Graba siempre que vayas a reclamar algo
Aunque muchas personas lo desconocen, grabar una conversación en la que tú participas es legal en España. No necesitas pedir permiso ni informar a la otra parte. El abogado de “Un Tío Legal” recomienda que, ante cualquier conversación importante con la empresa, ya sea con tu jefe o con Recursos Humanos, grabes el intercambio. No se trata de espiar, sino de protegerte en caso de conflicto posterior.
Las grabaciones pueden servir como prueba en un juicio laboral, sobre todo si se producen represalias, despido improcedente o acoso. Recuerda: mejor tener pruebas y no necesitarlas, que necesitarlas y no tenerlas.
Reclama siempre por escrito
Otro consejo fundamental: toda reclamación debe hacerse por escrito. Puede ser por correo electrónico, mediante burofax o a través de un documento entregado y sellado por la empresa. Las palabras se las lleva el viento, pero los escritos quedan. Esto no solo refuerza tu posición legal, sino que obliga a la empresa a dar una respuesta formal.
Evita reclamar a través de conversaciones improvisadas en pasillos, chats informales o llamadas telefónicas sin registro. Una reclamación documentada es más difícil de ignorar o negar por parte del empleador.
Hechos objetivos
Si vas a reclamar, hazlo con base. No basta con decir “esto no me gusta” o “me tratan mal”. Debes argumentar tu petición con sentido común, datos objetivos y referencias al Estatuto de los Trabajadores o al convenio colectivo. Por ejemplo, si te deben horas extra, adjunta un calendario de jornadas; si no te respetan descansos, cita el artículo correspondiente.
Según el abogado laboralista, una empresa no debería enfadarse si un empleado hace una reclamación legítima, bien planteada y con educación. El problema viene cuando se reclama de forma emocional, agresiva o sin pruebas.
Guarda toda la documentación
Desde nóminas hasta correos electrónicos, mensajes de WhatsApp, partes de baja o informes médicos: todo lo relacionado con el problema debe guardarse. En caso de que tu reclamación llegue a los tribunales, contar con este tipo de evidencias puede ser determinante.
El abogado de «Un Tío Legal» insiste: organiza tus pruebas desde el principio. Muchas veces los trabajadores esperan a que el conflicto se agrave y para entonces ya han perdido documentación clave.
El miedo al despido o a las represalias es el principal obstáculo que impide a muchos empleados reclamar. Sin embargo, la ley contempla mecanismos para proteger a quienes denuncian irregularidades. Por ejemplo, el despido represaliatorio puede considerarse nulo y obligar a la empresa a readmitir al trabajador.
Reclamar no es una falta de lealtad, es un ejercicio de tus derechos. Y si se hace bien, con respeto, argumentos y pruebas, no debería generar consecuencias negativas.
Si tras tu reclamación la empresa no responde o mantiene la situación injusta, puedes acudir a la Inspección de Trabajo o iniciar una reclamación judicial. Para ello, debes presentar una papeleta de conciliación ante el servicio de mediación laboral de tu comunidad autónoma. Si no se llega a un acuerdo, puedes demandar ante el Juzgado de lo Social.
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