Donald Trump planea bloquear dos proyectos eólicos de Iberdrola en Massachusetts
Donald Trump ha vuelto a poner el freno a la eólica marina en Estados Unidos. Su administración ha iniciado los trámites para retirar los permisos de construcción de los parques New England Wind 1 y 2, situados frente a la costa de Massachusetts. La medida, revelada en un documento judicial y adelantada por Bloomberg, supone un nuevo golpe a una industria que el presidente mantiene bajo presión desde su llegada a la Casa Blanca y que amenaza proyectos multimillonarios, entre ellos los de la española Iberdrola.
A través de su filial estadounidense Avangrid, el grupo presidido por Ignacio Galán se adjudicó en 2018 el desarrollo de uno de los mayores parques eólicos marinos de la región, un proyecto de 800 megavatios valorado en 2.400 millones de euros. Desde entonces, la compañía ha reforzado su apuesta por Nueva Inglaterra, con inversiones que suman casi 9.000 millones de euros y una cartera de 2.800 megavatios ‘offshore’. Sus activos en el país ascienden ya a 40.000 millones de dólares.
Los parques eólicos marinos en EEUU están en el punto de mira
La ofensiva de Trump no es nueva. A comienzos de su mandato emitió una orden ejecutiva que paralizó las concesiones para nuevos parques eólicos marinos, mientras exigía una revisión de los procedimientos de arrendamiento. Oficialmente, la Casa Blanca defendió la medida como un mecanismo para proteger a la industria pesquera y garantizar energía asequible. Sin embargo, en paralelo, las licencias para el petróleo y el gas siguieron adelante sin restricciones.
En lo que va de año, las órdenes de suspensión y las retiradas de permisos han bloqueado al menos cuatro proyectos en la Costa Este, incluso algunos ya ejecutados en un 80%. De confirmarse el veto a New England Wind, la industria sufriría un nuevo revés y con él también los planes de expansión de Iberdrola en el mercado energético más grande del mundo.
Pese a todo, la compañía española se muestra tranquila: fuentes internas aseguran que el posible parón no compromete su hoja de ruta de crecimiento en Estados Unidos. Y los mercados, de momento, le dan la razón: la cotización de Iberdrola apenas se movió tras conocerse la noticia.
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