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Doumbouya y Touadéra, favoritos bajo la sombra de Rusia

Doumbouya y Touadéra, favoritos bajo la sombra de Rusia
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  • Publisheddiciembre 24, 2025




Guinea-Conakry y la República Centroafricana (RCA) celebran este domingo elecciones presidenciales. El clima está marcado por complejas dinámicas políticas que determinan el proceso: en Guinea, el protagonismo se concentra en la junta militar encabezada por el coronel Mamady Doumbouya; En la RCA sobrevive un Estado que aún depende de varias misiones internacionales para mantener su rumbo y que lleva años luchando contra grupos armados asentados en parte del territorio.

Guinea-Conakri

La victoria es sin duda para Mamady Doumbouya. Fue él quien lideró el golpe de Estado de 2021, y ahora busca convertir el mando de la transición en una presidencia “legítima”. Su giro en esta dirección ha sido, cuanto menos, interesante. Pasó de prometer que no se presentaría a un posible proceso electoral a organizar una nueva arquitectura institucional que abra la puerta a hacerlo. Porque Las elecciones se producen tras un proceso que ha rediseñado las reglas del juego, gracias a la nueva constitución (aprobada en referéndum en septiembre). que elimina el impedimento anterior para la asistencia de los miembros de la mesa directiva y que, además, alargará la duración del mandato presidencial de cinco a siete años. Este cambio, junto con el control absoluto del aparato estatal por parte de los militares, explica por qué la contienda puede considerarse poco disputada.

Es cierto que aparecen otros nombres, pero son candidatos prácticamente residuales. Así destacan entre las voces más reconocibles Abdoulaye Yero Baldé (FRONDEG) y Faya Lansana Millimono (Bloc Libéral). Sin embargo, el bloque opositor que participa en estas elecciones está condicionado por años de presión sobre actores críticos. Personalidades importantes, como Alpha Condé y Cellou Dalein Diallo, quedaron fuera debido a restricciones de edad y/o residencia según el nuevo marco. mientras que varios partidos clave han sido suspendidos o han enfrentado serias dificultades durante la campaña.

Organizaciones de derechos humanos han documentado graves episodios en este ámbito. Human Rights Watch y Amnistía Internacional han contado decenas de muertos en protestas durante la transición (Amnistía estima al menos 44 muertes entre el 1 de junio de 2022 y el 15 de marzo de 2024). Además, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó su “extrema preocupación” por la desaparición de dos líderes del FNDC, Oumar Sylla (Foniké Mengué) y Mamadou Billo Bah. Ambos fueron detenidos en Conakry en julio de 2024, una detención que se produjo «violentamente» y sin orden judicial, según Amnistía Internacional. Actualmente se desconoce su paradero.

Además, las amistades internacionales de Doumbouya, que se puede decir que son multifacéticas, fortalecen su posición. En su relación con Europa, el coronel ha combinado un pragmatismo económico marcado por la cooperación. La Comisión Europea señaló en un informe que la UE ha previsto 362 millones de euros en subvenciones para el país en el marco 2021-2027, dentro de un enfoque de “Equipo Europa” que reúne a las instituciones europeas, el BEI y varios Estados miembros. Paralelamente, el vínculo comercial sigue siendo relevante, dado que Las estadísticas oficiales de la UE sitúan las exportaciones europeas a Guinea en unos 1.250 millones de euros en 2024 y las importaciones desde Guinea en unos 648 millones.

En cuanto a Rusia, Guinea ha ido fortaleciendo el vínculo político y de seguridad con Moscú en paralelo a su relación con los socios occidentales.. Tras el golpe de 2021, la cúpula militar ha buscado diversificar el apoyo internacional y Rusia ha ganado presencia como interlocutor en el ámbito de la cooperación militar y del apoyo diplomático, pero también a través de intereses económicos: Guinea es un actor estratégico por sus materias primas, especialmente la bauxita, y para los grandes proyectos mineros. Esto convierte la amistad con el país africano en una competencia geopolítica.

Aunque Guinea no vive una guerra abierta, sí atraviesa un período de conflicto político con sus propios costos. HRW describe un país donde La prohibición de las protestas y la represión han sido fundamentales para la estabilidad “controlada” de la transición. Este patrón coexiste con un contexto económico que puede tensar la calle. Además, varios expertos han señalado un posible malestar social en torno al megaproyecto minero Simandou, que promete una importante transformación económica e industrial pero que también ha traído despidos masivos tras el pico de empleo que se produjo durante su construcción.

República Centroafricana

El favorito es el presidente Faustin-Archange Touadéra. Está en el poder desde 2016 y está decidido a buscar un tercer mandato tras el referéndum de 2023 que eliminó el límite de dos mandatos para cada presidente. Su gobernanza se basa en la promesa de estabilizar el país y una alianza de seguridad profundamente controvertida con Rusia, además de apuestas económicas llamativas, como cuando estableció el bitcoin como moneda de curso legal en 2022.

Sin embargo, la situación política en la República Centroafricana está marcada por una contracción del espacio cívico. Human Rights Watch afirmó en el Informe Mundial 2025 que El espacio político en la nación africana ha quedado restringido tras el referéndum constitucional de 2023con claros ejemplos de represión contra la sociedad civil, los medios de comunicación y los partidos de oposición. El informe de junio de 2025 de la División de Derechos Humanos de MINUSCA también documentó 64 violaciones relacionadas con la privación de libertad y las condiciones de detención, afectando a 198 personas en total, y precisó que muchos de los casos se debieron a detenciones arbitrarias o más allá del límite legal de custodia. Este tipo de cifras no se limitan a la política, sino que son un indicador relevante del funcionamiento coercitivo del Estado y del entorno en el que operan críticos y rivales.

A pesar de la dinámica represiva ya mencionada, Touadéra se enfrentará este domingo a un total de seis opositores, después de que un tribunal rechazara sus intentos de impedir la candidatura de dos ex primeros ministros. Pero la competición se desarrolla en un entorno donde la oposición denuncia injerencias y donde La capacidad de hacer campaña fuera de la capital depende, en gran medida, de la seguridad a la que puedan acceder los candidatos.

Porque la República Centroafricana sigue siendo un país que atraviesa desde hace décadas un conflicto de baja y media intensidad. Naciones Unidas tiene un despliegue de unos 14.400 uniformados en el marco de la misión conocida como MINUSCA, y la propia Oficina de Derechos Humanos. S.S. En marzo de 2025, la ONU publicó un informe sobre los ataques en el sureste (Alto Oubangui) que documentaba graves violaciones cometidas por grupos armados (incluido uno afiliado a las fuerzas armadas) contra comunidades musulmanas y refugiados sudaneses, subrayando que el ciclo de violencia sigue activo fuera de Bangui.

Este cuadro de inseguridad crónica explica también el peso de Rusia, que no es un mero colaborador de la estructura de poder de Bangui. Es una parte fundamental de la estructura de poder de Bangui. El gobierno de Touadéra ha dependido de instructores rusos y del apoyo de seguridad para su estrategia de supervivencia. Y también por la presencia sobre el terreno de contratistas vinculados al grupo Wagner, que han actuado junto a las fuerzas nacionales en operaciones contra grupos armados. Diferentes informes internacionales (Naciones Unidas, Human Rights Watch, etc.) han señalado que esta colaboración ha ido acompañada de dinámicas reiteradas de abusos contra civiles y ha dañado el equilibrio interno: el Estado gana músculo en algunos ámbitos, sí, pero a cambio se vuelve más dependiente de un aliado externo y de un modelo de seguridad marcado por la violencia.

En definitiva, son dos países que atraviesan procesos electorales este domingo. Los resultados arrojan pocas dudas. La sombra rusa se cierne sobre ambas naciones de la mano del autoritarismo, la represión y el desprecio generalizado por los derechos humanos, siempre ocultos bajo una falsa bandera de liberación africana… a manos de unos pocos.



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