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Duermo 10 horas seguidas, no voy al gimnasio y tomo ajos de mi pueblo

Duermo 10 horas seguidas, no voy al gimnasio y tomo ajos de mi pueblo
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  • Publisheddiciembre 30, 2025



José Sacristán tiene 88 añospero se pasea por los decorados con la energía de alguien mucho más joven.

Su secreto mezcla humor, disciplina ancestral y una lucidez emocional extraño.

No hace alarde de elixires milagrosos: habla de ajo, dormir mucho y no perder de vista al «niño» que era.

en su totalidad hora de máxima audienciaCuando se le pregunta cómo se mantiene tan bien, Sacristán sonríe y responde con una fórmula tan inesperada como eficaz para generar curiosidad: «El secreto es el ajo de mi pueblo.«.

«El ajo de Chinchón es mano de santo«, concluye, entre el chiste y una verdad fundamental: una vida sencilla, sin sofisticaciones, sin posturas. bienestar.

No sigue dietas de moda ni hace ejercicio en el gimnasio. «Me cuido, pero sin dietas ni gimnasios. No he pisado uno en toda mi vida, salvo en algún rodaje», confesó en una entrevista.

Y añade una rutina casi ascética: «muy poco desayunoun yogur de frutas y un vaso de agua. Nada más».

Hay un gesto radical que el actor señala como uno de los grandes cambios de su vida: dejar de fumarun hábito que hoy define tajantemente como “estupidez” y “estupidez mental”.

A partir de ahí, todo se organiza en torno a algo tan básico como infravalorado: el descansar.

En El hormiguero Dijo que duerme «bien por las noches», alcanzando ocasionalmente 10 horas seguidassólo levantarse para ir al baño, un lujo de sueño reparador que muchos envidiarían.

Tampoco presume de hazañas deportivas: «nunca he practicado deportes Pero me he cuidado y no he cometido excesos. el mayor alucinógeno que he ingerido ha sido pulpa«bromea, con ese humor áspero suyo.

Su verdadera gimnasia es seguir trabajando: a sus 88 años sigue en teatro, defendiendo que mientras el «Madre naturaleza, no pierdas el tiempo«Seguirá en pie.

El otro gran pilar de su juventud es mental. Sacristán habla de una «cordialidad» entre lo que soñó ser y lo que finalmente ha sido: «Esa cordialidad produce un consuelo que te permite caminar por la vida con un cierto margen de movimiento y ya son 88 años de margen».

Su receta contra el envejecimiento interno es clara: «Lo mejor que te puede pasar cuando llevas unos años ahí es trabajar con jóvenes, estar con jóvenescompartir con los jóvenes».

Detesta la arrogancia de quienes creen que ya no tienen nada que aprender. «Esto en la vida es un aprendizaje permanente. ¡Ay de aquel que creo que ya lo sabes todo«, oración.

Cómo se cuida Sacristán

Y deja una frase perfecta para titulares y redes: «Lo maravilloso de todo esto es no perder nunca de vista al niño que fuiste.«.

Su aparente fuerza tiene un delicado reverso. Sacristán ha dicho que sufre labilidad emocional: «Me diagnosticaron algo que se llama labilidad emocional… traducido al lenguaje vulgar significa que Tengo alma de portero que no merezco«.

«Cualquier alteración de las emociones Provoca problemas capilares, oftalmológicos, dermatológicos… Incluso me he desmayado viendo una película”, explica.

Por eso observa lo que consume, especialmente la violencia en la pantalla: «Tengo que tener una especial cuidado con la violenciaporque tengo cierta incapacidad física para tolerarlo.

En esta supuesta fragilidad también hay una clave juvenil: la capacidad de seguir sintiendo, de emocionarse, de no protegerse del mundo.



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