El gobierno de Nicolás Maduroque había asumido que su anuncio del pasado sábado se traduciría en la suspensión de las repatriaciones, hasta el punto de afirmar que Estados Unidos había congelado «unilateralmente» dichos vuelos, parece no tener más opciones que aceptar el regreso de sus ciudadanos en un ambiente cargado de amenazas diarias de ataque.

Por ello, el Gobierno venezolano autorizó el aterrizaje en el aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas, de un Boeing 777-200 operado por Eastern Airlines que había despegado este miércoles de Phoenix (Arizona). Las autoridades no especificaron el número de migrantes que viajaban en el avión.

«La Autoridad Aeronáutica de Venezuela ha recibido una solicitud del Gobierno de Estados Unidos para reanudar los vuelos de repatriación de migrantes desde ese país a Venezuela», había anunciado un día antes el Ministerio de Transporte venezolano.

«La prioridad número uno de la Casa Blanca es continuar con las deportaciones masivas. Es decir, la continuación de esta política está por encima de cualquier otra, incluida la retórica bélica contra Venezuela», enfatiza el analista venezolano en conversación con este diario. Carolina Jiménez Sandovalpresidente de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA).

Los vuelos de repatriación, que se realizaron dos veces por semana, podrán sobrevolar el espacio aéreo venezolano «como viene sucediendo semanalmente los miércoles y viernes», agrega el comunicado.

Según cifras del gobierno venezolano, casi 14.000 migrantes han regresado al país en vuelos chárter desde que la Administración Trump inició las deportaciones de migrantes en febrero pasado.

La reanudación de las repatriaciones demuestra que los canales de comunicación entre Washington y Caracas siguen en pie a pesar de las continuas amenazas de Trump y del jefe del Pentágono. Pete Hegsethquienes acusan a Maduro de liderar el Cártel de los Soles, una supuesta red criminal que trafica drogas hacia la frontera de Estados Unidos. Una acusación que Maduro rechaza rotundamente.

De hecho, durante la reunión semanal de Gabinete del martes, el inquilino de la Casa Blanca volvió a mencionar la posibilidad de iniciar ataques terrestres contra Venezuela «muy pronto».

«Sabes, la Tierra es mucho más fácil, mucho más fácil. Y sabemos las rutas que toman. Sabemos todo sobre ellos. Sabemos dónde viven. Sabemos dónde viven los malos», declaró el presidente estadounidense, quien, según el El Heraldo de Miamihabía ofrecido al líder chavista una salida honorable del país. Oferta que Maduro habría rechazado.

El mensaje de Trump del pasado sábado asegurando que el espacio aéreo venezolano podría considerarse «completamente cerrado» supuso un nuevo revés para Caracas en la escalada militar iniciada por Washington. «Ninguna autoridad ajena a las instituciones venezolanas tiene la facultad de interferir, bloquear o condicionar el uso del espacio aéreo nacional», respondió la Cancillería venezolana.

Pero las palabras del inquilino de la Casa Blanca provocaron una avalancha de cancelaciones de vuelos en Venezuela. Desde el lunes, el país sólo recibe vuelos procedentes de Cuba, Curazao, Colombia, Panamá y Rusia, según datos del portal Flightradar24.

La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos instó a finales de noviembre a «tener precaución» al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe. Pero los ataques aéreos contra presuntas embarcaciones narcotraficantes frente a las costas de Venezuela, que han causado la muerte de al menos 83 personas, no han reducido la frecuencia de llegadas de aviones con migrantes deportados. Y no parece que la situación vaya a alterar la hoja de ruta de Trump.