El año oscuro de la ministra Aagesen: apagón y crisis nuclear
La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Sara AagesenTenía una larga trayectoria en el sector energético antes de llegar a su puesto actual. Como Secretario de Estado de Teresa Ribera Era una cara reconocida entre las empresas, y las buenas opiniones … en ella eran una constante. Con estos respaldos alcanzó la primera línea política. Había muchas expectativas, y casi todas positivas.
Sin embargo, le ha tocado vivir un hito histórico en el ámbito eléctrico que ha puesto patas arriba toda su agenda: la apagón el 28 de abril, que abrió el debate sobre la integración de las renovables en el sistema, así como el cierre de las centrales nucleares. Esto también ha provocado una fuerte tensión entre empresas, lo que refleja la singular polarización que vive España en su conjunto.
Para abordar cómo ha sido su primer año de mandato, y qué tareas tiene pendientes para 2026, ABC ha recopilado las impresiones de las principales organizaciones empresariales que representan a la gran mayoría del sector energético español. Muchos coinciden en que el camino marcado es positivo, pero hay menos optimismo que hace años. El apagón ha generado dudas. Demasiado.
“Aún queda mucho trabajo regulatorio por hacer”, explica el director de Regulación de Aelec, Marta Castro. La asociación de empresas eléctricas estima que será imprescindible «abordar la regulación que mejore el funcionamiento de la integración de las renovables en el sistema». Este sentimiento es transversal para cualquier negocio. De la patronal del gas Sedigas Recuerdan que el Ministerio «ha avanzado en la actualización de algunos aspectos del marco regulatorio del sistema y ha sentado algunas bases técnicas para la integración progresiva de los gases renovables. Sin embargo, persisten lagunas regulatorias relevantes que condicionan numerosos aspectos de la actividad del sector en España».
Y las principales observaciones vienen de esa manera. Desde Asociación de la industria del combustible (AICE) aseguran que llevan «años exigiendo un marco regulatorio y un entorno fiscal que dé certeza a las inversiones necesarias para alcanzar el objetivo de neutralidad climática para 2050 que nos hemos marcado como país».
problema de ideas
Aagesen ha tenido que afrontar, por culpa y efecto del apagón, el debate sobre la neutralidad tecnológica -o su ausencia- que afecta al sector, donde en ocasiones se señala que el Gobierno ha priorizado unas soluciones energéticas frente a otras. Pero no sólo eso. También ha llegado la polarización política, y el impacto ha sido enorme a la hora de legislar; sobre todo cuando ha habido consenso entre las empresas, pero no en el Congreso.
El director general de la organización fotovoltaica FENU, Jose Donosorecuerda que “este ha sido un año positivo de continuidad con el proceso de transición energética, en el que se elaboró el RDL 7/2025 con gran consenso del sector y que lamentablemente no se aprobó. Aunque se han llevado a cabo decretos importantes como de medidas urgentes, con puntos tan necesarios como la hibridación con el almacenamiento que tanto se necesita. Pero esas necesidades llegan a regañadientes.
Así lo asume y reconoce el Secretario General de protermosolar, Óscar Balseirolo que explica que «el primer año del ministro Aagesen ha estado marcado por la necesidad de repensar la transición energética sin comprometer la seguridad del suministro eléctrico. El incidente de abril ha demostrado que necesitamos tecnologías que aporten firmeza, inercia, control de tensión y flexibilidad al sistema, al mismo tiempo que avancen en la electrificación y la descarbonización, lo que ha subrayado el papel estratégico de la tecnología termosolar.
En cuanto a la marcha del sector, el ritmo es intermitente. Un ejemplo de renovables lo explica el director general de la Asociación Empresarial Eólica (EEE), Juan Virgilio Márquezque recuerda que «el ritmo de crecimiento anual de la nueva energía eólica debe acelerarse, pero debe hacerlo en condiciones que generen certidumbre a los inversores: la demanda eléctrica debe aumentar, la tramitación administrativa debe ser más ágil y coordinada entre instituciones, con criterios homogéneos entre territorios, y jurídicamente segura». Hay que solucionar urgentemente la parálisis judicial que existe en algunas regiones como Galicia».
De FENUPor su parte, asumen que «el gran reto es avanzar en la descarbonización de los usos finales de la energía y la electrificación de la demanda. Es importante que se aceleren los concursos de demanda previstos. Y realizar un real decreto que regule las comunidades energéticas. También es necesario que haya subastas que den certeza a los inversores para continuar con la transición energética ante un sistema de precios marginalista que, por sus características, no da señales adecuadas a la industria renovable».
En este ámbito renovable, el director general de Protermsolar asume que “es fundamental impulsar el cumplimiento del Pniec, lo que supone acelerar la tecnología termosolar hasta alcanzar los 4.800 MW, e impulsar el almacenamiento térmico como solución probada y testada en la última década. También, reducir las extraordinarias restricciones que sufren las plantas termosolares por la saturación de sus nodos. Es paradójico que castiguemos a una tecnología renovable que aporta firmeza, estabilidad y control de tensión, obligándola a detenerse cuando hay exceso de generación, sobre todo cuando la red necesita operar con seguridad o cuando esa energía puede ser almacenado y liberado durante la noche.
Sobre las funciones que marca la organización eólica EEE para 2026 son, entre otros, «acelerar la repotenciación de los parques más antiguos junto con la nueva energía, activar eficazmente los mecanismos de defensa industrial de nuestra cadena de valor, impulsar la eólica marina, desplegar almacenamiento eficientemente y solucionar la judicialización masiva en los territorios».
Tecnología esencial
Respecto a los combustibles fósiles, que siguen siendo la piedra angular del sistema energético español en cuanto a su usode Sedigas Consideran imprescindible la «adopción completa del ‘Reglamento europeo para la reducción de las emisiones de metano’ en el sector energético de aquí a 2026, quedando pendiente la definición de los criterios de implementación relacionados con obligaciones, periodicidad, inspecciones y metodologías de supervisión».
Asimismo, y con una cuestión que lleva demasiado tiempo en la lista de asuntos pendientes del Ministerio, la patronal gasista exige la «aplicación de la Orden Ministerial sobre mercados de capacidad, que ofrece las condiciones de certeza y viabilidad técnica y económica para los ciclos combinados de gas».
Por su parte, AICE estima que para el próximo año “es clave la transposición ágil, ambiciosa y completa de la directiva ‘RED III’, para fortalecer la competitividad de la industria de los combustibles y del país en su conjunto; para proporcionar estabilidad y seguridad jurídica a largo plazo, y para asegurar la entrada en vigor del nuevo sistema de objetivos de combustibles y energías renovables con horizonte 2030 el 1 de enero de 2027.
La patronal de la industria de los combustibles estima que esto «permitirá avanzar en la oportunidad que tiene España con los combustibles renovables. Porque podemos liderar su producción en Europa: tenemos el sistema de refino más flexible y competitivo de la Unión Europea, somos el tercer país con mayor disponibilidad de materias primas, principalmente residuos para la producción de combustibles renovables, y tenemos la mayor red comercial de combustibles 100% renovables del continente».
Debate nuclear
Como si fueran pocos los frentes abiertos, el debate sobre el futuro de la energía nuclear saltó a las portadas de todos los periódicos. Su necesidad, tras el apagón, se hizo más visible. «En materia de suministro eléctrico hay que aprender de la experiencia y tener cinturones y tirantes, porque debemos tener luz todos los días del año, y no hemos podido asegurarla, lo cual es muy grave». Esto es lo que el presidente de Foro Nuclear, Ignacio Araluceque ahora mismo tiene el futuro de la central de Almaraz en las oficinas del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Pero los árboles nucleares no deberían impedirnos ver el bosque energético. El impulso a la electrificación, las subastas de renovables, la velocidad del despliegue eólico -incluido el offshore-, la puesta en marcha de mercados de capacidad -clave para el sector gasista, que este año ha sido esencial para el sistema-, y por tanto un sinfín de cuestiones que hay que abordar Aagesen lo antes posible. Todo esto mientras continúan las dudas sobre lo que realmente ocurrió el pasado 28 de abril.
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