El año pasado me dio un golpe psicológico, pero ahora estoy en la cumbre. El objetivo es ganar la categoría Original
Javi Vega (Madrid, 1985) llega a la redacción de EL ESPAÑOL en compañía de su amigo el también piloto Lorenzo Santolino y nada más bajarse del taxi, ya nos hace la primera broma: «No te pases hoy que vengo de resaca». Nos reímos, pero es que con Javi nunca se sabe cuándo lo dice de verdad y cuando está de coña. «No, en serio, es que la noche de Madrid…». Nada, va a ser imposible ponerse serios.
Intentamos entrar a la redacción y antes de cruzar la puerta, un aficionado les pide una foto a él y a ‘Loren’. Lo que le hacía falta, que encima le alimentaran el ego… Consigo llevarle hasta el ascensor y le advierto: «Javi, te voy a enseñar una planta nueva, la 8, esta no la conoces, así que no la líes». Solo tuvo que poner un pie en ella para saludar a todo el mundo como solo él sabe.
Ya no nos quitaron el ojo de encima. Y para rematar la faena, no pudo evitar tocar donde solo los redactores de este periódico saben a la estatua que descansa en mitad del pasillo. Le miro y le digo: «Javi, ¿qué haces?». «Por si me da suerte», me responde. Imposible contener la risa con él. Nos escapamos a una sala para dejar de molestar y ponernos de verdad con lo importante, aunque enseguida te das cuenta de que lo verdaderamente trascendental es eso, la alegría que contagia, y que lo secundario es acudir cada año a jugarse la vida al Rally Dakar.
Con solo 10 minutos, Javi es capaz de cambiarte el día. Su sinvergonzonería, en el buen sentido de la palabra, te inunda. Esa alegría y esa vitalidad que tanto le ayudan durante los malos momentos que atraviesa en una prueba tan dura como la que arranca el próximo 3 de enero en Arabia Saudí. Este será su octavo Rally Dakar, uno de los más especiales sin duda por todo lo que cuenta a EL ESPAÑOL.
Lo primero, porque llega en el mejor momento profesional de su vida. Lo segundo, porque ha superado sus diferencias con su marca, Kove. Llega habiendo disputado pruebas del Mundial de Bajas, de haber tenido en sus manos la victoria en el Campeonato de España y de haberla dejado escapar por «malas decisiones», y de haber brillado por medio mundo, desde Ecuador hasta Marruecos.
Además, este Rally Dakar 2026, donde volverá a tener el férreo apoyo de Pont Grup, será especial porque el también odontólogo y esquiador profesional ha hecho su Kove desde cero, desde el primer tornillo hasta el último, lo que le ha permitido tener un conocimiento de la mecánica como nunca antes lo había tenido. Un factor clave para los pilotos que acuden a la prueba más dura del mundo sin asistencia.
Y es que Javi regresa por séptimo año consecutivo a la categoría Original by Motul, la más pura de toda la prueba, la de los pilotos que van solos a la carrera y que se tienen que arreglar todo únicamente con sus propios medios. Además, retorna después de un Dakar 2025 en el que nada le salió bien, ni a nivel mecánico, ni a nivel de salud ni a nivel de navegación.
Lo hace repleto de ambición y de confianza, ya que todos los kilómetros acumulados durante el año, y en especial los últimos en el Addax Rally de Marruecos, le han permitido evolucionar y llegar en muy buena forma.
Por ello, el objetivo no es otro que ganar su categoría, sueño que persigue desde que en el 2023 terminara segundo, incluyendo un Top30 de la general que le hizo tener que acudir como embajador al año siguiente.
Buen humor aparte, el doctor Vega, como se hace llamar en la nueva serie de preguntas y respuestas a través de vídeo que ha lanzado en sus redes sociales, sabe lo que es ponerse serio antes de afrontar el gran objetivo del año, al cual considera «un premio» después haber hecho las cosas a un gran nivel durante casi los 11 meses restantes.
Y así se lo cuenta a EL ESPAÑOL horas antes de volar a Arabia Saudí, donde afronta otra vez el desafío de ser el mejor de los dakarianos más auténticos. Y lo hace confesándonos que ya se siente recuperado del terrible «golpe a la cabeza» que le estando en el Dakar el año pasado y del cual ha aprendido una gran lección.
Javi Vega durante una entrevista con EL ESPAÑOL.
EL ESPAÑOL
Bueno, Javi, has tenido un 2025 muy completo y con muchas carreras. Has estado en Arabia Saudí con el Mundial de Bajas, has estado hasta en Ecuador compitiendo… ¿qué balance haces de este año?
Yo creo que, como dices, he corrido muchas carreras y esto me ha servido para conocer la moto. He corrido carreras tanto con la 450cc como con la 800cc y estoy ayudando a evolucionar un poco la moto. La 450cc, sobre todo.
Hemos hecho varios test de fiabilidad hasta reventarla y el correr carreras durante todo el año creo que me lleva a estar más preparado, tanto psicológicamente, como para meterte en carrera, como físicamente. Ahora mismo me encuentro bien. Hay que tener los pies un poco en la tierra, que los primeros días son los difíciles y, bueno, hacer un Dakar sin caídas sería lo suyo.
Pero va a ser muy difícil eso.
Ya, sí.
Ya hablaremos de algunas carreras en específico, pero te quiero preguntar por tu calendario. ¿Cómo lo organizas? ¿Tenías algo fijado o vas un poco a lo que te va surgiendo según va avanzando el año?
Pues mira, el Mundial de Bajas, por ejemplo, surgió en el Dakar. Me lo ofreció la fábrica a mitad de Dakar y justo ahí decidimos que la moto no volvía a España, que se quedaba allí. Luego tuve complicaciones, corrí ahí carreras, pero se acabó el presupuesto a la mitad. La moto se me quedó en Arabia y, al final, para traerla ha sido un follón.
Y luego tengo mi calendario, por ejemplo, del Campeonato de España, que sí lo tengo bajo contrato. He hecho un poquito las del Mundial que me quedaban cerca como Portugal, vuelta a España… Y luego la que no fallo ningún año, que es mi tercera edición, es el Addax Rally, que me sirve para tocar mucha arena en Marruecos y, sobre todo, entrenar el roadbook, que la navegación que tiene es exquisita.
Vamos al Campeonato de España, a Cuenca. ¿Qué pasó allí? Me gusta mucho que utilizas la palabra «autónomo», que también habla mucho de la responsabilidad de tus decisiones y de la autocrítica que haces contigo mismo.
Este año, como bien dices, ha habido demasiadas carreras. He estado en demasiadas cosas a la vez y no me ha dado la vida. Creo que me han salido hasta ojeras y más canas (risas). Y, para la última prueba, me confié, iba ya un poco sobrado en el Campeonato de España y tiré del mismo mousse, que es la parte interna de la rueda, y la lié.
Destrocé el mousse y no pude acabarla. La anterior tampoco pude acabarla por un fallo de una pieza que sabíamos que se iba a romper por las horas de uso del motor. Ya me lo habían avisado desde el equipo. Yo pensaba que el único que rompía motores era Mason Klein. Pues yo al final también tuve la mala suerte de romper. Entonces, mira, una segunda posición que me sabe a poco porque iba sobradete, pero bueno, culpa mía totalmente, por mis malas decisiones.
Las decisiones que tengo que tomar son por falta de presupuesto. Este año, las he tomado mal.
¿Esas decisiones se entrenan o es un poco instinto?
Bueno, al final son decisiones que tienes que tomar por falta de presupuesto. Yo tengo un presupuesto que tengo que ir siempre muy al límite. Este año he corrido muchas carreras y tengo que ir justo de ruedas, justo de mousses, justo de piezas… Si fuera todo más oficial, tener moto nueva cada carrera sería lo ideal, ¿no? Pero tengo que medir mucho y las decisiones las tomo yo, y ha sido un año en el que las he tomado mal, pero al final es por falta de medios y presupuesto.
Ahora vienes del Addax Rally y del Enduroc. ¿Qué feeling te traes?, ¿qué Javi sientes que va a llegar al Dakar?
Me ha hecho mucha ilusión correr el Addax porque el año pasado lo gané con la 450cc y este año he querido bajar con la 800cc. Es una moto de trail que nunca había hecho tantas carreras, solo eventos, y he tenido la suerte de que estaba el equipo Yamaha Ténéré oficial allí y correr con ellos, ir con esas motos que van preparadas hasta las trancas…Llevar una moto oficial me ha gustado y me ha gustado demostrar que esa moto funciona.
Aparte, al ser una moto de trail, en dunas es más exigente por los pesos, aunque dentro del sector trail es la más ligera, pero comparado con mi 450cc es mucho más «vacaburra», digamos. Frenarla, acelerarla, las inercias… todo cambia mucho.
Me ha venido muy bien tanto para probar esa moto como para ponerme fuerte y llevar esa moto tanto ahí como en el Enduroc, que nunca lo había corrido y era el 15 aniversario. Me ha hecho mucha ilusión también correr allí. Así que ahora, cuando coja la 450cc en Arabia, espero que vuele con ella.
A nivel de pilotaje, ¿te sientes en el mejor momento de tu carrera?
Seguro. Yo creo que he alcanzado la cumbre, estoy en la cresta de la ola. Y sí, ¿por qué no? Al final están llegando niños más jóvenes a esta disciplina, que cada vez van a ir más fuertes. Para mí, siempre me lo he tomado como otra carrera a la que tengo en el scratch, porque al final estoy luchando en una categoría donde vamos siempre mucho más cansados y más reventados.
El año pasado me dio un duro golpe en la cabeza, psicológico, el entrar en Kove, un equipo más oficial, porque yo iba un poquillo mejor que los pilotos chinos y, al tercer día de Dakar, ya no podía con ellos. Y no lo entendía. Quise apretar más, me caía más y al final llegué a la conclusión de que ellos llegaban, se iban a la autocaravana, se ponían en posición horizontal y yo no paraba de hacer cosas hasta la noche.
Al final iba acumulando un cansancio del que tengo que ser consciente. Voy más cansado que el resto y no por medirme al lado de ellos me puedo poner a su ritmo. Cada año voy aprendiendo más de cabeza, el Dakar es experiencia.
Hay que gestionar bien. Y creo que este año es especial para ti porque te has hecho tú la moto desde cero. ¿Cómo surge eso y, sobre todo, cómo es el proceso de hacer una moto desde cero?
El año pasado entré en Kove y la moto la cogí en octubre y tuve muy poco tiempo para hacerme a ella, sobre todo a la mecánica. Este año ya sí he corrido con ella todo el Mundial, el Campeonato de España y la he desmontado de arriba a abajo, he probado varios motores y ahora, para lo último, le he cambiado todo, hasta el último tornillo, la instalación eléctrica… espero que lo haya montado todo bien (risas).
Me ha hecho ilusión porque he visto la moto realmente desde dentro y me la he hecho yo solo, que antes tenía ayuda de Toño, y ahora me hace especial ilusión porque me la conozco bien. Sé lo que puede fallar, sé que es una moto que está en pleno proceso de desarrollo. No es como la moto estándar que se vende, que ya es fiable; la mía es un prototipo. Estamos en ello para hacerla más fiable. Vamos a ver qué tal nos funciona.
El casco de Javi Vega, piloto del Dakar.
EL ESPAÑOL
¿Qué tal están las cosas con Kove? ¿Habéis superado las diferencias de principios de año?
Sí. Todo empezó súper fuerte, fue un proyecto a 3 años donde metieron bastante inversión en marketing y cuando entro yo para el cuarto año, la gestión de marketing se paralizó un poco. Ahora quieren vender motos, que creo que ya han hecho un buen marketing, y se ha demostrado que han acabado tres o cuatro Dakares.
Sí que es verdad que han reducido presupuestos. Yo me quedé a medias con el Mundial, han quitado el equipo de Supersport 300… Este año pilotos oficiales va a haber dos y han reducido un poquito. Ahora tienen que recuperar vendiendo motos y seguimos ahí con ellos ayudándoles.
De nuevo categoría Original. Se ha hablado mucho de lo que es, de lo que supone, de las diferencias… Quiero que me digas qué es para ti, en todos estos años que has estado en la categoría, lo mejor y lo peor de ser Original.
Lo peor siempre es el cansancio acumulado que vas teniendo día tras día. Creo que es una carrera muy psicológica. Como te he dicho, el año pasado me dio un buen golpe en la cabeza el querer más y no poder. Creo que eso es lo peor, que todo el mundo te dice «¿qué tal vas en la general?» Digo no, no me puedo comparar con el resto, voy reventado.
Me gusta mucho esta categoría, es muy de estrategia. Al final tenemos cierto número de ruedas que tenemos que ir cambiando cada dos días. Seguramente este año, con la cantidad de piedras, un juego nos dure un día, entonces otro habrá que estirarlo 3 días. Es muy de estrategia. Me considero de los fuertes de la categoría, a lo mejor puedo estar en Top5, pero hay que gestionar mucho y tienen que pasar cosas. Siempre me pasan cosas a mí, pero también le pasan al resto, así que vamos a ver.
¿Has aprendido con el paso de los años a prepararte de una manera especial para esta categoría? Sobre todo para esas pequeñas cosas de dormir con arena, a levantarte mojado…
Totalmente. Cada año aprendes truquitos, de los que ves a los demás y de los que tú necesitas. Desde llevar, si se te mojan las botas, un calentador de botas para secarlas, porque solo llevo un juego de botas. Tonterías que te hacen la vida un poco más cómoda.
Al principio decía «me llevo menos calcetines». Ahora llevo un calcetín para cada día, unos guantes para cada día, ropa interior para cada día… ¿Por qué? Porque en cuanto se te mete un poquito de arena ya te raspa y te hace unas ampollas tremendas. Todo lo que vas aprendiendo lo vas aplicando a tus necesidades.
¿Qué te parece el recorrido de este año en Dakar? Has sido crítico con Arabia Saudí por considerar que era un poco repetitivo el modelo. ¿Qué te parece el Dakar que han planteado para este año?
Seguimos en Arabia. Creo que el paisaje será el mismo, sí que pasaremos 3 kilómetros más para aquí o 3 kilómetros para allá, que al final te cambia todo, pero vamos a tener mucha piedra y a lo mejor menos duna este año. Pero creo que va a haber dunas seguro y arena, como siempre.
Nos quitan el Empty Quarter. Es verdad que el año pasado fue muy difícil llegar, pierdes dos días para llegar y dos días para volver un poco a la civilización, no hay cobertura, los medios ahí están bastante complicados…
Me preocupa que quieran meter la jornada con cambio de ruedas para coches en mitad de una etapa. Eso quiere decir que va a haber muchas piedras, así que la buena gestión de ruedas va a ser clave. Ya te digo, unas ruedas nos va a durar un día, entonces otro día de arena habrá que estirar tres días ese juego.
¿Con qué objetivo vas? ¿Ganar la categoría?
Bueno, sí, siempre se va con ese objetivo, ¿no? (Risas). Sí que es verdad que el otro día, verificando, ya veía tres pilotos que son mejores que yo. Entonces, el objetivo principal es intentar no caerme, no romper la moto, curarme en salud yo y estar fuerte todo lo que pueda. Los primeros días siempre son claves porque salimos todos con el cuchillo entre los dientes y hay que recolocarse.
Va a haber navegación también dicen, entonces hay que intentar no perderse. El año pasado me perdí mucho por la tablet, que no me iba bien. Espero que todo funcione en orden este año. Intentar no perdernos y hacer una buena prólogo para no pillar muchas huellas. Tienen que pasar cosas. Siempre pasan cosas.
Sabemos que eres un piloto especial. ¿De dónde ha surgido esa serie de preguntas con el Dr. Vega?
Porque soy especial, soy rarito (risas). Me hacía ilusión hacer unas preguntas entre los amiguetes. Siempre me pregunta mucha gente cosas que quieren saber y que los medios o la tele no dicen. Hay cosas que no se pueden decir tampoco.
Tú te callas poco, eh.
Sí, en mis redes hago lo que me da la gana, la verdad. Así que por qué no, con coleguillas, decir cosillas que no se dicen mucho.
Te gusta mucho esto. ¿Cómo consigues que sigamos pasándonoslo bien con tus redes? No sé si también te formas en ese campo o curioseas a ver qué hace la gente, influencers o quienes se dedican más a este mundo para incorporar esa otra faceta tuya, o si es imaginación simplemente y se te van ocurriendo cosas.
La verdad es que tengo pocos pelos en la lengua. Hago lo que me da un poco la gana y al final intento divertirme todo el año y divertirme todo el camino. Si te dedicas solo al Dakar te puedes quemar y acabar hasta las narices porque es todo el año para estar aquí, y los primeros Dakares nos quemamos mucho.
Ahora que estoy yo solo he empezado a disfrutar del camino y de todo el año. Al final el Dakar es el premio de recompensa de estar todo el año luchando. Simplemente me divierto, tanto en la moto como en las redes, y tengo un poco la libertad de hacer lo que quiero dentro de unas cosas éticas, digamos.
Javi Vega durante una entrevista con EL ESPAÑOL.
EL ESPAÑOL
Y la suerte de caer bien también.
Bueno, eso ya no sé, supongo que tendré mis haters también.
Os quedan pocos días para viajar. Quiero saber algo que habitualmente no falte en tu maleta.
A ver, ¿qué no puede faltar en mi maleta? Satisfyer no uso, tío. No, joder (risas). Es que llevo muchas cosas importantes. Lo de los calentadores de botas, al final me va súper bien para dormir dentro de la tienda, porque los utilizo, me los meto en los sobacos o me los meto para dormir conmigo porque me dan calorcito, aparte de las botellas del pis, que salen calentitas (risas). Pero eso para mí es importante, aparte de que me ayudan si tengo que secar el único par de botas que llevo.
Te hago la última ya que se nos descontrola esto. ¿Cómo va a ser tu calendario de aquí hasta que vueles? Tus entrenamientos, preparación y, bueno, despedida un poco también de la familia y demás.
El sábado hice el último entreno con la moto. Fui al búnker, a mi circuito, unas vueltas tranquilo, me despedí un poco de la gente y luego estar relajado. Pasé la comida de Navidad el 25 y este año me voy un poquito antes para aclimatarme a la altitud (risas). Me apetece mucho esta semana estar en un hotel allí un poco a mi bola, solo, no estar en un campamento desde el día uno.
Quiero llegar a dormir en tienda el día de antes del Dakar, no quiero estar en tienda antes. Dormir en cama e intentar aclimatarme, no a la altitud, pero sí empezar a hacer el horario de Dakar, intentar a las 21:00 horas estar en la cama y levantarme, hombre, no tan pronto, pero a lo mejor a las 06:00 estar en pie. Coger algún hotel que tenga algo de gimnasio para hacer un poquito de bici y estar en un descanso activo.
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