Nadie les gana en espíritu navideño, ni siquiera Abel Caballero, que compite unos kilómetros más abajo, cerca de Portugal. Manuel es de A Guarda, de la parroquia donde viven actualmente, Camposancos. Su esposa, Wanda, es de origen estadounidense, aunque ambos vivieron juntos en Santo Domingo. Ahora han regresado a Galicia, a casa de Manuel.

La pareja inició esta tradición con unos miles de luces LED. “Fue en 2020, para animar a la gente después de la pandemia”, afirma Wanda. Además, lo tenía muy arraigado en su cultura, siendo originaria de Estados Unidos, donde cada casa está decorada como un festival.

“Cada año invertimos más y más”, explica Manuel. este año tienen alrededor de medio millón de luces y además tienen música navideña de fondo y elementos decorativos como renos, Papá Noel o muñecos de nieve en una parte del jardín que casi parece un zoológico. Lo único que falta es una máquina de nieve. Y no lo intentéis, puede que lo compren el año que viene y Abel Caballero no tendrá posibilidades de ganar. La mayoría de los accesorios de iluminación los instalan dos electricistas, aunque también aportan parte de la decoración.

“A la gente le encanta”, dicen sonriendo. Encendieron sus luces ante Vigomás precisamente el viernes 15 de noviembre, celebrando con sus seres queridos un acto inaugural que llenó todo el jardín. Luego, el sábado, volvieron a llenarse de visitantes. “Venía gente de Vigo, Salvaterra e incluso de Illa de Arousa”, afirma Manuel.

Quieren que todos vengan. “Antes la gente pensaba que no podían pasar y lo veían desde arriba”, explica Manuel, “este año hemos puesto un cartel arriba para que la gente sepa que pueden bajar”.

“Que tiemble Abel Caballero, que venga y vea esto”

Las puertas de su jardín abren de 18:00 a 22:00 horas.cuando cierran sus puertas. Sin embargo, las luces permanecen encendidas hasta la medianoche para ser visibles desde el exterior.

Esta tarde hay varios peatones. Algunos, tímidos, se preguntan si podrán bajar. Lo que más les impresiona es el camino que baja hasta la casa de la pareja. Un señor de O Rosal decía: “Que tiemble Abel Caballero, que venga y vea esto. »

Otros dicen que les gustaría poder amueblar su casa así, pero les resulta demasiado caro. “En absoluto”, responde Manuel.a final de mes en la factura pueden añadir diez o veinte euros más«. Y todas sus luces son LED, lo que reduce el coste total.

Les encanta la emoción de quienes visitan la casa, especialmente niños y niñas. Manuel y Wanda siempre están atentos a los visitantes y siempre reciben con una gran sonrisa.. Al despedirse de sus visitas, la pareja lo hace con un “Feliz Navidad”, para expresar aún más su espíritu navideño y contagiar a cualquiera que entre a su hogar. Sus puertas están siempre abiertas para todo aquel que desee volver.

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