El ejercicio de los 5 sentidos para frenar fácilmente los pensamientos obsesivos en un minuto según los neurocientíficos
La ansiedad se ha convertido un importante problema de salud pública. Todas las grandes administraciones y organizaciones, incluida la OMS, están de acuerdo en este punto. En cuanto a los factores que han provocado que sus niveles aumenten en los últimos años, existen muchas teorías: desde cambios sociales y tecnológicos hasta presiones individuales derivadas del ritmo de vida actual.
Afortunadamente, ante este creciente problema, también han surgido excelentes soluciones. Probablemente ya conozcas muchos de ellos, como el mindfulness o la meditación. Otras, como la reprogramación del pensamiento (terapia cognitivo-conductual), están avanzando constantemente hasta situarse a la vanguardia de la terapia de la ansiedad. Y así, existen muchas otras técnicas. El que te vamos a mostrar hoy es sin duda uno de los más sencillos y fáciles de aplicar, con una eficacia más que probada. Toma nota de esto, ya que te ayudará mucho en momentos de crisis.
Un ejercicio neurocientífico para calmar la mente
Marco Ratti, neurocientífico y psicoterapeuta, comparte en sus redes sociales Información valiosa y consejos para controlar la ansiedad.. Todo ello, por supuesto, con la ciencia como apoyo.
En una de sus publicaciones más populares ofrece un ejercicio imprescindible para romper ese círculo vicioso que se activa en la mente cuando tenemos pensamientos obsesivos o recurrentes. No deberías luchar contra ellos, intenta tirarlos.buscando soluciones y discutiendo su veracidad. Sería caer en la trampa.
El experto recomienda este ejercicio en su lugar. El objetivo es utilizar los cinco sentidos. para calmar el cerebro.
Bandera
Este sencillo ejercicio de atención plena comienza con presta atención a todos los colores está a tu alrededor, a través de la vista.
Este paso activa la corteza visual, desviando la atención de los pensamientos ansiosos hacia estímulos externos. Al observar los colores, entrenas al cerebro para concentrarse en el presente.lo que reduce la hiperactividad de la amígdala, que es el área del cerebro asociada con el miedo y la ansiedad.
También activa el lóbulo parietal, que regula la percepción especial, ayudándote a sentirte más conectado con tu entorno en lugar de quedar atrapado en el ciclo interminable de preocupaciones.
sonidos
El segundo paso de este ejercicio es Concéntrate en todo lo que puedes escuchar.si los sonidos están cerca o lejos. Prestar atención a los sonidos estimula la corteza auditiva, desviando la energía cerebral de los pensamientos recurrentes.
Este ejercicio también calma el sistema nervioso simpático, activado por la ansiedad, al centrarse en algo neutral, como el ruido ambiental. Escuchar sonidos lejanos también favorece la sensación de espacio y amplitud.lo que puede aliviar cierta sensación de “encierro” que muchas veces acompaña a la ansiedad.
Olores
El tercer paso es presta atención a todo lo que puedes oler. En este caso, los olores se procesan en el mencionado sistema límbico, que incluye la amígdala y el hipocampo, que regulan las emociones. Puede inducir la calma al conectarse directamente con la parte más emocional de su cerebro.
Además, si el olor es agradable (como perfume o aire fresco), tu cerebro puede liberar serotonina, una hormona que regula el estado de ánimo y potencia el efecto relajante del ejercicio.
Texturas
Siguiente, debes concentrarte en todo lo que te gustaría tocar a tu alrededor. Si puedes, hazlo. El tacto estimula la corteza somatosensorial, un área del cerebro que procesa las sensaciones físicas. Esto reduce la sobrecarga emocional al redirigir la atención a sensaciones concretas y tangibles.
Tocar texturas agradables o familiares también puede desencadenar liberación de oxitocinaotra de las famosas hormonas de la felicidad.
Sabores
Finalmente, concéntrate en todo lo que puedes disfrutar ahora mismo. Podría ser tu saliva, lo último que comiste, un caramelo, etc. La percepción del sabor. Activa el sistema gustativo, otro canal sensorial. lo que distrae la atención de las preocupaciones internas. Además, al centrarte en el sabor, entrenas tu mente para volver al presente.
Si el sabor es agradable, nuevamente, puede activar el sistema de recompensa del cerebrolo que produce una agradable sensación de bienestar.
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