“El espacio entre los objetos es más importante que los objetos en sí mismos. En este vacío, la mente encuentra oxígeno”


Todo aficionado a la jardinería sabe que esta actividad proporciona una satisfacción que podríamos calificar de espiritual, porque produce un bienestar profundo Es difícil describirlo con palabras.
Nadie ha profundizado en este aspecto del cuidado de las plantas como los jardineros budistas japoneses y, entre ellos, destaca Shunmyo Masuno, Monje budista zen y paisajista con numerosos premios internacionales. Masuno es autor de libros como El arte de dejarse llevar (ed. Urano) y Jardines Zen (Tuttle Publishing) y ha diseñado jardines en todo el mundo.
«El espacio entre los objetos es más importante que los objetos mismos. En este vacío, la mente encuentra oxígeno», dice Masuno en una frase que resume su visión del jardín zen y que puede servir de inspiración a cualquier jardinero.
En espacios vacíos la mente se relaja
Puede parecer extraño decir que la clave no está en las plantas en sí, sino en el espacio entre ellas, pero si lo piensas bien, Nada más lógico. Una aglomeración continua de plantas no es un jardín y difícilmente puede dar lugar a un espacio bonito.
Por otro lado, las plantas no son los únicos elementos de un jardín. También hay Tierra, rocas, agua o diferentes planos. donde se distribuyen las plantas. El jardinero debe jugar con todo ello para crear su obra. Como explica Joshua Smith, fotógrafo y doctor en cultura japonesa, «a diferencia de los jardines occidentales, que a menudo llenan cada espacio con plantas, decoraciones y colores, Masuno deja deliberadamente áreas vacías, lugares donde la vista puede descansar».
Déjate guiar por la naturaleza


La inspiración de Masuno puede ayudarnos a crear nuestros espacios verdes. Para ello, fíjate bien en el espacio que tienes disponible, tal y como lo tienes actualmente. Quizás te preguntes si Mejoraría aún más agregando o eliminando algo. Piensa en pequeños cambios que promuevan la armonía.
El paisajista japonés recomienda no pelear en el jardín, no intentar imponerse a la naturaleza, sino seguir sus instrucciones. Elige plantas que se lleven bien con las que ya tienes y con las que Tendrán sus necesidades fácilmente satisfechas. Un jardín sencillo inspirado en la naturaleza es mucho más fácil de mantener y produce mayor satisfacción.
Combinando tradición y modernidad
Otra recomendación de Masuno es combinar tradición y espacios modernos. En Japón, eso significa llevar la estética de los jardines de los monasterios zen a lugares como sedes corporativas, vestíbulos de hoteles e incluso terminales de aeropuertos. En una casa particular siempre es posible encontrar soluciones que combinen Estética tradicional y más innovadora.
Jardines para la meditación
Un jardín puede ser un espacio bonito, puede conectarte con la naturaleza y, además, puede convertirse en un lugar para deja que la mente se relajecomenzar con plena conciencia o realizar una meditacióncomo una meditación con los sonidos de la naturaleza o, por qué no, una meditación zen. Como dice Hoichi Kurisu, otro paisajista zen, “un jardín japonés no está diseñado para impresionar, sino para despertar la calma interior”.
Meditar no significa “no hacer nada”. Al contrario, te tomas un descanso de la rutina de tus pensamientos. Este descanso te permite distanciarte de las preocupaciones y obtener una nueva perspectiva. Masuno, como monje zen, asegura que este descanso es absolutamente necesario.
La próxima vez que te encuentres entre tus plantas, respirar lenta y profundamente durante unos minutos mientras Miras las plantas (¡y el espacio entre ellas!) y dejas de seguir tu línea de pensamiento. Si haces esto a diario, llenarás el vaso de la serenidad y vaciarás el vaso del estrés.
La belleza no siempre está en simetría.
Los occidentales tendemos a crear con patrones simétricos. En cambio, El arte zen recomienda evitarloporque la naturaleza rara vez es simétrica. Por ejemplo, en lugar de disponer las plantas en líneas prescritas, intenta dejar que la vista viaje de forma sinuosa y no evites materiales y objetos que parezcan imperfectos o deteriorados, porque tienen su belleza.
Los jardines de Masuno no reproducen la naturaleza, no se pueden confundir con espacios salvajes, porque están diseñados con mucho mimo, pero tienen la belleza de un paisaje natural.
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