El exfutbolista Jonathan Valle, detenido por tráfico de drogas
El exfutbolista del Racing de Santander, Jonathan Valle, fue detenido en el marco de una operación contra el narcotráfico, según información publicada por ‘El Diario Montañés’. Asimismo, la Operación Fuego permitió la detención de otras diez personas en Cantabria que ya habrían sido puestas a disposición judicial.
Jonathan Valle ha sido liberado bajo ciertos cargos en espera de juicio. El exfutbolista fue una de las grandes promesas que dio la cantera del Racing de Santander, pero nunca destacó. Además de en la selección cántabra, Valle militó en Málaga, Ponferradina, Castellón, Leganés, Rubin Kazán, Recreativo de Huelva, Lugo, Burgos y Bergantiños, su último club antes de colgarse.
3.500 dosis listas para la venta
Los detenidos son nueve hombres y dos mujeres, de entre 27 y 61 años, presuntos autores de un delito de tráfico de drogas, y también dos de ellos, presuntos autores de un delito de tenencia ilícita de armas, en el marco de la denominada “Operación” . Fuego’. Con estas detenciones se dan por desarticulados dos grupos dedicados a este tipo de tráfico en Cantabria.
En concreto, esta operación policial paraliza la venta y distribución de cocaína -se incautaron 3.500 dosis listas para la venta con un valor en el mercado ilícito de 250.000 euros-, hachís y MDMA en Santander y otros municipios, lo que llevó a la erradicación de ocho puntos de venta negros.
Los agentes del Grupo Estupefacientes conocían desde abril a dos personas dedicadas a la venta y distribución de estupefacientes al por menor, tanto en Santander como en varias localidades vecinas, por lo que una vez llevada la investigación ante la justicia pudieron comprobar que se trataba de Dos sucursales de distribución. diferentes, teniendo cada uno de ellos su propia cartera de clientes -aunque en algunos casos coincidieran-, lo que motivó la apertura simultánea de una investigación contra ambos individuos.
Los primeros dispositivos de seguimiento y control, así como otras diligencias de investigación, permitieron detectar una sucursal de distribución con sede en Santander. Se trataba de un particular que distribuía cocaína al por menor a pequeña escala, ya sea desde su domicilio en una céntrica calle de Santander, o a petición de consumidores en distintas zonas de la ciudad, lo que hacía de forma cubierta y utilizando el taxi con el que trabajaba.
También comprobaron que tenía un estrecho colaborador en la distribución de estupefacientes y dos proveedores que le suministraban las sustancias que luego distribuía.
Un nivel de actividad “abrumador”
A medida que avanzaba la investigación, los agentes centraron su atención en los dos vendedores y descubrieron que su nivel de actividad era “abrumador”. Estos a su vez contaban con otros tres distribuidores de menor tamaño con sede en Santander y municipios limítrofes, como Astillero, Camargo, etc.
Al mismo tiempo, los agentes centraron su atención en el otro brazo distribuidor, liderado por un particular con un alto nivel de venta y distribución de cocaína, que tenía su domicilio en la localidad de Mogro como punto de referencia de la actividad ilícita. donde vivía con su pareja.
Este hombre distribuía la sustancia estupefaciente tanto a clientes/consumidores como a otros pequeños distribuidores, y su zona de actuación eran generalmente las zonas de Miengo, Santa Cruz de Bezana, Piélagos, Torrelavega e incluso Santander.
Asimismo, esta persona contaba con otro estrecho colaborador en la distribución, quien al mismo tiempo ejercía las funciones de cuidado y custodia (caletero) de la mayor parte de la droga, y que vivía con su pareja, participando también de la actividad, en la ciudad. de Mortera. Durante el registro en la vivienda de los dos hombres se encontró un arma de fuego.
Explotación operativa
El pasado 20 de noviembre la investigación concluyó con la entrada y registro de siete inmuebles y la detención de diez de las once personas implicadas, como presuntos autores de tráfico de drogas, en Santander y otros municipios de esta Comunidad Autónoma. Al día siguiente se produjo la última de las detenciones, la de una de las mujeres.
Durante los registros, los agentes incautaron 3.500 dosis de cocaína (papelinas), con un peso total de dos kilogramos, preparadas para su venta inmediata y que alcanzarían un valor en el mercado ilícito de unos 250.000 euros; 260 gramos de hachís; 6 gramos de MDMA; 10 balanzas de precisión; cuatro máquinas de vacío y varias bolsas con recortes circulares.
Durante los registros realizados también fue incautado un vehículo; 26.800 euros; un arma de fuego; 14 armas blancas; 14 móviles y 18 relojes.
Los once detenidos, siete de los cuales tenían antecedentes penales, fueron puestos a disposición de la justicia, que ordenó el ingreso en prisión de dos hombres.
La Policía destacó la importancia de la incautación del arma de fuego y de las catorce armas blancas encontradas durante los registros, las cuales fueron retiradas de circulación.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas las últimas noticias y actualizaciones de antena3noticias.com
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí