MADRID 11 de enero (EUROPA PRESS) –

Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 han condenado en un comunicado conjunto «la falta de legitimidad democrática» de la toma de posesión del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que ha tenido lugar este viernes en medio de la polémica tras las elecciones del 28 de julio, en las que La oposición denunció fraude en el recuento de votos y reclamó la victoria.

«Nosotros, los ministros de Asuntos Exteriores del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos) y el Alto Representante de la Unión Europea, denunciamos la falta de legitimidad democrática de la supuesta investidura de Nicolás Maduro. como presidente de Venezuela», se lee en la nota, cuyos firmantes también han rechazado «la continua y represiva búsqueda del poder por parte de Maduro a expensas del pueblo venezolano».

Los países del grupo también han deplorado «enérgicamente» la represión que continúa teniendo lugar, tanto a nivel social como político, contra la oposición. En esta línea, han defendido que no es propio de los sistemas democráticos que un líder político se vea «obligado a buscar refugio fuera de su tierra natal».

La huida de Venezuela del candidato opositor, Edmundo González, tras las elecciones por miedo a represalias ha sido definida por los miembros del G7 como un «hecho inaceptable» que «pone de relieve la urgente necesidad de que Venezuela cree un entorno en el que esa democracia la participación puede florecer sin miedo.

En esta línea, se han sumado a la preocupación general de la comunidad internacional por el estado de los Derechos Humanos en el país, amenazado por el «persistente desprecio» de Maduro por la democracia y el Estado de derecho. «En particular, estamos profundamente preocupados por las detenciones arbitrarias y otros abusos contra civiles, incluidos niños, jóvenes y activistas, tras las protestas democráticas pacíficas que tuvieron lugar después de las elecciones y continúan hasta el día de hoy», agregaron.

Así, el G7 ha abogado por un proceso pacífico de transición de poder en el que los venezolanos puedan negociar y liderar «una solución pacífica y democrática» para el país que respete «la voluntad democrática del pueblo venezolano expresada en las elecciones de julio». «.

Esta declaración se produce luego de que Maduro tomara posesión este viernes en la sede de la Asamblea Nacional, iniciando así un tercer mandato que, dijo, será un «período de paz».

A finales de julio, Venezuela celebró elecciones presidenciales en las que el oficialismo dio la victoria a Maduro, aunque la oposición denunció fraude en el recuento de votos y reivindicó la victoria de González, apoyada por parte de la comunidad internacional.