El Gobierno busca que Junts retire su cuestión de confianza sobre Sánchez
Cuando le preguntaron este miércoles a Félix Bolaños por el destino de la propuesta de Junts que insta a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza, el ministro de Justicia miró hacia adelante y tiró balones fuera. “Con una actualidad política tan vertiginosa, hacer hipótesis sobre lo que sucederá dentro de un mes, o mes y medio o dos meses es un poco aventurado. Partido a partido”, dijo en TVE. A cambio del apoyo de los siete diputados posconvergentes al recién aprobado decreto de escudo social y revalorización de las pensiones, los socialistas han aceptado lo que habían asegurado que no pensaban hacer: permitir la admisión a trámite de la iniciativa de Junts, aunque retocada para que deje claro que si saliera adelante no obligaría al presidente del Gobierno a acudir al Congreso para comprobar si cuenta con el apoyo de la mayoría de la Cámara baja.
Pero en el Ejecutivo buscan ir más allá. Recompuestos los puentes con el partido de Carles Puigdemont, los socialistas se esforzarán ahora en convencerle de que retire la proposición no de ley, explican fuentes de su dirección. “No va a ser fácil”, reconocen. Pero de momento el PSOE ha logrado reactivar las negociaciones parlamentarias, que el expresident dio por “suspendidas” hace un par de semanas. La gran prueba sobre este nuevo escenario tendrá lugar en febrero, en una fecha aún por definir, cuando los negociadores del PSOE y Junts se citarán en Suiza en presencia del mediador internacional, con el prometido traspaso a Catalunya de las competencias de migración como principal carpeta. “Está bastante avanzada, pero no cerrada”, dijo Bolaños.
Aunque la iniciativa de Junts carece de consecuencias jurídicas, su aprobación por el Congreso con los votos del PP, Vox y los posconvergentes dejaría a Sánchez en una situación muy delicada. Quedaría patente que el presidente ya no cuenta con los mismos apoyos que hicieron posible su investidura en noviembre de 2023. La formación independentista podría no retirar la propuesta y luego abstenerse o incluso votar en contra, pero este es un escenario que la Moncloa quiere evitar.
La nueva versión
Junts registró este miércoles su nueva propuesta, muy rebajada respecto a la original. “El Congreso de los Diputados insta al presidente del Gobierno a plantear una cuestión de confianza”, señalaba la primera versión. La definitiva, que en principio será admitida a trámite la semana que viene por la Mesa de la Cámara baja para su debate en el Pleno a finales de febrero o principios de marzo, pide a Sánchez estudie la conveniencia de someterse a una cita parlamentaria de este tipo y admite que en cualquier caso la decisión última le corresponde al jefe del Ejecutivo, como recoge la Constitución en su artículo 112.
“El Congreso de los Diputados insta al presidente del Gobierno a considerar la oportunidad de plantear una moción de confianza, conforme a la prerrogativa que le confiere la Constitución, atendiendo al carácter político, sin vinculación jurídica, de esta iniciativa”, dice el texto registrado. Si la relación entre el PSOE y Junts se fortalece, tras el acuerdo ‘in extremis’ sobre el decreto de escudo social, puede que no se llegue a votar.
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