El Gobierno laborista apacigua a los diputados de su partido con nuevas ayudas sociales para las familias más pobres
El Gobierno laborista del Reino Unido ha logrado contener una rebelión de los diputados de su propio partido con nuevas ayudas sociales para las familias más pobres. La ministra de Finanzas, Rachel Reeves, ha confirmado este miércoles que revocará los límites a las prestaciones sociales para las familias con más de dos hijos, una medida que venía reclamando una buena parte de su bancada desde hace años y que el Ejecutivo se había resistido a tomar hasta ahora. La decisión se ha incluido en el presupuesto presentado por Reeves en la Cámara de los Comunes, en el que ha anunciado subidas de impuestos por un valor cercano a los 26.000 millones de libras (cerca de 30.000 millones de euros).
[–>[–>[–>«Me uní al Partido Laborista y me dediqué a la política porque creo que todos los niños tienen el mismo potencial y merecen las mismas oportunidades para alcanzar sus metas», ha asegurado Reeves en un intento de arengar a los suyos y de cargar contra el Partido Conservador, al que ha reprochado que implementara y mantuviera la medida durante años. «Dijeron que ahorraría dinero y que provocaría un cambio de comportamiento, desincentivando a las familias más pobres a tener más hijos. Pero incluso en sus propios términos fracasó», ha señalado la ministra. El Ejecutivo confía en sacar a cerca de 450.000 niños de la pobreza con esta decisión, que entrará en vigor a partir del próximo abril.
[–> [–>[–>Reeves también ha anunciado la reducción de las facturas de la energía para los hogares en 150 libras anuales de media (171 euros) y la congelación hasta septiembre de 2026 de los impuestos al combustible, los cuales iban a incrementarse a principios del próximo año. Unas medidas que irán acompañadas de un aumento del 4,1% del salario mínimo y de una subida de las pensiones, las cuales se verán incrementadas en hasta 575 libras anuales (655 euros).
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Subidas de impuestos
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El Gobierno se ha jactado de haber cumplido con su principal promesa de campaña: la de no subir el impuesto sobre la renta, las contribuciones a la Seguridad Social ni el IVA. Pero sí ha anunciado una extensión de la congelación de los tramos de la renta hasta 2031 —tres años más de lo fijado hasta ahora—, lo cual supondrá una subida efectiva de impuestos para cerca de 1,6 millones de personas, quienes se verán arrastradas al siguiente tramo de retención debido a la subida de su salario. Esta medida supondrá una recaudación de 8.300 millones de libras anuales para el Estado, según las estimaciones.
[–>[–>[–>«Sé que mantener estos umbrales es una decisión que afectará a la gente trabajadora. Lo dije el año pasado y no voy a fingir lo contrario ahora», ha dicho Reeves. «Les pido a todos que contribuyan, pero puedo mantener esa contribución lo más baja posible porque hoy voy a llevar a cabo nuevas reformas en nuestro sistema fiscal para hacerlo más justo y garantizar que los más ricos sean los que más contribuyan».
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El Ejecutivo pretende aumentar la recaudación con un nuevo impuesto a las viviendas de más de dos millones de libras, con el cobro de aduanas a los comercios online —los cuales estaban exentos de tributos en los pedidos de poco valor— y con un aumento de los gravámenes a la industria del juego, con el que confía recaudar hasta 1.000 millones de libras anuales. Algo que se sumará a un mayor combate contra la evasión y el fraude fiscal y a los esfuerzos para que las personas sin empleo dejen de recibir prestaciones y se reincorporen al mercado laboral.
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[–>Previsiones desfavorables
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Reeves ha hecho de nuevo una defensa de su estricta política fiscal para evitar incrementar los intereses de la deuda, algo que no convence a una parte de su bancada. Pero la ministra ha logrado por ahora apaciguar a los suyos, al menos temporalmente, apenas unas semanas después de que salieran a la luz los rumores sobre un presunto intento para echar al primer ministro, Keir Starmer, tras la presentación de las cuentas públicas. Los diputados laboristas han dado algo más de margen a su líder, pero las previsiones económicas no le auguran un mandato plácido: la Oficina de Responsabilidad Fiscal (OBR, en sus siglas en inglés) ha rebajado sus estimaciones sobre la productividad y el crecimiento del Reino Unido, el cual no se espera que supere el 1,6% anual en los próximos cuatro años.
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