El gran teatro marítimo
El cambiante genio de la mar se muestra en las olas, como también en su piel. Aunque sean solo reflejos en superficie de su estado de ánimo, que es vasto, hondo y secreto, a veces ese genio se muestra con tal rotundidad e insistencia que sería oportuno preguntarle qué le pasa. Desde el anfiteatro de 3 kilómetros de la bahía de San Lorenzo el espectáculo en cartel de unos días acá es el siguiente: olas de más de cinco metros de altura rompen cada 15 segundos a 150 metros de la playa, desmelenando al hacerlo una pelambrera suelta y blanca. Así día y noche, día tras día, con lluvia o con sol, más cerca o más lejos del paseo según la marea. La bahía, pese a su amplitud, se muestra como un universo abarcable, de tamaño humano, al igual que un escenario da cuenta de la vida. Teatro cantado, con estruendo barítono, representando el ánimo de la mar, su contenida y adulta exasperación.
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