El ciudadano iraní Mohammad Abedini, que había sido detenido en Italia a petición de Estados Unidos, ha salido este domingo de prisión y regresó a Teherán después de que el Ministro de Justicia italiano, Giancarlo Nordio, solicitara la revocación de su arresto.

“La detención del Sr. Abedini se debió a un malentendido, que se resolvió mediante la supervisión del Ministerio de Asuntos Exteriores de la República Islámica del Irán y negociaciones entre las unidades pertinentes del Ministerio de Inteligencia iraní y el servicio de inteligencia italiano, que permitieron su liberación y su regreso”, anunció la agencia Mizan del poder judicial de Irán.

Poco antes, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmaeil Baghaei, había anunciado la liberación de Abedini y había agradecido «la cooperación de todas las partes implicadas» a este respecto.

El iraní salió de prisión tras la petición del ministro de Justicia italiano de revocar su arresto y su extradición a Estados Unidos, país que le acusa de suministrar piezas de drones que fueron utilizados en un ataque en enero de 2024 contra una base estadounidense en Jordania y que provocó la Muerte de tres soldados estadounidenses.

Los medios italianos vincularon el caso de Abedini, detenido el 16 de diciembre en Milán, con la detención de la periodista italiana Cecilia Sala, tres días después en Teherán, por “violar las leyes de la República Islámica de Irán”.

Sala, que había viajado a Irán el 13 de diciembre con un visado de periodista, fue liberado el 8 de enero y regresó inmediatamente a Roma.

Sin embargo, las autoridades iraníes rechazaron las acusaciones de que habían encarcelado a Sala para presionar a Roma para que liberara a Abedini.

Las liberaciones se produjeron tras el viaje sorpresa de la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, para reunirse con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, con el principal objetivo de garantizar que Abedini no fuera extraditado.

Irán ha sido acusado por países occidentales de utilizar prisioneros con doble nacionalidad y extranjeros como medida de presión o para intercambios de prisioneros con otros estados, una práctica descrita como “diplomacia de rehenes” por otros países y organizaciones de derechos humanos.

El pasado mes de junio, Irán intercambió a los ciudadanos suecos Johan Floderus y Said Azizi, con el iraní Hamid Nuri, condenado a cadena perpetua por la justicia del país nórdico por ser uno de los responsables del ejecuciones masivas de presos políticos en 1988.

Asimismo, en septiembre de 2023, Irán llevó a cabo un intercambio de prisioneros con Estados Unidos, después de que Washington descongelara alrededor de 6 mil millones de dólares de ingresos petroleros iraníes en Qatar.

Así, cinco estadounidenses que estuvieron encarcelados en el país persa durante años fueron intercambiados por cinco ciudadanos iraníes encarcelados en Estados Unidos.