El Mossad se desmarca de Netanyahu por los ataques en Qatar
Nueva muestra de crítica interna en los estamentos de poder en Israel. Según detalla el medio Haaretz, el director del Mossad, David Barnea, envió una carta al personal de la agencia de inteligencia explicando que se había opuesto al ataque contra el buró político de Hamás en Doha. ¿El motivo? El ataque podía descarrilar el progreso potencial en las negociaciones de alto el fuego.
La distanciación de Barnea se justifica por la predisposición mostrada por funcionarios de Hamás a debatir la propuesta estadounidense de cese de hostilidades, que incluía el regreso de los cautivos israelíes retenidos en Gaza. El jefe de inteligencia detalla en la misiva que, si bien los negociadores islamistas podían no haber aceptado íntegramente la propuesta, esta habría supuesto al menos un avance, allanando el camino para continuar con las negociaciones.
Será la primera y quizá la última vez que las palabras del Mossad y de Hamás —que perdió a cinco miembros en el ataque— se asemejen, cuando la milicia palestina acusó este lunes a Netanyahu de «destruir cualquier posibilidad de lograr un acuerdo». Las declaraciones provinieron de Taher al Nunu, uno de los portavoces de Hamás, quien añadió que a «Netanyahu no le preocupan en absoluto las vidas de los rehenes». La retórica resuena de manera similar en las manifestaciones que desde hace meses inundan Tel Aviv, donde se denuncia que la ocupación total de la Franja que impulsa el Ejecutivo es inversamente proporcional a las posibilidades de supervivencia de los cerca de 20 rehenes que se asumen aún con vida.
Netanyahu no quiere la paz
«Israel nunca tuvo la intención de llegar a este acuerdo de alto al fuego. Tienen otros planes», dijo a Al Jazeera Luciano Zaccara, analista político de Oriente Próximo. La visión del intelectual, además de la «anexión total de Gaza», se enmarca en la intención declarada por ministros como el de Finanzas, Bezalel Smotrich, de «enterrar un estado palestino» bajo el telón de fondo de su igualmente anhelada anexión de Cisjordania.
Smotrich pidió después del atentado de Hamás en Jerusalén que «la Autoridad Palestina desapareciese del mapa«. En esta línea, Zaccara planteó una pregunta: «¿Qué sentido tiene permitir la creación de una entidad, con o sin Hamás, que pueda representar a los palestinos cuando el plan ya está establecido: esos territorios pertenecerán a Israel tarde o temprano?”
Netanyahu afirmó el domingo, en la víspera de la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, a su país, que si se eliminara a los dirigentes de Hamás «terminaría la guerra en Gaza«. La ofensiva israelí contra el enclave palestino ya suma más de 65.000 víctimas mortales, 164.000 heridos y más de 420 muertos por hambre, en su mayoría niños y mujeres.
Un cerco creciente
Antes que el jefe de inteligencia, fueron centenares de militares israelíes, y después el propio jefe del Estado mayor, Eyal Zamir, quienes pusieron en duda las ambiciones bélicas de Netanyahu.
El hacinamiento extremo de los gazatíes en la ciudad de Gaza ha provocado el «desplazamiento de 300.000 personas», según afirmó el mismo Ejército israelí este domingo. Siguiendo órdenes israelíes, muchos desplazados se han dirigido hacia Al Mawasi, un campo de refugiados que sufre igualmente la falta de alimentos y servicios básicos, además de bombardeos indiscriminados diarios procedentes de Tel Aviv.
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