Economia

El necesario límite a la progresividad fiscal

El necesario límite a la progresividad fiscal
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  • Publishedmayo 17, 2025




Ahora que la campaña de alquiler ha comenzado, con el gobierno del presidente Sánchez, quien lleva a cabo una política fiscal de aumento de impuestos constantes, el sistema debe recordarse cuasi confiscatoria E injusto que suframos en España, donde el intervencionismo no deja de gastar, de modo que para cubrir ese desglose, los impuestos no dejan de aumentar.

Gasto, déficit y deuda y, sobre todo, un compromiso determinado por un economía subsidiada Solo puede llevarnos a acentuar la destrucción del tejido productivo y, con él, de millones de trabajos, dejando a los trabajadores y empresarios sin cobertura, y a destruir la prosperidad tallada por los ciudadanos, haciendo de nuestra sociedad una entidad pobre y subsidiada, incapaz de prosperar.

Ese gasto, que tienes que pagarlo, porque no es gratis, no es gratis, el contribuyente sufrido. De esta manera, opera la redistribución de los ingresos, pero ¿cuántas veces?

Si una persona obtiene menos ingresos, paga menos impuestos en proporción a sus ingresos que a otra con más ingresos, dentro del sistema tributario progresivo que tenemos. Por lo tanto, la persona con menos ingresos contribuye menos a la solidaridad hacia los demás. Además, la primera persona puede optar por diversos subsidios para sus ingresos más bajos, en relación con lo anterior.

Del mismo modo, puede optar por la casa de protección oficial, pagada en su ayuda con los impuestos de los contribuyentes. Muchos de los ciudadanos que financian con sus impuestos de ese subsidio a la vivienda no pueden optar por ello y tienen que ir al mercado.

Sin embargo, a pesar de tener más ingresos que los beneficiarios de una casa con ayuda pública, no es un nivel de alquiler suficiente para poder comprar una casa en el mercado, o el precio que tienen que pagar es tan alto que deja un ingreso disponible menos que los que ingresan menos alquiler.

Del mismo modo, una persona que ha sido arriesgada invirtiendo en busca de una rentabilidad prometida que conlleva un mayor riesgo, a veces ha sido compensada por todos los contribuyentes con ayuda brindada por el sector público, mientras que el ciudadano más prudente ha visto cómo su prudencia se tradujo en un mayor pago de impuestos a compensar por imprudencia.

O la reducción en el precio de la luz, con los contribuyentes que, debido a su nivel de ingresos, no pueden optar por ella, pero sufren quién puede. Del mismo modo, quién era prudente al optar por un tipo fijo cuando los tipos eran bajos, puede tener que compensar, a través de la ayuda del sector público pagado con sus impuestos, a quienes preferían pagar menos por tipo variable, arriesgándolos a aumentar.

Eso lleva a un progresividad sin límites. Una cosa es que la constitución establece la progresividad fiscal y que debe respetarse, incluso si fuera deseable que el IRPF y otros impuestos progresivos fueran proporcionales, pero no pueden transformarse en abusivo, porque eso genera una alta injusticia.

Por lo tanto, una persona con rendimientos de trabajo de 20,000 euros anualmente paga una acción de IRPF de 2,213.56 euros. Una persona que gana 200,000 euros, es decir, diez veces más, paga una tarifa de 74,415.73 euros, calculada para igual a las circunstancias personales y familiares y las mismas deducciones y la sección regional (usa la de la comunidad de Madrid, que es la más baja).

Es decir, uno El alquiler de 200,000 euros gana diez veces más que un ingreso de 20,000 euros, pero paga 33.62 veces másen desproporción clara.

Insisto: una cosa es respetar la progresividad y si ganas diez veces más, pagar quince veces más, por ejemplo, y ya es muy diferencia; Pero 33,62 más veces es confiscatorio y desanimado. Después de tanto subsidio, siempre terminan pagando los mismos y más impuestos, en ese ingreso infinito de ingresos, de modo que muchos de los beneficiarios de tanto subsidio pueden terminar con un mayor ingreso disponible contra aquellos que tienen un ingreso de salida mayor sufren los subsidios, dejando, después del elenco, más pobre que el primero en muchos casos.

Es una redistribución infinita de ingresos desalentador para el trabajo Y para el esfuerzo, que dura la economía, además de injusto.

No quiero terminar sin agradecer la razón por la cual la colaboración semanal que comienza hoy, lo que me permitirá compartir con sus lectores, a quien saludo, un artículo todos los sábados, si Dios quiere.



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