El ocaso de Elvis Costello en la ciudad del automóvil en crisis
Chusina Carrero Moure firma sus «Crónicas desde Ingolstadt», una serie de artículos sobre la vida cotidiana de una asturiana en Alemania. La autora de estas crónicas desde esta ciudad alemana del estado de Baviera se define así: «Nací en Oviedo y viví toda mi juventud en Salinas, estudié Filología en la Universidad de Oviedo, viví en muchos lugares de España y, durante diez años, he estado en Alemania, conociendo esta tierra y enseñándoles nuestra lengua y nuestra cultura».
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Y ya ha pasado esa primera semana del festival de jazz de Ingolstadt, que cumple este año los 42. Una semana de vacaciones escolares en la que la niebla del Danubio no ha dado tregua hasta el último día para dejar paso a la lluvia y al frío, mucho frío y mucha noche.
[–>[–>[–>En esta primera semana los grandes protagonistas han sido los jovenes talentos que luchan por realizar sus sueños a base de becas, premios y subvenciones, que por cierto no abundan, ya que la situación en la ciudad debida la crisis del automóvil ha pasado de ser difícil a dramática, y, como no podría ser de otra forma la primera perjudicada es la cultura, hecho que han denunciado los presentadores de la gala inaugural con sentido del humor, crítico y afilado ante la presencia de los políticos locales.
[–> [–>[–>El joven trompetista y compositor Raphael Greil, vecino de Ingolstadt de 22 años, ha recibido este año el premio al joven talento, un premio dotado de 5000 Euros que dedicará a grabar el primer álbum de su grupo JØRA QNTT, grupo de cinco jóvenes, estudiantes de música en Viena, saxo, trompeta, piano, batería y contrabajo que si consiguen superar las dificultades de la escena musical actual darán mucho de qué hablar.
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A la izquierda, el joven trompetista Raphael Greil / .
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El jueves, la especialidad que caracteriza a los días del jazz en Ingolstadt, el jazz en los bares ha vuelto a ser un nuevo éxito de público y calidad musical, a pesar del frío los aficionados se han movido de un lugar a otro de la ciudad para disfrutar de los conciertos en los pequeños locales.
[–>[–>[–>El concierto de la Kammerphilharmonie de Ingolstadt acompañada por la Big Band Schutterneun también de la ciudad y bajo la dirección del multifacético Andreas M.Hofmeier, músico, escritor y cómico ha hecho las delicias del público consiguiendo que jazz y música clásica, cosas tan distintas como según el señor Hofmeier dice «los hombres y las mujeres», se unan alcanzando momentos realmente sublimes.
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Elvis Costello durante su actuación en el festival de jazz de Ingolstadt. / .
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Y por lo demás creo que la mayor decepción de la semana ha sido el esperado concierto de Elvis Costello, músico que, a pesar de estar arropado por una increíble banda, ha dejado mucho que desear y que me hace pensar en que una retirada a tiempo es una victoria, una victoria de la elegancia, del arte, del saber hacer y sobre todo del recuerdo de los buenos tiempos.
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[–>A ver qué nos depara la segunda semana de unos días del jazz, que esperemos no sean los últimos, porque no se necesitan grandes nombres ni grandes presupuestos para presentar un festival de calidad, en un momento como el actual en el que creo que lo más importante es lo que ya se ha conseguido tras estos 42 años, una cantera de excelentes músicos y de fervientes aficionados al jazz.
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