El activo refugio por excelencia vive su mejor año desde finales de los 70 con una revalorización del 72%. A medida que los bancos centrales acumulan reservas, los expertos como Gustavo Martínez sitúa el próximo objetivo en los $10.000 a medio plazo.

El mercado de metales preciosos está haciendo historia este miércoles. oro al contado ha batido todos los récords anteriores al superar por primera vez el umbral de 4.500 dólares por onza. Con una subida del 0,9% en las últimas horas, el metal alcanza un máximo de 4.525,96 dólares, consolidando un extraordinario 2025 en el que se ha revalorizado un 72,5%.

Esta escalada no es un fenómeno aislado. El año 2025 cierra como el mejor año para el oro desde 1979, impulsado por una «tormenta perfecta»: debilidad monetaria fíat (la moneda fiduciario como la conocemos), una persistente inestabilidad geopolítica y, sobre todo, un cambio en las políticas monetarias. La reciente moderación de la inflación estadounidense (2,7% en noviembre) ha abierto la puerta a que la Reserva Federal mantenga los recortes de tipos en 2026, ejerciendo presión a la baja sobre el dólar.

Y esta es la gran tesis del oro, como destaca Gustavo Martínez en sus numerosas intervenciones en el programa económico de esRadio Libre Mercado, Con Animo de Lucro: Las políticas monetarias laxas de la Reserva Federal y el Banco Central Europeohan impulsado una expansión monetaria sin precedentes que, según la teoría monetaria, es en sí misma inflación.

Los agregados monetarios no se han corregido pese a las subidas de tipos entre 2022 y 2023. Una realidad que, unida al fuerte endeudamiento de las economías desarrolladas, especialmente Europa y Estados Unidos, alimenta el temor a una espiral inflacionaria que podría poner en jaque a monedas como el dólar, todavía considerada la reserva mundial.

Estos riesgos hoy son manifestado por dos hechos incontestables: Los bancos centrales han acelerado e intensificado sus propias compras de oro, con la intención de fortalecer sus balances. Y por otro lado, han contribuido a disparar el precio del oro hasta los 4.500, que supera este miércoles.

Plata y platino: el «rally» de los metales industriales

Aunque el oro acapara los titulares por su simbolismo, no es el único metal en gloria. La plata ha acelerado su particular racha alcista este miércoles, rozando los 72,75 dólares la onza. lo que representa un estratosférico aumento del 149% en lo que va del año. Su doble componente (activo de inversión y metal industrial esencial para la transición energética) lo ha convertido en el activo más rentable del sistema.

Por su parte, el platino también se ha sumado a la euforia con una revalorización anual en torno al 163%, alcanzando máximos de $ 2,394.

Un cambio de paradigma

El escenario actual refleja un cambio en la psicología de los inversores. Ante la incertidumbre de la deuda pública y la volatilidad de otros activos, el «dinero real» vuelve a imponer su ley. La combinación de los bancos centrales comprando lingotes a un ritmo récord y el apetito de los inversores por un dólar perdiendo tracción sugiere que el techo de 4.500 dólares, lejos de ser el final de la línea, podría ser simplemente el nuevo piso de una era dorada.