El PSOE vive instalado en el caos. Esta semana ha sido la culminación de varios meses de polémicas de las que el Gobierno, con sus más y sus menos, ha ido saliendo adelante. Las investigaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) contra José Luis Ábalos, Koldo García, Santos Cerdán y Leire Díez, procesos judiciales que afectan a Begoña Gómez o al hermano de Pedro Sánchez, la condena del Tribunal Supremo a García Ortiz, la crisis con Junts en el Congreso y, ahora, un ‘Me Too’ muy doloroso en las filas socialistas que ha hecho sangrar a la formación en una de sus principales líneas de flotación.

Paco Salazar, José Tomé, Antonio Navarro y Javier Izquierdo han sido acusados ​​de cometer presunto acoso sexual a compañeros, mujeres que han denunciado hechos que han obligado a los responsables de la formación a reunirse este viernes para intentar arrojar luz sobre una situación que causa un inmenso dolor a las filas socialistas. Dolor y desánimo, como supimos este jueves en laSexta. Miembros de la dirección, diputados y responsables orgánicos reconocen que es imposible tapar los escándalos que sacuden a la formación.

Uno de los testimonios más claros que ha llegado en los últimos días ha sido el de Ángeles Ferriz, portavoz del PSOE en el Parlamento de Andalucía. «Estoy harta de putas y acosadores», afirmó, criticando que estas denuncias «desgarran el interior» del partido, que ha hecho de la defensa del feminismo una de sus principales banderas.

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