El sector ultra arremete contra el papa León XIV acusándole de encubrir abusos sexuales

El cardenal Robert Francis Prevost no era el favorito del sector más a la derecha de la Iglesia. Antes incluso de su elección como León XIV, los ultras querían evitar la continuidad del legado de Francisco con la elección de uno de sus allegados como nuevo Pontífice y coincidentemente empezaron a circular acusaciones de encubrimiento de abusos sexuales en Perú, que habrían sido cometidos por un sacerdote peruano en 2004, y que fueron denunciadas en 2022, cuando Prevost era obispo de Sufar y administrador apostólico de Chiclayo, en el norte del país.
Si bien las investigaciones, tanto internas de la Iglesia, como del sistema civil peruano fueron archivadas al año siguiente por falta de pruebas, lo cierto es que el nuevo papa León XIV va a tener que hacer frente a los escándalos históricos de la Iglesia por abusos sexuales, sobre todo contra menores.
Ataques intencionados
La documentación a la que hacen referencia las nuevas acusaciones es, sin embargo, un recopilatorio no oficial en el que se presenta una lista de alegaciones recogidas por medios de comunicación de dudosa fiabilidad, como un programa de televisión peruano llamado ‘Cuarto poder’ y el consiguiente eco que otras plataformas digitales se hicieron del mismo testimonio.
En concreto, el portal que comenzó con esta cámara de los ecos fue InfoVaticana, que describe de la siguiente manera el momento en que su reportero confrontó al cardenal Prevost con tal documento en los días previos al cónclave: «La escena confirma algo que ya era evidente: la izquierda eclesial ha estado haciendo campaña abierta por Prevost, colocándole como su candidato ideal para continuar la agenda del actual pontificado. Y sin embargo, ayer vimos el retrato del candidato derrotado: un hombre frustrado porque las sombras de su pasado han salido a la luz y, con ellas, sus aspiraciones al papado se desmoronan«.
Con Prevost convertido en León XIV, y con su primer discurso confirmando las intenciones aperturistas y de búsqueda de la paz, en la línea de su trayectoria previa en Perú y la que inició el papa Francisco, los medios a la derecha de la Iglesia han reavivado el asunto.
Acusaciones de tres víctimas
El caso presentado por el citado documento tiene importantes lagunas legales. El documento sostiene que el entonces obispo Prevost no investigó adecuadamente los abusos cometidos en 2004 por dos sacerdotes contra tres niñas, entonces de entre 9 y 14 años. Las tres mujeres presentaron su testimonio ante la diócesis en abril de 2022, y aseguraron que no se abrió una investigación seria. Según el relato de dos de las mujeres, Prevost les dijo entonces que la Iglesia carecía de mecanismos para actuar, y les animó a presentar denuncia ante las autoridades civiles, aseguró que iniciaría un proceso canónico si la denuncia avanzaba en los juzgados. También se les ofreció apoyo psicológico a través del Centro de Escucha, una institución de nueva creación para estos casos.
A continuación, según la misma narración, la policía peruana les dijo que no podían reabrir el caso porque los delitos «habían prescrito» y, en consecuencia, el proceso eclesiástico quedó en el aire. Sin embargo, según ha podido comprobar este diario, los delitos sexuales a menores y mayores de edad no prescriben en Perú desde la actualización de la ley penal en 2018, por lo que o bien las autoridades civiles dieron a las denunciantes una respuesta engañosa para disuadirlas de denunciar, o bien el relato expuesto por los medios de comunicación de la derecha eclesiástica no se ajusta a la realidad.
El caso se repite, según el mismo dosier, con una tercera persona que prefirió proteger su identidad. Las tres mujeres peruanas recriminan a Prevost lo mismo: no haber sancionado de forma alguna al sacerdote al que acusan de haberlas agredido sexualmente. En su defensa, representantes de la diócesis de Chiclayo defienden que remitieron el caso a instancias superiores del Vaticano que, a su vez, sostiene que la Congregación para la Doctrina de la Fe investigó los hechos y no halló pruebas.
La herencia de Prevost
En respuesta, los defensores del nuevo Papa, han puesto de relieve otro caso donde, a la inversa, el ahora Pontífice se puso del lado de las víctimas y en contra de los sacerdotes acusados. Fue el caso del movimiento Sodalicio de Vida Cristiana, un poderoso grupo ultraconservador peruano que destaparon los periodistas peruanos Paola Ugaz y Pedro Salinas en su libro ‘Mitad monjes, mitad soldados’. Salinas salió al paso de las acusaciones a León XIV, y destacó que Prevost fue un aliado fundamental que hizo de vínculo con el papa Francisco para precipitar la disolución del Sodalicio.
Las nuevas acusaciones de encubrimiento se presentan ahora como un contrapunto a este emblemático caso a las espaldas de León XIV. Con todo, el nuevo Papa asume el liderazgo de una Iglesia cuya opacidad histórica ante los casos de pederastia, en particular en América Latina, será uno de los principales retos de su pontificado.
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí